Ante el #18F, la respuesta K es la polarización: Todo o nada

A 300 días de la entrega del gobierno, la Presidente de la Nación (y algunos de sus colaboradores y operadores) está imputada por encubrimiento de terroristas internacionales. En tanto, el vicepresidente de la Nación está procesado por corrupción. El dato muestra la gravedad de la crisis institucional que atraviesa el país, y el tenor de las complicaciones que acompañan al kirchnerismo en su final de ciclo. “No es una casualidad, que muchos de los militantes radicalizados del kirchnerismo compran y sostienen la tesis de que esa movilización es parte de un golpe de Estado contra la Doctora”, afirman los más moderados en el mundo K. Un ejemplo: las agrupaciones Unidos y Organizados, en donde participan, entre otros sectores La Cámpora y el Frente Transversal de Edgardo Depetri, repartieron ésta semana volantes con la inscripción “Quieren voltear al gobierno. Más que Nunca banquemos a Cristina”.


14/02/2015: Durante la inauguracion del Anfiteatro del Bosque, en El Calafate (Santa Cruz), Cristina Fernández evitó referirse a su imputación por supuesto encubrimiento de funcionarios iraníes acusados en la causa AMIA, pero afirmó que su gobierno está "tercamente empecinados en brindar alegría. Por eso, siempre quieren ver tristes a los pueblos".
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El Ejecutivo Nacional ha resuelto apuntar todos sus fuegos contra la marcha del miércoles #18F convocada por los fiscales como homenaje a su colega fallecido, Alberto Nisman.
 
La incontinencia verbal aguda que sufren Jorge Capitanich y Aníbal Fernández, ha degradado la polémica a tal extremo que la sociedad escucha atónita la seguidilla de barbaridades destinadas a sembrar el temor a que ocurra algún incidente, y hasta a la supuesta existencia de un golpe de Estado en marcha. 
 
En tanto, los K preguntan pero no tienen respuesta: ¿Nisman tenía pruebas adicionales que todavía no se han conocido para fundamentar su denuncia? 
 
Acerca de lo que ocurre en la coyuntura, buen relato de Mariano Spezzapria, en el diario platense El Día:
 
"Siempre sufrimos presiones, pero que nos tiren un muerto es algo nuevo”. Llamativamente, la frase no proviene de ningún funcionario del Gobierno, que viene siendo pródigo en denunciar la existencia de un “golpe blando” contra la presidenta Cristina Kirchner. Pese a la coincidencia argumental, la inquietante afirmación salió de la boca de uno de los fiscales que convocan a la marcha del próximo miércoles, denominada 18F, en homenaje al fallecido Alberto Nisman.
 
La sentencia del fiscal de la Cámara Federal porteña Germán Moldes puede resultar temeraria, pero sirve para entender el clima que se respira entre los miembros del Poder Judicial que mantienen su independencia respecto del Ejecutivo nacional. Sobre todo, entre aquellos que integran el siempre candente fuero federal, que se abocan a los casos de corrupción. Uno de ellos es Gerardo Pollicita, quien convalidó la denuncia de Nisman contra la jefa de Estado.
 
Por cierto que, en términos jurídicos, la imputación a la Presidenta debe ser considerada sólo como el inicio de una investigación, en este caso para determinar si se orquestó desde lo más alto del poder una maniobra de encubrimiento a los acusados iraníes del atentado terrorista contra la AMIA. En rigor, Pollicita hizo lo que debía hacer, esto es, no cajonear el expediente que insumió años de trabajo para Nisman, más allá de que la denuncia pueda ser constatada.
 
Aunque en el plano político, la determinación del fiscal tiene un fuerte impacto porque en principio desacredita la versión del Gobierno que se trataba de una denuncia sin fundamentos. Para colmo, los voceros oficialistas vuelven a incurrir en el mismo error que cometieron en el caso de Nisman: vinculan a Pollicita con servicios de inteligencia enfrentados a la Casa Rosada y ahora desplazados. Y siguen apuntando contra Antonio “Jaime” Stiusso. (...)".
 
 
"(...) Vivimos ya más de dos décadas de retroceso en todos los órdenes de la vida de la sociedad. Hay una lacra política, basada en el peronismo pero con ramificaciones en demasiados sectores, que vive de parasitar los gobiernos, de corromper su poder. El kirchnerismo llegó a la demencia de explicar la corrupción por la revolución.
 
No estaban robando, estaban haciendo la revolución. Primero Kirchner enfrentó al cardenal Bergoglio y mandó al oscuro Verbitsky a denostarlo; luego fueron por los medios, Clarín fue la excusa; luego por la Justicia: entre Zaffaroni y los de Justicia legítima tenemos la conjugación de lo nefasto; y ahora, ya se enfrentan a sus propios custodios.
 
Desde la absurda idea de un antiimperialismo de universitarios al enfrentamiento con los productores agropecuarios, desde donde se los mire, estos señores expresan lo peor.
 
Nadie se anima a decir a la Presidenta que sus desmesuras están más cerca de la vergüenza nacional que de la autoridad política que pretende imponer. Ese miedo al personaje y la misma debilidad de sus actos hacen del oficialismo actual un fenómeno pasajero y que sólo nos deja tristes recuerdos.
 
Cristina no quiere a nadie, ni siquiera a los que pueden heredarla. Scioli logra el milagro de opinar que quiere ser su heredero y no se le parece en nada, esencialmente en los odios y los resentimientos que son lo esencial en la Presidenta. Forster, que se pretende pensador, llegó a decir que Scioli no los representa. ¡Qué talento!  ¿Para eso hay que estudiar filosofía?
 
El kirchnerismo terminó siendo una secta que conserva los votos de otro partido, aquél que nos mostraba a Boudou. La secta, como todas, es minoritaria y asusta sólo porque ocupa el infinito espacio del poder.
 
Nuestro Estado es hoy tan desmesurado que pareciera que, fuera de él, no hay vida. Eso le pasa a la oposición. Con los votos de ayer nos quieren dejar leyes que los protejan, parecido a la dictadura que tanto odian. La democracia que viene será en serio si destruye la Ley de Medios y recupera el sentido de libertad en todos los espacios, en especial en la Justicia.
 
El kirchnerismo intentó ser fundacional, una pretensión exagerada y sin ideas que la sostengan. Su mayor aporte será si alguno de sus conspicuos miembros termina preso. Eso sería lo mejor que dejarían para nuestra lastimada democracia. Lo demás, habrá que revertirlo; fue sólo corrupción y autoritarismo. Nada queda para rescatar y es tiempo de asumirlo."
 
En el mundo K
 
En tanto, en el mundo K, intelectuales, artistas, científicos y profesionales K presentarán un manifiesto de apoyo al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner el martes 17/02, a las 19:00, 1 día antes de que se realice la marcha de silencio convocada por fiscales y jueces para honrar al fallecido fiscal Alberto Nisman.
 
El documento se llama "Manifiesto por la Constitución, la Democracia, la Justicia, los Derechos Humanos y la Paz en la República" y será leído en el Teatro del Pueblo, ubicado Diagonal Norte 943, de la Ciudad de Buenos Aires.
 
Tras la lectura del manifiesto, se brindará una conferencia de prensa de la que participarán Tito Cossa, Emilce Moler, Laura Conte, Mempo Giardinelli, Verónica Piccone, Alejandro Mosquera y Fortunato Mallimaci, entre otros intelectuales, quienes fijarán "una posición ante la convocatoria de algunos fiscales para el 18F", señalaron.
 
En un comunicado indicaron que se trata de una marcha realizada "sobre el oportunismo político de muchos opositores" y anticiparon que rechazan "toda forma de violencia" y repudian "cualquier intento de desestabilización institucional".
 
Señalaron que "la República necesita seguir trabajando en paz para avanzar aún más en las conquistas logradas" y que exigen "una investigación seria y honesta sobre la muerte del fiscal".
 
Entre otros, los firmantes del manifiesto son Osvaldo Bayer, Abraham Gak, Adrián Paenza, Horacio González, Mauricio Kartun, Beinusz Szmukler, Nilda Garré, Gabriel de Vedia, Ricardo Forster, Ricardo Rouvier, Miguel Ángel Estrella, Eduardo Jozami, Eduardo de la Serna, Sandra Russo, Eduardo Aliverti, María Seoane, Liliana Hendel, Norberto Galasso, Pacho O Donnell, Arnaldo Bocco, Gabriel Lewin y Liliana Herrero.
 
En tanto, en un documento titulado “Hoy frente al 'silencio' elegimos la palabra”, docentes de laUniversidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), nucleados en la Agrupación El Puente, cuestionaron la marcha convocada por un grupo de fiscales federales para el miércoles #18F.
 
“Denunciamos firmemente este nuevo intento de desestabilización que pone en riesgo no solamente a un gobierno sino a un proceso de democratización que se consolida profundizándose”, afirmaron los firmantes en el comunicado.
 
“Ante la convocatoria a la marcha del “silencio” de un sector de fiscales prevista para el 18 de febrero, pero que paradójicamente será vociferada en cadena por la hegemonía mediática, elegimos la palabra y el posicionamiento claro, honesto y comprometido con la realidad nacional y la democracia”, señala el documento.
 
En el escrito, firmado por medio centenar de profesores de la UNDAV, entre ellos su rector, Jorge Calzoni, se afirma que “la ofensiva corporativa adquiere gravedad institucional porque apunta a la presidenta Cristina Fernández, como cabeza de un gobierno popular y líder de un movimiento político que ha revalorizado el rol de la política, la función soberana del Estado frente a los poderes imperiales y ha ampliado los derechos de los trabajadores y el pueblo”.
 
Y agrega: “Nuestra Universidad Nacional de Avellaneda también es el resultado de este tiempo de transformaciones impulsadas por este gobierno, por este proyecto político, que ha profundizado el derecho a la educación en todos los niveles, que posibilita que los sectores populares concluyan sus estudios secundarios e ingresen y se gradúen en estas universidades que cada año son elegidas por miles de estudiantes por su perspectiva de compromiso social con la comunidad”.
 
Los docentes de la UNDAV aseguran que “el ataque de los sectores económicos pone al descubierto una vez más la coalición de políticos neoliberales, medios de comunicación dominantes, el sector más reaccionario del Poder Judicial, servicios de inteligencia cooptados por las potencias imperiales y funcionarios de las embajadas de países extranjeros, que accionan en vista de que sus intereses de sector están por encima de las instituciones y los representantes electos por la voluntad popular”.
 
Ellos también enmarcaron la situación en “parte de la batalla de las potencias del norte por recuperar la hegemonía global, como lo manifiestan los embates simultáneos contra los gobiernos de Brasil y Venezuela, que además de desplegar políticas soberanas y de integración latinoamericana, tienen, junto a la Argentina, los PBI más importantes de la región”.
 
“Nos preguntamos ¿por qué apuntan a la cabeza de la Presidenta? ¿Por qué atacan a un gobierno que termina su mandato? Creemos que comprenden con claridad que tienen que disciplinar al pueblo argentino después de una experiencia histórica de conciencia colectiva de acceso a los derechos que ya resulta difícil volver atrás”, sostienen esos docentes K.

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