Informe: Luego de los escándalos 2012, los católicos tendrán nuevo Papa

Fue un año 2012 terrible para Benedicto XVI, y en especial para su objetivo de abandonar los escándalos sexuales/morales/éticos, para regresar al trabajo misionero. No lo consiguió, pero los eventos que estaría intentando provocar con su alejamiento, deberían conducir a alcanzar ese objetivo, esperan algunos. Para la Iglesia Católica, 2013 es el año de la Fe y la Esperanza.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El año 2012 fue muy difícil para Benedicto XVI, quien venía de soportar sucesivas dificultades desde el inicio de su pontificado, en 2005, a causa de los múltiples escándalos sexuales protagonizados por clérigos de la Iglesia Católica Apostólica Romana en diferentes latitudes.

 

¿Cómo regresar a la fe el eje de la relación entre el Vaticano y sus creyentes, cuando solamente se escuchaba de sacerdotes que abusaban de alumnos, monaguillos y seminaristas?

 

Para colmo, el 25/01/2012 ocurrió la primera filtración de documentos vaticano, que descubrió'trapos sucios' en los contratos de compras del Estado Vaticano. 

 

En febrero, el nombramiento de 22 nuevos cardenales provocó quejas en privado al Papa, pues la abrumadora mayoría eran italianos, funcionarios de la Curia y personas próximas al secretario de Estado, Tarcisio Bertone.

 

Adentro del Vaticano se estaba librando una intensa batalla.

 

Por eso ocurrieron otras filtraciones, hasta convertirse en una cascada que fue bautizada como'Vatileaks', con un peso demoledor sobre la estructura de la ciudad-estado.

 

Todos sospechaban de todos. En mayo ocurrió el arresto del mayordomo del Papa, Paolo Gabriele, pero la lentitud de los fiscales y jueces del Vaticano demoró la condena, y así se extendió el período del escándalo.

 

La imagen pública del Vaticano siguió cayendo porque hubo rumores y versiones de nuevos problemas, inclusive impositivos, en el vapuleado banco IOR (Instituto para las Obras de Religióno Istituto per le Opere di Religione). 

 

Benedicto XVI desesperaba por recuperar el eje de su pontificado. Así se llegó al Sínodo de Obispos, en octubre: en los pasillos se abordó más el problema del desgobierno vaticano y las intrigas que en la tarea por delante.

 

De todos modos, el cardenal de Nueva York, Timothy Dolan, deslumbró en su exposición sobre lanueva evangelización, y cómo la Iglesia Católica debería planificar su propio futuro en un clima cultural adverso. 

 

El Papa encargó el informe inicial al cardenal de Washington, Donald Wuerl, quien se reveló como líder notable, con un programa muy desarrollado y una síntesis de los debates, entregada al Papa como base de un documento acerca de la exhortación apostólica sobre la nueva evangelización que, junto con el Año de la Fe, intenta regresar a la Iglesia Católica a su actividad esencial.

 

Desde entonces que mucho se habla de los prelados católicos estadounidenses. Un tema a tener en cuenta en los eventos que vienen.

Benedicto XVI tomó una decisión estratégica: nombrar 6 nuevos cardenales no europeos para"completar los nombramientos de febrero con un gesto de universalidad de la Iglesia".

 

No había ocurrido desde el pontificado de Pío XI (1922-1939): 2 'camadas' de cardenales en un mismo año, pero la crisis vaticana lo necesitaba. Los italianos son el 5% de los católicos del mundo, pero suman el 25% de los cardenales electores, y todos culpan al cardenal Bertone por esa regresión al dominio italiano de la Curia, un desafío a la globalización. 

 

En ese contexto, Benedicto XVI intenta, a partir de su renuncia al pontificado, provocar un evento que permita reorganizar cuestiones muy complicadas dentro del Vaticano.

 

Adiós a Ratzinger

 

Entonces, el jefe de los católicos apostólicos y romanos, Benedicto XVI volverá a ser Joseph Ratzinger el jueves 28/02 a las 20:00 hora del Vaticano.

 

El llamado Jueves Santo, inicio de la Pascua cristiana 2013 -se recuerda la Última Cena entreJesús de Nazareth y sus discípulos, la traición de Judas Iscariote,  la agonía de Jesús en el Huerto de los Olivos (el monte Getsemaní), y su captura por la soldadesca romana reclamada por los fariseos y seduceos-, será el jueves 28/03. Para entonces, la Iglesia Católica Apostólica Romana espera tener un nuevo Papa.

 

"Tendríamos que tener un nuevo Papa en Pascua", dijo el vocero del pontífice, el sacerdote Federico Lombardi, en una conferencia de prensa. 

 

Según él se celebrará un cónclave en los 15 o 20 días posteriores a su renuncia.

 

Resultaría muy extraño que no hubiera Papa entre los católicos para la fiesta más importante de su calendario religioso: la Pascua termina el Domingo de Gloria, la Resurrección de Jesús, la promesa de su advenimiento, la esencia de los Evangelios por la restauración de la Tierra.

 

Tras el fallecimiento de Juan Pablo II, Benedicto XVI, de 85 años, fue elegido el 265to. Papa el 19/04/2005 por los cardenales que votaron en el cónclave. 

 

Pero en abril, Joseph Ratzingere cumplirá 86 años, y, según declaró su hermano Georg Ratzinger, de 89 años, desde Ratisbona, al sur de Alemania: "La edad oprime", y el médico vaticano ha aconsejado al Papa que no haga más viajes transatlánticos.

 

Georg señaló que Joseph tiene cada vez más dificultades para andar, lo que complica su vida pública, y subrayó que su hermano "quiere más tranquilidad a esta edad".

 

Él reconoció que ya conocía de antemano la decisión anunciada en el Vaticano. Retirado de la vida activa, Georg Ratzinger fue maestro musical catedralicio de Ratisbona y director del coro infantil catedralicio. Probablemente su hermano Joseph vaya pronto a visitarlo, ya no como Papa.

 

Colegio cardenalicio

 

A las 20:01 hora vaticana del 28/02, el pontificado de Benedicto XVI será historia y habrá que elegir un nuevo Papa de los católicos.

 

Será convocado el Colegio Cardenalicio.

 

Durante el período de la sede vacante, el Colegio Cardenalicio ejerce la máxima autoridad en la Iglesia Católica Apostólica Romana, pero resolviendo únicamente los asuntos ordinarios y los inaplazables, sin que le esté permitido inmiscuirse en las materias que de derecho corresponden al Romano Pontífice; cuestiones reservadas exclusivamente al futuro Papa.

 

El Camarlengo, un miembro del Colegio de Cardenales y tesorero de ese organismo, celebrará la ceremonia tan importante de despedida de Benedicto XVI y estará a cargo de llevar el registro de las Actas Consistoralia: el total de los presentes para el evento.

Al 09/032012 estaba conformado por un total de 212 cardenales, 124 electores y 88 no electores. 

 

Pero según los datos de publicados en la web del Vaticano el 28/01/2013, son 210 cardenales, de los cuales 118 podrían ser electores y 92 sobrepasarían el límite de edad.

 

Europa es el continente que cuenta con más cardenales electores (62), por delante de Latinoamérica (19), América del Norte (14), África y Asia (11 cada uno de ellos) y Oceanía(1 cardenal elector). Entre los países europeos, el país con más número de electores es Italia (28), seguido de Alemania (6) y España (5 ya que los otros 5 superan la edad límite de 80 años).

 

Las decisiones del Colegio cardenalicio sólo conservan su validez si el Pontífice elegido las confirma expresamente. 

 

Los cardenales electores, es decir aquellos que tuvieran menos de 80 años al momento de fallecer el último papa, se reúnen detrás de puertas cerradas en el Cónclave (con clave = con llave) para elegir al nuevo pontífice, generalmente entre uno de sus propios miembros, aunque no necesariamente tenga que ser éste un requisito para ser elevado al papado. 

 

Las condiciones para esta elección quedan establecidas en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, dada por el papa Juan Pablo II.

 

Según es tradición, las reuniones del cónclave para la elección de un papa, tienen lugar en la Capilla Sixtina del Vaticano, bajo los frescos de Miguel Ángel.

 

Los que votan

 

Los cardenales electores, todos aquellos que el día en que inicia la Sede Vacante tengan menos de 80 años de edad, asumen el gobierno de la Iglesia y la responsabilidad de elegir al nuevo papa en el cónclave.

 

 Desde 1099 hasta 1986, el número medio de cardenales era de 20, y casi la mitad de éstos fueron creados después de 1655.

 

Entre los siglos XIII y XV, nunca el tamaño del Colegio cardenalicio superó los 30 miembros.

 

El Concilio de Basilea (1431-1437, más tarde trasladado a Ferrara y a Florencia) limitó el tamaño del Colegio a 24.

 

Pablo IV (1555-1559) dejó al Sacro Colegio en 40 miembros, pero su sucesor inmediato, el papa Pío IV (1559-1565) elevó el límite a 76.

 

El Concilio de Trento no limitó el tamaño del Colegio, aunque lo había solicitado el rey Fernando I de Habsburgo (que se había quejado sobre el tamaño y la calidad del Colegio, y buscó un límite estricto de 26 en sus planes de reforma).

 

Pero el papa Sixto V (1585-1590) limitó el Colegio a 70 miembros en su bula papal Postquam Verus Ille (1587), de acuerdo a lo dicho a una referencia del libro bíblico Números (del Pentateuco que escribió Moisés), que ponía al pueblo de Israel a cargo de 70 ancianos.

 

El papa Juan XXIII aumentó el número de cardenales en los sucesivos consistorios a 75 (1958), 88 (1960), y 90 (1962).

 

Pablo VI (1963-1978) aumentó el tamaño del Colegio a 105 (1965), 120 (1967), 136 (1969) y 144 (1973).

 

Sin embargo, en 1973, él limitó el número de cardenales electores a 120, siendo descartados para el cónclave todos los prelados que hubieran cumplido la edad de 80 años.

 

Juan Pablo II mantuvo ese límite, pero aprobó "excepciones de carácter temporal" en múltiples ocasiones.

El Papa estadounidense

 

En abril de 2005, un evento antes improbable -la posibilidad de un Papa latinoamericano- fue real: el 2do. cardenal más votado fue el arzobispo jesuita de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, quien llegó a 40 votos en el 3er. escrutinio. En 2013, a los 76 años ya es muy grande para volver a ambicionar el cargo.

 

En 2013 la novedad es que ya no se excluye, en las especulaciones, la posibilidad de un Papa estadounidense.

 

El cardenal de Nueva York, Timothy Dolan, deslumbró al colegio cardenalicio en febrero de 2012, un día antes de recibir la birreta púrpura, hablando sobre la "nueva evangelización".

 

Es cierto que los casos de pederastía y abusos sexuales diversos ha llevado escarnio a la Iglesia Católica estadounidense pero en el Vaticano, Dolan volvió a brillar en octubre, en el Sínodo mundial de Obispos sobre la nueva evangelización. 

 

En esa ocasión, el Papa encargó el informe inicial al cardenal de Washington, Donald Wuerl, quien se reveló como líder notable, con un programa muy desarrollado y una síntesis de los debates entregada al Papa como base de su documento acerca de la exhortación apostólica sobre la nueva evangelización que, junto con el Año de la Fe, intenta regresar a la Iglesia Católica a su actividad esencial.

 

La lista de los cardenales estadounidenses incluye a Sean O’Malley, arzobispo de Boston; yOdilo Scherer, arzobispo de Sao Paulo. 

 

El rival de los cardenales estadounidenses, en el Colegio, será el cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos. 

 

También Peter Erdö, arzobispo de Budapest y presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa.

 

Otros europeos influyentes: Philippe Barbarin, arzobispo de Lyon y primado de las Galias; y Reinhard Marx, arzobispo de Munich. 

 

Obviamente que aparecen los italianos en las ternas de candidatos, comenzando por el arzobispo de Milán, Angelo Scola, quien se autoproclama seguidor de los conceptos de Ratzinger. 

 

Importante: el cardenal de Viena, Christoph Schoenborn, no es 'papable' sino 'gran elector'. En 2005 fue quien convenció a muchos para que votasen a su maestro, Joseph Ratzinger. 

 

Importante 2: el arzobispo de Manila, Luis Antonio Tagle, tiene apenas 55 años, el 2do. cardenal más joven de la Iglesia Católica, pero un personaje de creciente prestigio entre sus pares. 

 

Importante 3: Latinoamérica no aparece en las listas aunque la vez anterior nadie esperaba que Bergoglio llegara donde llegó. Sí aparece África: el cardenal guineano Robert Sarah, presidente del Pontificio Consejo Cor Unum, encargado de ayuda humanitaria. Un hombre de la globalización.