España recordó tarde cómo jugar bien

España cerró un Mundial para olvidar con un triunfo honroso ante Australia. No había ningún motivo para sonreir antes de las vacaciones anticipadas. La nostalgia embargó a la selección en el adiós de David Villa, gran protagonista en Curitiba. Marcó un gol y se marchó llorando. Australia salió con la lección bien aprendida, y tal como ya hicieran Holanda y Chile, presionó la salida del balón de los españoles. Pero esta vez, la Roja logró recuperar terreno poco a poco.

Tenía tantas ganas Villa de jugar y de marcar su gol Nº60 que no entendió el cambio de Vicente Del Bosque en el 57' por el inédito Mata. "No hombre, no", se pudo leer en sus labios mientras se marchaba enfadado hacia la banda dejando atrás los mejores números de la Roja. Fue sentarse en el banquillo y romper a llorar. No quería marcharse así. Quizá haya ocasión para algún homenaje.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). La selección española se despidió de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014 con una victoria por 0-3 ante Australia en el partido en el estadio Arena da Baixada de Curitiba.

 

España tardó 23 minutos en crear algo de peligro. Fue en un remate de Jordi Alba tras un taconazo de Villa. No era un partido más para él, capaz de sorprender a Jedinak con una bicicleta, y un 'pase de la muerte' al que no llegó nadie. 

 

Andrés Iniesta, en su partido Nº100 con la selección roja, fue clave en la habilitación de las jugadas más peligrosas de los españoles. Él encontró a Juanfran por la derecha, el Atlético de Madrid alcanzó la línea de fondo y su pase atrás lo remató de tacón David Villa (0-1, 36’): es el máximo goleador de la historia de la selección española: 59 goles en 97 partidos.

 

Su gol número 59 lo celebró besando 9 veces el escudo nacional en su camiseta. Una por cada gol en sus 12 partidos en los Mundiales. Fue la reivindicación de un pasado irrepetible que también evocó Iniesta con su pase a Juanfran y el posterior a Cazorla en otra buena jugada de España al filo del descanso. 

 

A continuación tuvo que lucirse el arquero Pepe Reina para despejar forzado la llegada de Adam Taggart.

Tenía tantas ganas Villa de jugar y de marcar su gol Nº60 que no entendió el cambio de Vicente Del Bosque en el 57' por el inédito Mata. 

 

"No hombre, no", se pudo leer en sus labios mientras se marchaba enfadado hacia la banda dejando atrás los mejores números de la Roja. Fue sentarse en el banquillo y romper a llorar. No quería marcharse así. Quizá haya ocasión para algún homenaje.

 

Mal de todas formas Vicente, quien se ha equivocado de cabo a rabo desde que llegó a Brasil. Para el último partido optó por poner a Xabi Alonso y así evitar suspicacias. Igual que el díscolo Cesc Fábregas, que entró en el 68' por Cazorla. Fue la mejor manera que encontró el seleccionador para quitarle hierro a la bronca del otro día.

 

En el 69', Iniesta regaló el 2 a 0 a Torres con un pase excelso para que el Niño batiese por bajo a Ryan con una definición correcta. 

 

Y en el 82', Cesc puso en bandeja el tercero a Mata, siempre dispuesto a aprovechar sus escasas oportunidades. Australia había caído en las redes de España.

 

La 2da. mitad decayó notablemente en intensidad. Empezaron los cambios. Villa, máximo goleador de la Roja en los Mundiales con nueve dianas, dejó su sitio a a Juan Mata. Entró Cesc Fábregas por Cazorla. Pero permaneció Iniesta, quien de nuevo encontró un pase magistral para asistir a Fernando Torres que no falló ante el portero (0-2, 69).

 

Con Australia rendida, España se reconcilió con su juego y movió a placer el balón. Así, Cesc Fábregas conectó un pase diagonal para que Juan Mata, en la derecha, ampliase el marcador (0-3, 82’).

 

Con esta victoria, España hizo las maletas como 3ra. del Grupo B. Y Australia es el 4to.