La pista local del 'coimagate'
Cómo operaba una de las empresas acusadas por el caso de las comisiones a Venezuela. Los viajes con Uberti.
Hasta hace un mes, José Ernesto Rodríguez era un desconocido. Pero el caso de las supuestas coimas denunciadas por el ex embajador en Caracas, Eduardo Sadous, lo sacó del anonimato.
Rodríguez se convirtió en un eslabón clave en la trama de presunta corrupción: es el presidente de Madero Trading, una de las intermediarias denunciadas en el expediente judicial, que cobraba el 3% de comisionesa las empresas que buscaban hacer negocios con Venezuela.
El 12% restante lo facturaba Palmat, la empresa de Roberto Wellisch, otro argentino radicado en Venezuela y con oficinas en Miami. La Justicia investiga si esos porcentajes encubrían comisiones que fueron a parar a manos de funcionarios argentinos.
De este lado del mapa, Rodríguez tuvo un ascenso veloz en los negocios con Caracas y se convirtió en la conexión local del escándalo. Además de la intermediaria Madero Trading, se quedó con la representación en la Argentina del Banco de Guayana, que tiene sede en Venezuela.
Contactos. Rodríguez es un hombre hábil para generer vínculos y cerrar negocios. Antes de estar al frente de Madero Trading trabajó durante diez años para Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA) del empresario Enrique Pescarmona, un hombre de buena llegada al Gobierno y con varios emprendimientos en Venezuela.
Pescarmona es el mismo empresario que se reunió con Guido Alejandro Antonini Wilson en Buenos Aires horas antes de que el valijero se metiera en la Casa Rosada. Rodríguez era gerente de Desarrollo en IMPSA y se encargaba, entre otras funciones, de cerrar contratos de venta de turbinas para centrales hidroeléctricas.
Hasta hace un mes, José Ernesto Rodríguez era un desconocido. Pero el caso de las supuestas coimas denunciadas por el ex embajador en Caracas, Eduardo Sadous, lo sacó del anonimato.
Rodríguez se convirtió en un eslabón clave en la trama de presunta corrupción: es el presidente de Madero Trading, una de las intermediarias denunciadas en el expediente judicial, que cobraba el 3% de comisionesa las empresas que buscaban hacer negocios con Venezuela.
El 12% restante lo facturaba Palmat, la empresa de Roberto Wellisch, otro argentino radicado en Venezuela y con oficinas en Miami. La Justicia investiga si esos porcentajes encubrían comisiones que fueron a parar a manos de funcionarios argentinos.
De este lado del mapa, Rodríguez tuvo un ascenso veloz en los negocios con Caracas y se convirtió en la conexión local del escándalo. Además de la intermediaria Madero Trading, se quedó con la representación en la Argentina del Banco de Guayana, que tiene sede en Venezuela.
Contactos. Rodríguez es un hombre hábil para generer vínculos y cerrar negocios. Antes de estar al frente de Madero Trading trabajó durante diez años para Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA) del empresario Enrique Pescarmona, un hombre de buena llegada al Gobierno y con varios emprendimientos en Venezuela.
Pescarmona es el mismo empresario que se reunió con Guido Alejandro Antonini Wilson en Buenos Aires horas antes de que el valijero se metiera en la Casa Rosada. Rodríguez era gerente de Desarrollo en IMPSA y se encargaba, entre otras funciones, de cerrar contratos de venta de turbinas para centrales hidroeléctricas.



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