O Kirchner está en la Unasur o en Diputados: Ya es un escándalo
Urgente24, vía Ricardo Mangano, ya ha escrito mucho acerca de este tema que llega ahora a los diarios dominicales: o Néstor Kirchner es secretario general de la Unasur o es diputado nacional pero no puede/no debe mantener ambas responsabilidades. Luego, si va a Unasur, debe conseguir que el Congreso ratifique el Tratado de la Unasur porque es ridículo que si la Argentina tiene la Secretaría General no tenga legalizada su presencia en la Unión de Naciones de Suramérica. Un papelón.
| 09/05/2010 | 11:12
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Es muy interesante que varios columnistas dominicales avancen sobre lo ya denunciado por Urgente24.
Aqui, Eduardo van der Kooy en el diario Clarín:
"(...) La Argentina es, entre media docena, una de las naciones que no ratificó el tratado de creación de la Unasur. Es decir, ese bloque no existe todavía, formalmente, como tal. La ratificación debe provenir de las dos Cámaras: la clara minoría kirchnerista en Diputados representa una señal de alarma.
Superado ese obstáculo, podría sobrevenir otro: la licencia de Kirchner. No se trata sólo de números desfavorables. Aun en el caso de reunir una mayoría, tal vez con el respaldo de la centroizquierda, el ex presidente le temería a una discusión salvaje alrededor de su persona entre el oficialismo y la oposición. Si así fuera, se le podría consumir parte del crédito esforzado que obtuvo, al final, de los presidentes de la región.
La oposición, en su precariedad, intenta plantearle desafíos a los Kirchner que muchas veces quedan a mitad de camino. Aunque algún daño producen. Durante una discusión en Diputados sobre el canje de la deuda, Agustín Rossi, el jefe del bloque oficial, refutó críticas de Felipe Solá memorando el canje que había hecho el peronista disidente cuando era gobernador de Buenos Aires, en plena crisis.
Solá recogió el guante y reconoció tal acción. Pero se despachó con una anécdota que dejó perplejo al kirchnerismo. Contó que habló en ese momento (el 2005) con Kirchner por las dificultades que tenía para renegociar en los mercados externos una deuda de 2.900 millones de dólares. El entonces presidente aconsejó que el problema podía solucionarlo fácilmente con De Vido y con Uberti. Que esos funcionarios lo conectarían con Hugo Chávez.
La solución, al final, fue otra. Pero el relato de Solá repuso el problema de corrupción en la relación comercial con Venezuela que causa espanto aún en muchos kirchneristas. La comisión investigadora de Diputados se puso en marcha pero difícilmente prospere: la centroizquierda es reacia.
La oposición estaría urdiendo otro posible dolor de cabeza parlamentario para los Kirchner. Existiría inclinación en Diputados para introducir alguna modificación al proyecto del uso de reservas que, con holgura, el kirchnerismo dio media sanción en el Senado. Una modificación que obligaría al Gobierno a saldar previamente deudas con las provincias y que sería incluido en el mismo artículo que habilita el uso de reservas. Un incordio para el posible veto de Cristina.
La oposición está muy lejos todavía de delinear una alternativa de poder. Pero ha descubierto una fórmula para no perder vigencia: azuzar a los Kirchner y forzarlos a la transgresión. Una manera de distanciarlos más de la socieda (...)".
También avanzó sobre el tema Eugenio Paillet, en La Nueva Provincia, de Bahía Blanca:
"(...) Queda por verse, por otra parte, si efectivamente, como se planeaba hasta ahora, el encumbramiento de Kirchner al frente de los países que componen la Unión de Naciones Sudamericanas le sirve para recuperar prestigio regional e internacional, y aportar también aquella estrategia de levantarle la imagen a nivel nacional, en medio del avance del escándalo por el caso del presunto pedido de coimas a empresas de la agroindustria.
En la Casa Rosada sostenían, hasta no hace mucho, que el desembarco de Kirchner en la secretaría general de Unasur serviría para posicionarlo desde ese costado como el ineludible candidato del kirchnerismo, y del Partido Justicialista que lo acompaña, como aspirante a la sucesión de Cristina Fernández.
Kirchner persiste, por estas horas, en la duda de si honrar el artículo 10 del reglamento de la Unasur, que le reclama dedicación exclusiva para cumplir con las funciones para las que juró el pasado martes, para lo cual debería renunciar a su banca en la Cámara de Diputados, o si quedarse a mitad de camino y sólo pedir una licencia al Congreso hasta que termine su mandato regional, en mayo de 2012. Hay quienes dicen, en el gobierno y en sus alrededores, que el temor del santacruceño a perder los fueros que, como legislador, lo protegen hasta esa fecha de cualquier citación judicial, obliga a extender el análisis y la definición del caso.
Diligentes diplomáticos al servicio de Jorge Taiana no han logrado, hasta ahora, despejarle aquella otra duda, que es saber si su cargo regional también lo protege de esos eventuales avatares. Le han dicho, como resumen, que no hay elementos que permitan asegurarlo, y que, en todo caso, la última instancia pasaría por una interpretación judicial, lo cual tampoco arroja tranquilidad alguna en los aposentos de Olivos.
Por si faltase algo, hay que agregar que, según los planes proselitistas del oficialismo, Kirchner deberá pedir licencia en la Unasur, a más tardar hacia fines de año, ya que, apenas arrancado 2011, se lanzará de lleno a la campaña electoral. Una perspectiva que no favorece la comprensión de aquellos mandatarios que, después de muchas idas y vueltas, finalmente aceptaron su postulación, no sin antes reclamarle dedicación exclusiva, so pena de demandárselo, como hizo público el ecuatoriano Rafael Correa. (...)".
| 09/05/2010 | 11:12
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Es muy interesante que varios columnistas dominicales avancen sobre lo ya denunciado por Urgente24.
Aqui, Eduardo van der Kooy en el diario Clarín:
"(...) La Argentina es, entre media docena, una de las naciones que no ratificó el tratado de creación de la Unasur. Es decir, ese bloque no existe todavía, formalmente, como tal. La ratificación debe provenir de las dos Cámaras: la clara minoría kirchnerista en Diputados representa una señal de alarma.
Superado ese obstáculo, podría sobrevenir otro: la licencia de Kirchner. No se trata sólo de números desfavorables. Aun en el caso de reunir una mayoría, tal vez con el respaldo de la centroizquierda, el ex presidente le temería a una discusión salvaje alrededor de su persona entre el oficialismo y la oposición. Si así fuera, se le podría consumir parte del crédito esforzado que obtuvo, al final, de los presidentes de la región.
La oposición, en su precariedad, intenta plantearle desafíos a los Kirchner que muchas veces quedan a mitad de camino. Aunque algún daño producen. Durante una discusión en Diputados sobre el canje de la deuda, Agustín Rossi, el jefe del bloque oficial, refutó críticas de Felipe Solá memorando el canje que había hecho el peronista disidente cuando era gobernador de Buenos Aires, en plena crisis.
Solá recogió el guante y reconoció tal acción. Pero se despachó con una anécdota que dejó perplejo al kirchnerismo. Contó que habló en ese momento (el 2005) con Kirchner por las dificultades que tenía para renegociar en los mercados externos una deuda de 2.900 millones de dólares. El entonces presidente aconsejó que el problema podía solucionarlo fácilmente con De Vido y con Uberti. Que esos funcionarios lo conectarían con Hugo Chávez.
La solución, al final, fue otra. Pero el relato de Solá repuso el problema de corrupción en la relación comercial con Venezuela que causa espanto aún en muchos kirchneristas. La comisión investigadora de Diputados se puso en marcha pero difícilmente prospere: la centroizquierda es reacia.
La oposición estaría urdiendo otro posible dolor de cabeza parlamentario para los Kirchner. Existiría inclinación en Diputados para introducir alguna modificación al proyecto del uso de reservas que, con holgura, el kirchnerismo dio media sanción en el Senado. Una modificación que obligaría al Gobierno a saldar previamente deudas con las provincias y que sería incluido en el mismo artículo que habilita el uso de reservas. Un incordio para el posible veto de Cristina.
La oposición está muy lejos todavía de delinear una alternativa de poder. Pero ha descubierto una fórmula para no perder vigencia: azuzar a los Kirchner y forzarlos a la transgresión. Una manera de distanciarlos más de la socieda (...)".
También avanzó sobre el tema Eugenio Paillet, en La Nueva Provincia, de Bahía Blanca:
"(...) Queda por verse, por otra parte, si efectivamente, como se planeaba hasta ahora, el encumbramiento de Kirchner al frente de los países que componen la Unión de Naciones Sudamericanas le sirve para recuperar prestigio regional e internacional, y aportar también aquella estrategia de levantarle la imagen a nivel nacional, en medio del avance del escándalo por el caso del presunto pedido de coimas a empresas de la agroindustria.
En la Casa Rosada sostenían, hasta no hace mucho, que el desembarco de Kirchner en la secretaría general de Unasur serviría para posicionarlo desde ese costado como el ineludible candidato del kirchnerismo, y del Partido Justicialista que lo acompaña, como aspirante a la sucesión de Cristina Fernández.
Kirchner persiste, por estas horas, en la duda de si honrar el artículo 10 del reglamento de la Unasur, que le reclama dedicación exclusiva para cumplir con las funciones para las que juró el pasado martes, para lo cual debería renunciar a su banca en la Cámara de Diputados, o si quedarse a mitad de camino y sólo pedir una licencia al Congreso hasta que termine su mandato regional, en mayo de 2012. Hay quienes dicen, en el gobierno y en sus alrededores, que el temor del santacruceño a perder los fueros que, como legislador, lo protegen hasta esa fecha de cualquier citación judicial, obliga a extender el análisis y la definición del caso.
Diligentes diplomáticos al servicio de Jorge Taiana no han logrado, hasta ahora, despejarle aquella otra duda, que es saber si su cargo regional también lo protege de esos eventuales avatares. Le han dicho, como resumen, que no hay elementos que permitan asegurarlo, y que, en todo caso, la última instancia pasaría por una interpretación judicial, lo cual tampoco arroja tranquilidad alguna en los aposentos de Olivos.
Por si faltase algo, hay que agregar que, según los planes proselitistas del oficialismo, Kirchner deberá pedir licencia en la Unasur, a más tardar hacia fines de año, ya que, apenas arrancado 2011, se lanzará de lleno a la campaña electoral. Una perspectiva que no favorece la comprensión de aquellos mandatarios que, después de muchas idas y vueltas, finalmente aceptaron su postulación, no sin antes reclamarle dedicación exclusiva, so pena de demandárselo, como hizo público el ecuatoriano Rafael Correa. (...)".



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