Acusan a un excolaborador de Massa de participar en una millonaria estafa

Al menos 15 personas acusaron al empresario Alejandro Martín Tejo,dueño de la empresa T-Corp, de haberlos estafado en la venta dedepartamentos de pozo -revendidos simultáneamente- que nunca fueron terminados.


Sin embargo, en la maniobra no sólo estaría implicado Alejandro Tejo, sino también su padre, Jorge Horacio Tejo, exdelegado municipal de Avellaneda, y hasta hace semanas atrás, candidato a concejal por el Frente Renovador en Avellaneda, según confirmaron a este portal compañeros de militancia suyos. Su lugar fue ocupado por su otro hijo, Jorge Sebastián Tejo, actual candidato a concejal.
Hasta hace algunas semanas, en la página oficial del partido Jorge aparecía en la lista de concejales de ese partido. Consultado por Perfil.com por su candidatura, Tejo explicó: "Estuve en la lista hasta que se solucionara el problema de mi hijo (no tenía domicilio de Avellaneda). Cuando sucedió, salí".
El caso. T-Corp comercializó tres edificios en la Ciudad de Buenos Aires, ubicados en Blanco Encalada 4491, Potosi 4428 y Ramallo 3226. En los tres se repitieron los mismos problemas: personas que compraron un departamento, pagaron adelantos en pesos o dólares, pero la obra nunca se terminó. De un momento a otro, mientras se sucedían los reclamos por la fecha de finalización de la obra, se enteraron de que las propiedades tenían varios dueños a la vez.
En promedio, cada denunciante habría destinado unos 200 mil pesos para los supuestos edificios que jamás se terminaron. Hoy en T-Corp nadie atiende el teléfono, aunque Alejandro Tejo aseguró a Perfil.com que "si bien no hay recepcionista, sigue trabajando la compañía".

Uno de los compradores afectados fue Gustavo Fernández, quien contó a Perfil.com su experiencia: "Compré el departamento 1° 'A' (2 ambientes) de Potosí 4428. Llegué a T-Corp a fines de junio del 2012. El valor del departamento fue de u$s 88.000. El 10 de julio de 2012 firmamos boleto con Tejo". "A partir de ese momento comencé a cumplir con las cuotas mensuales pagando en efectivo en mano desde agosto hasta diciembre de ese año; a partir de enero hasta junio del 2013 pagué por transferencia bancaria", prosiguió. Fernández asegura que pagó "la cuota de junio a la cuenta personal de Jorge Horacio Tejo, del Banco Comafi".

Otro de los damnificados fue Luciana Rimoldi, quien pagó más de 200 mil pesos para tener su vivienda en la calle Potosí. Luego de varios meses, Rimoldi y su pareja vieron que la obra se detuvo y nunca más se reanudó. 

"Yo hablaba personalmente con Alejandro Tejo y su padre (Jorge) apareció al final porque la empresa no daba más. Nos dijeron que iban a devolver la plata, pero nunca pasó. Ahora me enteré que revendió mi departamento", detalló la mujer.
Más perjudicados. Dos firmas de la Ciudad de Buenos Aires, Remax y Goldstein, pusieron en venta los edificios de Tejo. Pero ambos señalaron que la única forma de controlar a quienes acercan nuevos emprendimientos es chequear que no haya deudas y que los registros de propiedad estén en orden, algo que Alejandro tenía.

Juan Carlos Treco, martillero de Remax, contó que también fue estafado: "Varios de nosotros compramos departamentos también. Los papeles estaban en perfecto estado. Estaban sin ningún problema y los vendimos. Nosotros somos un damnificado más de este hombre".
A su vez, Marcelo Goldstein señaló que su suegra, Rosa Joszpe, compró uno de los departamentos. "Nos comprometimos en un boleto a plan de pago", contó. Su abogado, Leonardo Lubel, añadió que "el terreno estaba a nombre de Alejandro Tejo. Y hubo informe de inhibiciones y le salió limpio". 

Explicaciones. Jorge Tejo aseveró a Perfil.com que no estaba ligado al proyecto inmobiliario de su hijo. "No tengo nada que ver con el emprendimiento. Yo nunca integré esa empresa, no soy parte de la sociedad", aclaró. Sin embargo, los denunciantes aseguran que Tejo participó de varias reuniones. Fernández no fue el único que lo involucró. Un demandante -cuya identidad pidió mantener en reserva-, brindó detalles de la última reunión que tuvo con representantes de la empresa. Allí "estaba Jorge Tejo", señaló.

Su propio hijo Sebastián confirmó que el hombre se involucró en el negocio de Alejandro, aunque aclaró que él no está ligado a los desmanejos de su hermano: "Yo tengo mi laburo en Anses".
"Sé que tienen serios problemas y mi viejo está ahí para ayudarlo (a Alejandro) y arreglar las cosas, porque sé que se mandó mil cagadas", reconoció a Perfil.com. "Mi hermano no es un tipo que hizo eso y vive en Uruguay lleno de guita, más bien todo lo contrario. Tenemos poco y nada de diálogo. De ninguna manera va a desaparecer", prometió.
Por su parte, Alejandro Tejo se defendió de las acusaciones y explicó que están en un proceso de convocatoria. "Vimos irregularidades que queremos subsanar", justificó. Tejo dijo no ser responsable de la operación y agregó que "hubo una serie de personas que le hicieron mucho daño a la empresa". "Mi viejo vino a darme una mano en la empresa cuando yo empecé a echar gente por estas irregularidades", explicó, aunque no dio nombres de los supuestos exempleados de T-Corp.
En esa misma línea, el abogado de Alejandro Tejo, Osvaldo Natansohn, ratificó a Perfil.comque su cliente se presentará en concurso de acreedores y "en ese ámbito se solucionarán los problemas". Natansohn dijo no saber si T-Corp sigue en funcionamiento.
Abandono. Los tres edificios de Tejo quedaron sin terminar. E incluso, uno de ellos -el de Ramallo 3226- fue inhabilitado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por "demolición sin permiso".

Un exempleado de la empresa -que pidió mantenerse en el anonimato- dijo a este portal que "fueron entre 15 y 20 las personas estafadas". "A todos les inventaban algo nuevo. Y se llevaron la plata", lamentó.

(*) De la redacción de Perfil.com.

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