Una gigantesca mancha de petróleo avanza hacia la costa de los Estados Unidos

Calculan que son 800 mil los litros de crudo que se desparramaron en el mar después que explotó una plataforma en el Golfo de México.
Fotografía facilitada por Greenpace hoy, jueves 29 de abril de 2010 que muestra una zona del Golfo de México al sur de la costa de Louisiana, Estados Unidos, en la que unos barcos intentan contener la capa de petróleo vertido tras la explosión y hundimiento de una plataforma petrolera propiedad de British Petroleum el pasado 20 de abril. La secretaria de Seguridad Nacional de EEUU, Janet Napolitano, dijo que la catástrofe amenaza con ser la más grave de la historia del país | Foto: EFE

El derrame de crudo en el Golfo de México es una catástrofe de "importancia nacional", declaró este jueves el gobierno estadounidense, que ofreció "todos los recursos disponibles", cuando los vientos amenazaban con llevar la marea negra hacia la frágil costa de Luisiana. Mientras el gobernador de Luisiana (sur), Bobby Jindal declaraba el estado de emergencia ante la inminente llegada de crudo a las costas del delta del Mississippi, los servicios de rescate iniciaban una carrera contrarreloj.

El presidente estadounidense Barack Obama ofreció, durante una reunión especial sobre la situación, "todos los recursos disponibles", incluyendo los militares, en un intento por evitar una posible catástrofe medioambiental. La presencia de la gigantesca marea negra, cuyo crecimiento es cinco veces más rápido de lo que se pensaba inicialmente, a apenas 15 millas náuticas de las costas de las frágiles costas de Luisiana, dominó la rueda de prensa en la Casa Blanca. "Vamos a utilizar todos los recursos disponibles, posiblemente incluyendo aquéllos del Departamento de Defensa", señaló el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, a la prensa.

Por su parte, la secretaria de Seguridad Interior Janet Napolitano anunció que el derrame de petróleo en el Golfo de México fue declarado desastre "de importancia nacional", lo que permite utilizar equipamientos y recursos de todo el país para combatirlo. La urgencia del gobierno estadounidense se debe al hallazgo el miércoles de una nueva fuga, que estima en "más de 5.000 barriles por día (800.000 litros)" el volumen de petróleo que se vierte en el mar. Asimismo, la contralmirante de guardacostas estadounidense Sally Brice O'Hara dijo en la misma reunión informativa especial que la marea negra tocará tierra algún momento "de la tarde de mañana" viernes. Napolitano insistió sobre el hecho de que el grupo británico BP, que explotaba la plataforma petrolera, es "responsable" del derrame de crudo y exigió que reaccione de la mejor manera posible.

Barreras flotantes fueron desplegadas cubriendo unas 20 millas náuticas frente a las costas de Luisiana para intentar contener el petróleo. Pero, según el gobernador, son insuficientes y haría falta desplegar más. Una flotilla desplegada por los guardacostas y por BP logró rodear parte de la napa y atraparla entre las barreras flotantes. Una "pequeña boya" fue enviada de inmediato al interior de esa mancha e inició un fuego con éxito, según los guardacostas. Pero incendiar la mancha de petróleo trae nuevos problemas ambientales, despidiendo enormes nubes de humo negro tóxico hacia el cielo y dejando residuos aceitosos en el mar, por lo cual estas operaciones deben ser constantemente monitoreadas.

El objetivo de la operación es proteger el ecosistema de la costa y los pantanos de Luisiana, santuario para la fauna, en particular para las aves acuáticas. Los otros estados de la región -Florida, Alabama y especialmente Mississippi- temen que la marea negra afecte sus playas y contamine sus zonas pesqueras, cruciales para la economía local. Criadores de camarones de Luisiana presentaron una demanda contra BP por "negligencia" y "contaminación" para obtener un resarcimiento de cinco millones de dólares, indica el texto que obtuvo la AFP este jueves, en lo que se prevé será una "demanda colectiva". La plataforma 'Deepwater Horizon', propiedad de la sociedad Transocean, contenía 2,6 millones de litros de petróleo en depósito y extraía cerca de 1,27 millones de litros por día. La plataforma se hundió dos días después de producirse el pasado 20 de abril una explosión y un posterior incendio a bordo. Once personas figuran como desaparecidas. El martes fallaron los intentos de sellar dos filtraciones en un oleoducto que conectaba la plataforma petrolera a la fuente de origen, a pesar de una operación de cuatro submarinos robotizados a 1.500 metros de profundidad

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