Grecia, con paquete aprobado y el clamor de siempre: "Que la crisis la paguen los ricos"

El programa de austeridad, que le permitirá a Grecia acceder a un paquete de ayuda financiera europea y del FMI, fue aprobado por 172 diputados a favor, 121 en contra y 3 abstenciones. En tanto, se producen nuevas manifestaciones de protesta en Atenas, 1 día después de la huelga general que registró 3 muertos durante un intento de quema de un banco.

| 06/05/2010 | 14:21


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) El Parlamento de Grecia aprobó este jueves (06/05) por mayoría absoluta (el partido en el poder tiene control legislativo9 el programa trianual para reducir el déficit fiscal, que le permitirá acceder a un paquete de ayuda financiera europea y del Fondo Monetario Internacional (FMI) por €110.000 millones en 3 años para evitar la bancarrota.

Una manifestación de miles de personas -18.000 según la Policía- ha atravesado la plaza de Syntagma y ha llegado a las puertas del Parlamento donde se encontraban los parlamentarios reunidos.

Los manifestantes han gritado su ira, su rabia y su oposición a las medidas de austeridad. Según las agencias de noticias, el reclamo estándar fue: "Que la crisis la paguen los ricos".

¿Cómo conseguir el aporte proporcional en un ajuste de ingresos? Ese parece resultar la cuestión más importante, y no resuelta.

La gente de a pié es víctima de otros que malgastaron, que endeudaron a Grecia, que se llevaron el dinero afuera del país, y resulta que ahora se les exige a todos igual sacrificio.

En el caso de Grecia, se trata de una protesta ecléctica, con manifestantes de todo tipo: abuelos jubilados, amas de casa con hijos en el paro y jóvenes desesperados.

Los sindicatos han anunciado nuevas manifestaciones.

El plan de ahorro, por un monto de €30.000 millones en 3 años, abarca duros recortes salariales y de las jubilaciones, tanto en el sector privado como el público y vetará nuevas contrataciones de estatales en los próximos 3 años.

El avance en la aplicación del programa de austeridad será seguido por un consejo de vigilancia, cuya composición debe decidirse y en el que participarán expertos del FMI, el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE), los tres organismos que concederán la asistencia.

Su informe Nº1 se presentará en junio y de sus resultados dependerá que prosiga el flujo de la ayuda exterior, de €80.000 millones del Eurogrupo y €30.000 millones del FMI.

En la zona se ha producido un fortísimo y espectacular despliegue policial. Los agentes han registrado a personas sospechosas en la busca de palos, armas y, especialmente, cocteles molotov.

El llamado plan de austeridad ha sido adoptado por 172 votos a favor, 121 en contra y 3 abstenciones, informa el diario Kathimeriní, de Atenas.

El plan prevé drásticos recortes en el gasto público. Pensiones, salarios de funcionarios y otros beneficios sociales serán recortados y los impuestos subirán. Hasta la fecha ya se ha aplicado el aumento del 10% en los impuestos sobre el tabaco, el alcohol y los combustibles, además de una subida del IVA, un incremento de la edad de jubilación y la flexibilización de los despidos.

El proyecto apunta a ejecutar medidas contundentes para consolidar el presupuesto, incluido un recorte del déficit público del 13,6% actual del Producto Interior Bruto (PIB) a menos del 3% hasta 2012.

El rechazo es por los recortes salariales y las subidas impositivas. A los empleados públicos se les reducirá el sueldo 30% y los 2 sueldos anuales extraordinarios o complementarios que percibían (hasta ahora cobraban algo así como un aguinaldo por trimestre, en términos argentinos).

Además, se subirán los impuestos sobre el alcohol, el tabaco y la gasolina y se incrementará el IVA en dos puntos (del 21 al 23%).

También se contempla bajar las pensiones a los jubilados.

El líder de la oposición, Antoni Samaras, del partido de centro-derecha Nueva Democracia, había avisado que votaría en contra del programa de austeridad. El Gobierno tampoco ha podido contar con el apoyo de comunistas y radicales, que ya habían asegurado que se opondrían a cualquier recorte del presupuesto.

Muy interesante el comentario de Carlos Sánchez en la web madrileña Cotizalia:

La crisis internacional comenzó siendo de carácter financiero. A continuación se trasladó a la economía real. Y, por último, ha estallado en términos de riesgo país. Ahora, sin embargo, amenaza con convertirse en una crisis política. Sobre todo después de los graves sucesos ocurridos ayer en Grecia, donde tres personas fallecieron a causa del incendio provocado en un edificio del centro de Atenas por manifestantes que protestaban contra las medidas de austeridad del Gobierno Papandreu.

Se trata de un hecho sin precedentes en Europa en mucho tiempo, y de ahí que algunos analistas hayan comenzado a poner en cuestión la dura medicina que le han impuesto a Grecia tanto el FMI como la Unión Europea a cambio de prestarle €110.000 millones en 3 años (recortes de salarios y pensiones o una brutal subida de impuestos indirectos). Por primera vez, se alzan voces que critican abiertamente la intensidad del ajuste, y ayer el propio Zapatero se desmarcó de quienes quieren hacer “drásticos recortes” que, en su opinión, ponen en jaque la recuperación económica, y condenan a los países concernidos a un largo periodo de contracción económica.

Kenneth Rogoff, antiguo economista jefe del FMI, ha recordado en declaraciones a la BBC que comienzan a existir entre paralelismos entre la situación griega y la argentina de los primeros años 2000. “En Argentina, los rescates del FMI sólo retrasaron un final que terminó con una cesación de pagos extremadamente traumática", aseguró Rogoff.

En 2001, la Argentina cerró un acuerdo de US$ 40.000 millones con el Fondo Monetario Internacional, la banca acreedora, las aseguradoras y el Reino de España para evitar una suspensión de pagos. Pero en diciembre de ese mismo año, el país tiró la toalla y declaró el temido default, término que se había convertido en uso corriente en el nivel nacional. Aquella crisis acabó siendo de naturaleza política.

En esta línea se manifiesta el analista Janis A. Emmanouilidis, del European Policy Centre, para quien “un estallido importante de malestar social en Grecia o en otra parte podría afectar al público más general de la UE de maneras diversas e impredecibles”.

Como una especie de premonición, Emmanouilidis recordaba hace unos días en este artículo que Grecia “ya fue testigo de estallidos de violencia en su historia reciente”, y aunque continua ”estando lejos de un estallido radical, no se puede excluir la posibilidad de reacciones feroces en las calles de Atenas o en otras ciudades importantes”.

No se trata de un análisis tremendista. La propia Angela Merkel sostuvo ayer ante el Parlamento alemán que “la suerte de Europa estaba en juego, en la crisis más seria en los 11 años de historia de la moneda única”. Otros países de la zona euro, recordó, podrían sufrir la misma suerte a menos que el rescate internacional a Grecia tenga éxito.

“Para salvaguardar la recuperación económica, que sigue siendo de frágil, es absolutamente esencial contener el fuego en Grecia para que no se vuelva un incendio forestal y una amenaza para la estabilidad financiera y la Unión Europea y toda su economía", dijo por su parte el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea, Olli Rehn.

Y es que el calendario de consolidación fiscal aprobado por la UE comienza a ser una dura losa para algunos países, hasta el punto de que si se cumplen las previsiones publicadas por Bruselas, naciones como España o el resto de países mediterráneos tiene por delante un duro periodo de sacrificio. La Comisión Europeo estimó ayer que en 2011 la economía española se contraerá 0,4%, pero es que en 2011 tan sólo crecerá un 0,8%, lo que explica que al menos durante los dos próximos años la tasa de desempleo seguirá rondando el 20% de la población activa.

La causa de tan prolongado periodo recesivo tiene que ver con la contracción del consumo público, que en 2010 aún crecerá 0,2%, mientras que 1 año más tarde caerá 1,2%, lo que significa que el gasto público tendrá un comportamiento procíclico. Ahondará más la recesión, aunque probablemente de manera inevitable. Pese a ello, el déficit presupuestario todavía representará el 8,8% del PIB ese año, lo que tiene mucho que ver con las dificultades de España para aumentar la recaudación fiscal. Bruselas calcula que los ingresos públicos apenas representarán 35,9% del PIB el año 2011, más de 8 puntos por debajo de la eurozona.

Este largo periodo de ajuste va a ser común a los países mediterráneos. Y no parece ser una casualidad que los únicos tres países que crecerán por debajo del 1% el año próximo (después de tres años de recesión) serán España, como se ha dicho, Grecia y Portugal. Un -0,5% en el primer caso y 0,7% en el segundo, frente al 1,5% que aumentará la actividad económica en la zona del euro.

Tiempos duros, por lo tanto, y eso puede explicar que algunas formaciones políticas se opongan a la medicina del ajuste. Incluso en Grecia, como ayer revelaba la prensa helena. Nueva Democracia, el partido del anterior primer ministro y responsable del colapso del suicidio económico griego con su manipulación de datos y su enorme capacidad de gasto público, ha anunciado que votará en contra del recorte. ¿Qué significa esto? Pues que el Pasok, el Partido Socialista, tendrá que correr en solitario (160 de los 300 escaños del Parlamento) con el desgaste político del ajuste, presionado por su derecha y por la izquierda comunista.

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