Capitanich quiere que De Vido pague el costo de los cortes de luz

Los coletazos de la crisis eléctrica amenazan con terminar con la luna de miel del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich,  que tras asumir y dar señales de “relanzamiento del Gobierno”, cumplió un mes de gestión en medio de cortocircuitos en Gobierno. En especial, con un funcionario clave detrás de la política energética: el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.

Uno de los hombres que acompaña a Capitanich en su gestión lo comentó con claridad. “Coqui (como le dicen al jefe de Gabinete) no puede creer que no se pueda hacer nada a nivel oficial con las empresas y que haya cortes de luz. Le parece inconcebible y así se lo transmitió a De Vido”, resaltó.

La recriminación de Capitanich a De Vido habría sido por la falta de instrumentos de Planificación para solucionar un problema que se arrastra desde hace años y la inexistencia de un plan de previsibilidad. De allí es que De Vido al ver la crítica del jefe de Gabinete expresó que va a presentar batalla “a quienes quieren hacernos pagar los platos rotos de la energía a nosotros”.

“¿Cómo va hablar de cortes programados, como en la época de (Raúl) Alfonsín? Eso es querer perjudicar al mismo Gobierno”, habría expresado De Vido en confianza con algunos de sus colaboradores más cercanos. Tal fue el revuelo que Capitanich se dio cuenta de la interna que había generado su idea de los cortes programados que después se desdijo y quedó bastante mal parado.

Igualmente, la gente del jefe de Gabinete asegura que el ex gobernador del Chaco quiere que De Vido se haga cargo de la crisis energética y evitar que la misma arrastre su corta gestión.

Habladurías. Además, en el Ministerio de Economía y de Planificación empiezan a cuestionarsi es conveniente que Capitanich salga hablar todos los días, haciendo conferencias de prensa al estilo Carlos Corach, el ex jefe de Gabinete de Carlos Menem. “Por ahora cuenta con el aval de la Presidenta para hacerlo, pero es probable que esto se restrinja quizás un poco, porque hay algunos ministros y funcionarios que le llenan la cabeza a Cristina para que le ordene tener menor exposición”, apuntó una de las fuentes consultadas en la Casa Rosada.

Confiado después de sus primeras apariciones en los pasillos de la Jefatura de Gabinete y con los periodistas preguntando desordenadamente, el chaqueño se mudó a la Sala de Conferencias y prefiere hablar con los medios con una modalidad que no le permite mayores evasivas y lo deja expuesto a contradicciones o retrocesos.

“Hay cruces también entre la gente que debe marcar las directivas de la comunicación oficial”, agregó la misma fuente de la Casa Rosada.