Esperando el mensaje de fin de año de Cristina (hasta medianoche hay tiempo)

No hubo mensaje presidencial por Nochebuena y Navidad. Es cierto que se trata de una celebración exclusivamente cristiana pero ella intenta agradar al papa Bergoglio y, al fin de cuentas, es la Presidenta de una Nación que contempla la financiación del culto católico apostólico romano desde su Constitución... Pero se puede conceder que ella estaba aún agotada y en días de reflexión. Obvio que este pensamiento no encaja con el veloz desmentido a la banalidad de Carlos Kunkel proponiéndola para 2015 pero seamos condescendientes porque es el último día de 2013. Ahora sí se espera de ella un mensaje de fin de año, un deseo para 2014, ¿o es que en El Calafate hay otro calendario?


por EDGAR MAINHARD
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). ¿A qué hora habla Cristina Fernández de Kirchner? Ya es el mediodía del martes 31/12 y queda apenas la mitad de la jornada para que lo concrete. ¿Habrá un mensaje por cadena nacional? Ella ha abusado tantas veces de ese instrumento que resultaría apropiado que lo utilizara en esta ocasión. ¿Será un mensaje a través de alguna de las redes sociales que utiliza? ¿Facebook o Twitter? El rol institucional de la Presidenta de la Nación amerita un mensaje a todos (y a todas). De lo contrario,unos volverán a los rumores de acefalía anímica de la mandataria. Otros, al enojo por la desaprensión. Y no faltarán las críticas porque ella sí se preocupó en desmentir al verborrágico aunque, probablemente por eso, poco creíble Carlos Kunkel -quien vaticinó un 2015 electoral para la Jefa de Estado en declinación, algo que sólo le interesa al diezmado Frente para la Victoria- pero ella estaría despreocupándose de lo importante ya que Cristina acostumbra recordar que es la Presidenta de los 40 millones de argentinos.
Por lo tanto, hay que apostar a que, en lo que resta de la jornada, ella hablará. Resultaría muy grave que ella no aparezca. Alfredo Scoccimarro debería estar corrigiendo los apuntes del discurso, que sea breve pero profundo, y sin videos de Florencia Kirchner, por favor. Ni gatos ni perros. Algo más o menos formal. El horno no está para bollos.
Es cierto que ha sido un diciembre muy difícil para la Presidenta pero mucho más lo fue para quienes llevan medio mes sin energía eléctrica, por ejemplo. Y no se puede minimizar el problema tal como lo hizo el torpe Jefe del Gabinete de Ministros, quien intentó circunscribir el problema al 1% o al 3% de los usuarios del servicio público (maldición... comenzamos a extrañar a Juan Manuel Abal Medina Jr. y es una pésima señal... ).
Sin embargo, un mensaje de fin de año tiene el propósito de desear mejores tiempos futuros.Cristina tendría la posibilidad de enviar buenaventuras para 2014.
Hay quienes afirman que, sin embargo, hay un problema con ese enfoque: anhelar días más venturosos supone cambiar algo de lo que anda mal en el presente, y Cristina siente hastío o terror, vaya uno a saberlo, por el cambio. En verdad, ella cambia para no cambiar nada. Modifica para mantener todo igual. De lo contrario no se entenderían sus designaciones de colaboradores.
Importante para quienes esperan un mensaje presidencial: no esperen autocríticas. Deberán imaginar que someterla a semejante estrés equivale a enviarla de regreso al Instituto Favaloroporque le provoca sindrome de fatiga crónica.
Sin embargo, por un momento y ya que en el último día del año es aconsejable ser generoso y hasta flexible, es posible deslizar la imaginación para encontrar una Cristina Fernández de Kirchner que, en su mensaje de fin de 2013 y comienzo de 2014, acepte enviar deseos de mejores días dando por seguro que esta vez sí concretará cambios verdaderos de colaboradores. Pregunta: ¿aceptaría, entonces, modificar sus políticas? Porque ahí está la trampa de todos los buenos deseos presidenciales. Ella exige un mensaje que ratifique todo lo que hizo, que confirme a sus colaboradores (incluyendo a Julio De Vido), que avale las políticas equivocadas (que llevaron a los cortes de energía de diciembre, por ejemplo) y, por supuesto, que sea del agrado de 40 millones de argentinos... aún cuando ella hoy día tiene una imagen positiva del 25% o menos (Poliarquía abstenerse de opinar, por favor). Eso es imposible. En esas condiciones, un mensaje presidencial sería arrojar nafta al fuego (no, nafta no porque hoy día casi casi hay que importarla. Arreglémonos con leña).
Para que Cristina pueda dar su mensaje de fin de año y que sea aceptado por sus gobernados, ella deberá realizar algunas concesiones. Por ejemplo, que al lamentar lo malo de 2013, el sentimiento parezca verdadero. Al fin de cuentas ella sufrió 2 derrotas electorales en ese lapso, lo cual es inédito para los Kirchner. Luego, que al desear un mejor 2014, sea para todos y no sólo para Máximo, Lázaro Báez y Gerardo Ferreyra (quien 'corta clavos' en este fin de año porque los chinos parece que no aceptan los avales para financiar las benditas represas santacruceñas).
En definitiva, seguimos esperando un mensaje de fin de año desde el corazón, pleno de generosidad y 'buena leche'. Tenemos tiempo hasta medianoche.

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