Mala elección del oficialismo en Chile pero Bachelet sigue en USA

Fueron las primeras elecciones en las que la participación fue voluntaria, y se confirmó la sospecha de que muchos ciudadanos no desean participar, probablemente porque descreen de la política o no se identifican con los candidatos. Así, la abstención histórica y las derrotas clave del oficialismo (por ejemplo en Santiago, la capital), marcaron la elección municipal. La Alianza UDI-PR sufrió una derrota que -tal como le ocurrió en 2004-compromete sus posibilidades de éxito en las presidenciales 2013



1. Alianza sufre derrota y pierde comunas clave
 
La meta del oficialismo era mantener el resultado de las municipales de 2008, cuando vivió su mejor performance al superar en votación en alcaldes a la Concertación. Esa fue la antesala de la presidencial que, un año después, ganaría Sebastián Piñera. Sin embargo, ayer la Alianza sufrió una importante derrota, además de perder comunas cruciales que llevaban bastante tiempo en sus manos: Santiago, Providencia, Concepción, Recoleta, Independencia, La Reina y, hasta anoche, Ñuñoa. El balance arroja que esas comunas suman más de 870 mil habitantes, que antes estaban bajo el gobierno local de la coalición. En contraste, su principal triunfo fue en La Florida, donde residen más de 360 mil personas. El primer test electoral de la centroderecha en La Moneda, al perder su coalición 21 comunas, arroja un saldo negativo.
 
2. Abstención histórica
 
El sistema de voto voluntario en Chile tuvo un debut poco auspicioso. Si se toma como base a toda la población mayor de 18 años -que a partir de la inscripción automática es la que considera el universo electoral-, en las municipales de 2008 la participación fue de 57,4%, la más baja desde 1992. Y considerando sólo a los inscritos en esa ocasión, fue de 14,1%.
 
Ayer, sin embargo, se proyectaba una participación de 43,1% y una abstención de 56,9%. Con el 95% de las mesas escrutadas, habían votado 5.476.947 de los 13.404.084 habilitados para hacerlo. La cifra sorprendió al mundo político y al gobierno, desde donde hicieron insistentes llamados a participar en los días previos a la elección. La participación del padrón electoral, de paso, descolocó a los expertos en encuestas. Y también instaló una convicción que, a la luz de los resultados de ayer, asumió equivocadamente la Concertación, pues desde sus filas hicieron un llamado a volver al voto obligatorio, bajo la lógica de que la voluntariedad beneficiaba al oficialismo.
 
3. Cambio de gabinete
 
El debate se instaló con fuerza en el oficialismo varios días antes de la elección municipal: para no pocos en la Alianza, el cambio de gabinete que el gobierno tiene que necesariamente realizar antes del 16 de noviembre por la salida de los ministros y subsecretarios que esperan competir por un cupo en el Congreso, debería incluir a los presidenciables Laurence Golborne y Andrés Allamand.
 
Aunque ad portas de la jornada de ayer la UDI -que apoya la opción del titular del MOP- inició una arremetida para contener la insistencia de RN -que está detrás de Allamand- de hacer el cambio lo antes posible, el resultado de ayer vuelve a abrir la discusión. En el gobierno apostaban a que un buen resultado en las elecciones contendría la presión abierta a partir de las municipales, pues instalaría la idea de que el oficialismo es competitivo más allá de lo que indican las encuestas. Ahora, no obstante, no se descarta que los partidos opten por privilegiar las parlamentarias y, para armarse bien, pidan la salida de las figuras mejor evaluadas que están en el gabinete (ver pág. 12).
 
4. El efecto de la presidencialización
 
La tensión que protagonizaron RN y la UDI, a partir de la decisión de Allamand de marginarse de las municipales y la de Golborne de apoyar abiertamente a algunos candidatos (20 en total, en sus días libres), terminó a ojos de algunos analistas por darle la razón al titular de Defensa. Esto, pues el haber presidencializado la campaña perjudicó al oficialismo. De paso, asoma como una luz de alerta para el propio Golborne, pues candidatos a los que apoyó con decisión -como Pablo Zalaquett en Santiago, Emilio Armstrong en Concepción y Joaquín Lavín León en Maipú- fueron derrotados.
 
5. Oxígeno para la Concertación
 
Sorpresa hubo anoche entre los principales líderes de la oposición. Si hasta ayer el conglomerado contaba con la alta valoración de Michelle Bachelet en las encuestas como su gran arma de presentación para las presidenciales de 2013, ahora suma razones para estar optimista. Según la última encuesta del CEP (agosto 2012), sólo un 18% de la población decía sentirse identificado o simpatizar con la Concertación, lo que marcaba una caída de cuatro puntos respecto de abril. En la Adimark de septiembre, apenas un 19% decía aprobar la gestión del conglomerado. Anoche, con el 95% de las mesas escrutadas, eran 21 los municipios que sumaba la Concertación, respecto del 2008, mientras que la Alianza perdía 23.
 
6. Crecen el PC y el PRO
 
El PC desplazó a los radicales al alcanzar el 6,42% a nivel nacional y obtuvo un sorprendente triunfo en Recoleta, con Daniel Jadue, ante la división de la UDI. El PRO de Marco Enríquez, en tanto, obtuvo siete alcaldías y ostenta un 4% de votos a nivel país.
 
Disputas internas
 
La Administración Piñera llegó a la elección de mitad de ejercicio (renovación municipal) con un enfrentamiento abierto entre 2 ministros con ambiciones presidenciales (en Chile no hay reelección presidencial).
 
Precisamente acerca de lo mucho que golpeó al oficialismo la interna presidencial hacia 2014, el diario La Nación, también de Santiago, afirmó:
 
"El resultado de las municipales dejó en evidencia, una vez más, la distancia que existe entre los ministros presidenciables Andrés Allamand (Defensa) y Laurence Golborne (Obras Públicas).
 
Y no se trata sólo de estilos, como la decisión de marginarse en el caso del primero de la campaña municipal y de apoyar a quienes competían por la Alianza en el caso del segundo, sino que endefiniciones políticas a la hora de enfrentar la derrota que sufrió la Coalición.
 
El primero en llegar a Palacio y luego en enfrentar los desfavorables resultados fue Allamand, quien buscó dar una imagen de estadista: hizo el análisis macro, sin entrar en el detalle de las comunas.
 
Y un hecho no menor. Su análisis en el patio de Los Naranjos culminó con efusivos aplausos de sus asesores y un abrazo de su esposa, la ex diputada UDI Marcela Cubillos.
 
(...) El ex senador RN, que sabe de traspiés electorales, señaló que “he aprendido que, en política, siempre hay que ganar con humildad y cuando se enfrenta la derrota, hay que tener con mayor fuerza convicciones. Tengo la plena certeza de que el proyecto de la centroderecha es plenamente válido para Chile y que si las cosas las hacemos bien, con unidad y coraje y sin derrotismo, es posible revertir un resultado que ha sido adverso”.
 
Tras señalar que se debe hacer un “mea culpa” respecto de por qué no se logró motivar a la ciudadanía, Allamand expresó que no sería él quién analizaría los errores que condujeron a este resultado. Asimismo, declinó referirse a casos específicos de comunas." (...)
 
Aquí se demostró el fracaso rotundo de las encuestas y de la política en la que se toman decisiones con cargo a encuestas que finalmente no dan pie en bola. Lo que se ha demostrado es que candidatos a los que no se les atribuía ninguna posibilidad de triunfo, han conseguido éxitos notables”, aseveró Allamand.
 
Si bien sus palabras se referían al tema municipal, no es menos cierto que apuntaban a la dirigencia gremialista, que –en más de una ocasión- ha señalado que se debe privilegiar a quién mejor marque en las encuestas.
 
En el caso del oficialismo, el presidenciable que aparece con mejores opciones -en los sondeos de opinión- frente a la casi segura carta de la oposición, Michelle Bachelet, es Golborne.
 
Respecto de su opción presidencial, Allamand buscó marcar diferencias con Golborne, al señalar que “mientras sea ministro de Defensa, me mantendré estrictamente abocado a mis tareas ministeriales”.
 
Y lanzó el golpe de gracia al señalar que “la gente ha valorado que el ministro de Defensa no se haya involucrado en esta campaña”.
 
En la práctica, en el entorno de Allamand, fue bien evaluada su determinación de no acompañar a candidatos durante la campaña, pues se evitó correr el riesgo de que el fracaso se traspasara a su imagen.
 
Dicha situación sí podría ocurrir en el caso de Golborne, quien respaldó -entre otros- a Zalaquett, Joaquín Lavín León, Sol Letelier, Daniel Escobar y Emilio Armstrong. Todos perdieron frente a los postulantes de la oposición.
 
(...) Poco después, en el mismo escenario, el titular de OOPP (Obras Públicas, Golborne) dijo que tras la derrota de la Alianza, hay “un par de lecciones que sacar: el resultado es una demostración clara de que la desunión no conduce a ninguna parte, que cuando hay cohesión y coherencia de propósitos se logran más resultados y está en ir directamente hacia los problemas que la gente tiene”.
 
Es que Golborne sabe que su fortaleza es aparecer como independiente y cercano a la gente, asunto que ha buscado explotar en su recorrido por diferentes comunas del país. (...)
 
“Hay que hacer un análisis detallado para atender a esa señal que nos ha dado la ciudadanía. Es necesaria una renovación en la política, llevamos 20 ó 30 años en un mismo ciclo. La sociedad está cambiando y eso amerita una visión distinta con una proyección nueva”, expresó.
 
Sus palabras pueden ser interpretadas como un mensaje a quienes lideraron el proceso de derrota de la dictadura y la transición, como el mismo Allamand, respecto de la necesidad de un tiraje de la chimenea en política. (...)".
 
En el socialismo
 
¿Y Michelle Bachelet, casi segura candidata presidencial por la oposición?
 
D. Muñoz y P. García estuvieron en el comando socialista:
 
“A los amigos del PS y la Concertación: ¡ganamos, tenemos la primera mayoría!”. Fue el grito de Carolina Tohá, amplificado por un megáfono, justo cuando pasó caminando por el frontis de la sede del PS en calle París, donde se instaló el comando de la oposición.
 
El grito de la candidata triunfadora antecedió a la conferencia de prensa conjunta que dieron cuatro de los cinco timoneles de los partidos de la Concertación, más el PC, en la que se destacó la unidad opositora para derrotar al oficialismo.
 
El ambiente de fiesta era total. La oposición no sólo recuperaba comunas emblemáticas como Santiago y Concepción, sino que obtenía cifras sorpresivas en comunas donde no existían expectativas de triunfo.
 
Las primeras expresiones de alegría comenzaron a aparecer poco después del cierre de las mesas. A esa hora el grupo de expertos electorales instalados en el tercer piso de la sede partidaria, dirigidos por el ex subsecretario Mahmud Aleuy, comenzaba a acopiar información favorable al conglomerado.
 
El primero en recibir las buenas noticias fue el timonel del PS, Osvaldo Andrade, quien llegó hasta la casona pasadas las 19:30 horas. El equipo le entregó un reporte que daba como ganadora a Tohá en Santiago por más del 50%. La noticia comenzó a correr rápido entre los dirigentes opositores, quienes intercambiaban abrazos y felicitaciones, pero también muestras de sorpresa y de estupefacción al conocer las primeras cifras del resto de las comunas.
 
Poco antes el ánimo era de preocupación: la baja participación registrada en los comicios causaba inquietud en las filas opositoras, donde se señalaba que mientras más alta fuera la concurrencia en las urnas, había mejores expectativas.
 
La prescindencia de la ex Presidenta Michelle Bachelet comenzaba a ser comentario en la oposición, donde una gigantografía de la ex jefa de Estado instalada en la sede del PS hacía más evidente su ausencia.
 
La ex Mandataria permaneció ayer en Nueva York. Al cierre de la jornada, Bachelet llamó por teléfono a las alcaldesas electas Carolina Tohá, Maya Fernández y Josefa Errázuriz. (...)".

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