Por lo que se vio hasta ahora, este equipo no está para campeón

La Selección argentina se encuentra lejos de su mejor nivel, algo que ya había insinuado en el encuentro inicial contra Bosnia y que se confirmó ante el conglomerado iraní, que pudo haberse quedado con el partido.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Agónico triunfo de la Selección argentina... ¡contra Irán!
El consenso entre analistas e hinchas es el mismo. El equipo se encuentra lejos de su mejor nivel, algo que ya había insinuado en el encuentro inicial contra Bosnia y que se confirmó ante el conglomerado iraní, que pudo haberse quedado con el partido.
El equipo que dirige Alejandro Sabella consiguió la clasificación a 8vos de final con los 6 puntos (que al fin y al cabo parece lo importante). Pero deja abiertas muchas preguntas y una única certeza: con este nivel de juego no hay posibilidades de conseguir la Copa del mundo.
Más si en el mismo certamen hay selecciones como las de Francia u Holanda, que han convertido 8 goles cada uno en tan sólo 2 partidos.
Cualquiera hubiera esperado una victoria por goleada de la Argentina sobre un equipo que no tiene pergaminos suficientes en el fútbol mundial, como lo es Irán. No ocurrió.
Apareció Lionel Messi para salvar al equipo de un empate a muy poquito del final del partido. El comentario de Sabella tras el sufrido desenlace fue que "teniendo a Messi todo es posible".
El voluntarismo también profundizó la incertidumbre.
Al igual que ocurrió en la primera jornada ante Bosnia, los elegidos por Alejandro Sabella mostraron su peor cara ante uno de los rivales más débiles de todo el Mundial. 
 
De poco le sirvió al técnico alinear esta vez un elenco más ofensivo, pues ni siquiera con sus supuestos '4 fantásticos' (a veces, los periodistas deportivos rotuna con una liviandad... ) -Agüero, Higuaín, Di María y Messi- fue capaces de dinamizar el juego de un bloque lento, gris y carente de profundidad ni ideas.
 
Lo de la Argentina se parece demasiado a lo de la España que pegó la vuelta en forma apresurada. La blanquiceleste tiene la fortuna de que juega en una zona F que la beneficia mucho porque si tuviese enfrente equipos importantes, estaría muy cerca de la performance Corea Japón 2002.
 
La fortuna y un fogonazo de genialidad de un Messi que -pese al gol-, tampoco se libró de la mediocridad general, bastaron a Argentina para desequilibrar la balanza ante una Irán que, en la segunda mitad, se estrelló ante Romero. El meta argentino evitó el descalabro de los suyos con varias intervenciones decisivas.
 
Demasiado alejado del área, y bajando a buscar casi siempre el balón a la media, Messi no destacó. Pero, cuando todo apuntaba a que el duelo acabaría con el 0-0 inicial, el '10' del Barça salió al rescate de la albiceleste superando a Haghighi con una de sus clásicas internadas desde la banda derecha hacia el centro. Tras plantarse en la frontal, envió el balón a la red conectando un potente zurdazo ajustado al poste (1-0, 91').
 
Irán plantó cara hasta el final, y su defensa dejó en evidencia la alarmante falta de recursos de los de Sabella. A Argentina le sirvió de poco tener el monopolio del balón. Casi todas sus ocasiones de gol llegaron en acciones a balón parado, ya sea de falta (Messi, 32') o de córner (Rojo, 24' o Fernández, en el 44'). El resto corrió a cargo del inspirado meta Haghaghi, providencial desbaratando sendos remates de Higuaín (13'), Agüero (21').
 
El combinado asiático no se arrugó, y su menor potencial y jerarquía no le privaron de llevar peligro al área rival. Casi siempre de contraataque, o bien a balón parado. Hoseini (4' y 41') estuvo a punto de marcar antes del descanso.
 
Las fuerzas se igualaron aún más en la reanudación, cuando los de Queiroz creyeron más en sus posibilidades. Romero fue clave exhibiendo sus reflejos ante Ghoochannejad (53').
 
El duelo se cio salpicado también por la polémica, ya que un minuto después, el árbitro Milorad Mazic pasó por alto un claro penalti a favor de Irán por derribo de Zabaleta a Dejagah en el área.
 
Sin capacidad de desborde, Messi probó fortuna en el 59' con un disparo que salió desviado. Y poco después con un lanzamiento de falta que se estrelló en el lateral de la red.
 
La entrada de Palacio y Lavezzi en lugar de los discretísimos Higuaín y Agüero no cambió demasiado las cosas, pues Argentina continuó mostrándose inoperante hasta la exasperación, especialmente en ataque.
 
Palacio, de cabeza, estuvo cerca de sorprender a Haghighi. Y, acto seguido, una contra de Dejagah que desvió Romero no hizo saltar la banca de puro milagro. El intercambio de golpes era cada vez más igualado.
 
Al filo del final, casi en el bochorno, apareció Messi para meter a Argentina en octavos. Demasiado premio para un equipo que, pese al potencial que se le presupone, ofrece muchas más sombras que luces.

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