El hijo de Aliverti manejaba ebrio con su víctima: "Traigo un atropellado"

Pablo Daniel García (28), el hijo del periodista Eduardo Aliverti que atropelló y mató a un ciclista, conducía con casi el triple del alcohol permitido en sangre.



Aunque ya fue liberado por la Justicia, los primeros peritajes determinaron que manejaba con 1,45 gramos de alcohol en sangre. El máximo dosaje de alcohol permitido es de 0,5 gramos.
García fue trasladado para un chequeo médico a un hospital de la zona y se le practicó el test de alcoholemia de la pipeta que, según fuentes judiciales, arrojó ése resultado.
El caso es investigado por la fiscal María Inés Domínguez, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Pilar, quien por estas horas intenta determinar si es cierto que al conductor no le importaba llevar un atropellado en el capot del auto -tal como lo denunció hoy la familia de la víctima-, o si en realidad quería pasar rápido el peaje para trasladarlo a un centro asistencial.
A raíz del impacto, Rodas voló sobre el vehículo y quedó incrustado en el parabrisas boca arriba, con el torso y la cabeza dentro del habitáculo, del lado del acompañante, y con las piernas sobresaliendo sobre el capot.
Según las fuentes, el automovilista no detuvo su marcha, tironeó hacia dentro del habitáculo al vigilador atropellado y manejó con la víctima a su lado los 17 kilómetros que hay desde el lugar del accidente hasta las cabinas de peaje de Pablo Nogués, en el partido de Malvinas Argentinas.
Fuentes judiciales informaron a Télam que en el acta del procedimiento policial que se convirtió en la foja 1 de la causa, consta que la empleada de Autopistas del Sol relató también que García le dijo "traigo un atropellado".
Por ello, más allá del relato de la familia, la fiscal Domínguez analiza si los dichos de García a la mujer del peaje fueron en un tono de desprecio o si en realidad quería apurarse para continuar viaje hacia algún hospital.
El conductor fue imputado por la fiscal Domínguez por homicidio culposo, un delito excarcelable que prevé una pena de seis meses a cinco años de prisión, por lo que fue notificado de la formación de la causa y, luego, liberado.
Según contó a Télam un jefe policial, más allá de estar altamente alcoholizado, al ser interrogado, García llegó a decir que era periodista y locutor, aunque este dato aún no está chequeado en el expediente.

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