Pese a Kicillof, Adeba sigue negociando pero no es tan fácil...

Banqueros argentinos afirman que han firmado una carta de inicio de negociación con los acreedores litigantes para comprarles el total de sus acreencias. Pero algunas versiones indican que el acuerdo enfrenta graves obstáculos y que la delegación de la Asociación de Bancos Argentinos está embarcando de regreso a Ezeiza. De todos modos, hay coincidencia en que Axel Kicillof desconoce todo acerca del funcionamiento del mercado financiero internacional y les llamó la atención que siga desconociendo que el Estado argentino perdió un juicio en 3 instancias consecutivas y se encuentra descatando un fallo con las graves consecuencias que conlleva esa situación. Los bancos privados argentinos podrían sufrir consecuencias negativas en sus estados contables si ocurre un default extenso, y por eso buscan levantar cuanto antes el default argentino para lo que necesitan reponer el 'stay' y que el Estado argentino pueda pagar a los bonistas que entraron al canje.


Jorge Brito, presidente del Banco Macro y de Adeba.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Roque Fernández, ex ministro de Economía, dudó que los bancos privados compren la deuda en default a riesgo propio. "No me cierra que ellos vayan a pérdida o sea que asuman un quebranto para resolver un problema del Estado argentino".
"Yo esperaba que los acreedores fuesen un poco más flexibles. Me parecía más lógico eso. Con la Argentina en default, todo se complica más. Si los bancos privados compran la deuda al precio que la venden los bonistas, cabe preguntarse quién pagará la diferencia. Ahí no termina de cerrarme porque tendría que ingresar el Estado argentino, y podría afirmarse que es violatorio de la cláusula Rufo. No sé, no conozco", le dijo al canal TN que lo entrevistó.
En cambio el ex presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli, se mostró optimista: "Entiendo que se firmó una carta de intención para abrir negociaciones de manera tal que los bancos privados compren el total de la deuda en poder de los acreedores en litigio, y así levantar el default".
Pignanelli no aclaró quién absorbería la pérdida de los bancos entre el valor de mercado de los bonos y el valor pagado a los holdouts, que es el 100% de la paridad.
Pignanelli sí se extendió en la impericia de Axel Kicillof, quien según él, no conoce de qué está hablando.
De hecho, según Nelson Castro, la producción del canal TN habló con el negociador de Adeba (¿Sebastián Palla?), quien habría dicho que el contenido de la rueda de prensa de Kicillof, "no ayudó".
Precisamente Pignanelli dijo que el ministro demostró su inexperiencia al ser sorprendido por el comunicado de Daniel Pollack, que le leyó una periodista durante la rueda de prensa.
Habría que recuperar la memoria de lo que se dice ofertan los bancos privados nacionales, que tienen muchísimos bonos argentinos en cartera, y un default complicaría muchísimo su patrimonio, y por lo tanto, su solvencia.
 
Según datos del Banco Central, las entidades financieras cuentan con US$ 8.700 millones a la vista. De ese dinero, podrían usarse US$4.000 millones para pagar esta sentencia y comprar otros bonos en default que podrían sumarse al fallo. 
 
Por ese motivo la diputada nacional Elisa Carrió afirmó que si el presidente del Banco Central,Juan Carlos Fabrega "autoriza a los bancos a liberar los encajes para pagar a nos holdouts con el ahorro de los argentinos estaríamos ante un fraude a los ciudadanos ".
 
Por esa razón, Carrió envió una intimación al titular del BCRA:"Una cosa es garantizar la buena fe de una negociación y otra es una compra, vía liberación de encajes", argumentó Carrió.
 
¿Por qué la deuda la comprarían los bancos y no el Estado? Para que se trate de una negociación entre privados y no se dispare la cláusula RUFO. Esa cláusula, incluida en los canjes de 2005 y 2010, establece que si el Gobierno les ofrece a los holdouts cualquier acuerdo mejor que los de las reestructuraciones, debe mejorar también la oferta que aceptaron los bonistas del canje. Eso, según el Gobierno, podría representar reclamos de más de u$s 140.000 millones.
 
Pero esa cláusula vence en enero. Si los bancos compran la deuda, aceptarían que la misma siga"en default" (aunque con una sentencia judicial a favor) hasta entonces y recién el año que viene negociarían cómo cobrar, en principio en bonos de largo plazo.

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