La oposición habla de "histórica marcha"

El arco opositor habló de la masiva marcha que hubo ayer en todo el país contra el gobierno nacional. Todos estuvieron de acuerdo en algo: fue histórica.

El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, aseguró que el cacerolazo de anoche fue "fiesta cívica sin precedentes", para "emocionarse", y advirtió a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner que debe "escuchar" los reclamos y "cambiar" porque "la gente no quiere esperar tres años más".

 

"Todavía estoy emocionado, feliz, orgulloso de la movilización del pueblo argentino. Para mí fue una fiesta cívica sin precedentes por lo masivo, por lo pacífico, por lo claro del mensaje", resaltó el mandatario porteño.

 

Al respecto, el líder del PRO pidió que la jefa de Estado "escuche" los pedidos que se plantearon en las protestas para buscar las soluciones: "El próximo cambio va a ser en el 2015 y la gente no quiere esperar tres años en esa dirección", dijo.

 

Por su parte, el diputado de la Unión Celeste y Blanco Francisco de Narváez consideró que el masivo cacerolazo de anoche "fue un mensaje para todos" los sectores políticos y advirtió al Gobierno que "no hay peor sordo que el que no quiere oír" y que debe atender reclamos contra "la inflación" o "la inseguridad".

 

"Fue una marcha muy importante, hubo un reclamo muy importante hacia la dirigencia política", evaluó el legislador, que exhortó al oficialismo a "entrar en el plano del debate de las ideas, que hace mucho tiempo falta". En declaraciones a radio Diez, indicó que "claramente no podría haber una solución a la inflación o a la inseguridad si no hay un debate de por medio".

 

Dijo que "no hay peor sordo que el que no quiere oír" y que el Gobierno debe "aceptar que la inseguridad es una realidad y estamos perdiendo la batalla, que la inflación carcome el bolsillo de todos los argentinos, sobre todo de los que menos tienen, y que tener impuesto a las ganancias sobre el salario es una injusticia".

 

FAP involucrado. El líder del Frente Amplio Progresista (FAP), Hermes Binner, juzgó de "muy impresionante la marea humana" que se concentró, particularmente frente al Obelisco y llamó a "escuchar a la gente" en sus demandas por la "inseguridad, el no robar" y el "respeto a la Constitución".

 

"Estamos en tiempo de cambios: hay un gobierno que va cumplir con su mandato de 12 años de gestión, que ha demostrado su fortaleza y debilidades, pero también la democracia es renovación, es pensar en nuevas alternativas, es pensar que hay otras respuestas para los problemas no resueltos" de la ciudadanía, evaluó.

 

"Y allí (los dirigentes opositores) nos encontramos con una gran responsabilidad de formular una propuesta donde se simplifique la oferta política pero, además, se profundice en cuanto a las respuestas concretas que hoy está demandando la población", subrayó el dirigente socialista, en declaraciones a radio Continental. Binner confirmó que anoche, en pleno cacerolazo, estuvo en la esquina porteña de Esmeralda y Diagonal Norte.

 

En sintonía, el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, exhortó a la dirigencia política tanto oficialista como opositora a pensar en el "9 de noviembre" tras la protesta de ayer, y "escuchar lo que la gente dice", por lo que llamó a "alcanzar consensos" al advertir que si no "se puede volver un boomerang".

 

El mandatario socialista de Santa Fe opinó que los opositores deben pensar una forma para que una protesta masiva como la de ayer, la segunda en su tipo en dos meses, "realmente tenga una expresión en un partido político", o posiblemente en "varios", dijo.

 

De todas formas, advirtió que "el primer error hubiese sido aquel pícaro que hubiera querido capitalizar lo que surge espontáneamente de la gente".