A todo o nada, Cristina/Kicillof ya jugaron las últimas fichas en el frente externo

El ‘frente externo’ de Cristina viene muy complicado. Para evitar contradecir al relato y neutralizar críticas, el gran logro del acuerdo con el Club de París –además de excluir al FMI- es haber logrado que el organismo no lo diera a conocer y se mantenga secreto como ocurrió con Chevron. En tanto, la semana que viene habrá novedades sobre el caso de los Fondos Buitre en la Corte Suprema de USA. El Gobierno cuenta con el apoyo del Fondo y de la administración Obama que no quiere desencadenar un efecto dominó sobre otras reestructuraciones de deuda. Sin mucho por hacer más que lobby, parte una misión de legisladores a Washington con 2 opositores para entrevistarse con sus pares republicanos y lograr su apoyo o mejorar la imagen que se tiene de nuestro país. Con todo, la estrategia se reduce a esperar que la presión de USA y de los amicus curiae logren al menos que el tribunal pida opinión al gobierno de Obama y todo se postergue hasta 2015.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Cristina Fernández juega las últimas fichas en el frente externo de cara a la definición en la Corte Suprema de Justicia de USA, en la demanda planteada por los Fondos Buitre. Para eso –y por otras razones también- se aceptó un acuerdo con el Club de París donde se logró excluir al Fondo Monetario Internacional (FMI) para no alterar el ‘relato K’ pero a un precio tan alto que la segunda victoria de esas negociaciones habría sido lograr que los directivos del Club mantengan en secreto los detalles de las concesiones argentinas.
Por el momento, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, admitió en el Congreso de la Nación que ese texto no será enviado parlamento. Lo que Kicillof habría aceptado conceder sería muy lesivo para kirchnerismo.
En tanto, una misión de legisladores kirchneristas con un par de diputados opositores parte a Washington con el objetivo de dar una mejor imagen de nuestro país tras las bravuconadas de no aceptar un fallo contrario de la Justicia de ése país en el caso de los holdouts. Especialmente se buscarán entrevistas con legisladores republicanos. Se trata de hacer lobby, todo depende de la Corte ahora y el gobierno se juega a que la mejor imagen (Con Club de París más el ajuste aplicado por Kicillof) y la presión de USA, la opinión del FMI y el apoyo de los amicus curiae genere suficiente presión externa a los integrantes del tribunal para que pidan opinión al gobierno de Barack Obama y todo se demore hasta 2015.
Sobre el acuerdo bajo siete llaves con el Club de París es muy interesante la columna de Marcelo Bonelli en Clarín, algunos párrafos destacados:
Kicillof, por pedido de la Presidenta, le solicitó a las autoridades de la organización (Club de París) que no difundan –como es costumbre y obligatorio– el texto completo del convenio que firmó con el Gobierno.
Ramón Fernández accedió a esa anormalidad después de los fuertes beneficios que Kicillof le otorgó al Club de París.
La Casa Rosada tampoco dará a conocer el documento completo y para eso decidió no cumplir con la obligación oficial de elevarlo al Parlamento.
Así lo reconoció Jorge Capitanich: “No vamos a remitir al Congreso el acuerdo”, dijo en el recinto, cuando balbuceó ante las precisas preguntas del diputado Claudio Lozano.
Existe legislación que obliga a Cristina a comunicar los términos del convenio al Parlamento: lo estipula claramente el artículo 75 inciso séptimo de la Constitución, las leyes de administración financiera y el Presupuesto. Pero se trata de una política ya utilizada por el Gobierno: como el contrato de Chevron tiene concesiones inadmisibles, Cristina también ordenó absoluto secreto.
Kicillof cerró el acuerdo después de innumerables concesiones a los acreedores: no hay quita de la deuda, se blanquea deuda tomada por la dictadura militar, el plazo de pago pactado es la mitad de lo habitual, hay fuertes vencimientos inmediatos, se incorporaron todos los punitorios, no hay apertura de créditos automática para la Argentina. Y Kicillof reconoció un irregular y no justificado aumento del 59% de la deuda a pagar. Son 3.611 millones de dólares adicionales.
La única “concesión” del Club fue obviar al FMI, pero se trata de una formalidad dado que Kicillof aplica la política de ajuste ortodoxo del FMI.
En el Ministerio de Economía igual se vive con alegría: Kicillof cumplió con otras de las exigencias que en enero Cristina pactó con Washington. Primero, fue la devaluación y la caída del salario. Después, el Ciadi y los beneficios a Repsol. Un emisario de Washington, William Ostick, comprobó en marzo que esas soluciones estaban en marcha. Ahora el Gobierno apuesta a que la Casa Blanca subsane los múltiples errores que cometió Cristina en el reclamo de los fondos buitre.
La diplomacia estadounidense asegura que el Tribunal podría otorgar otro plazo, hasta fin de año a la Argentina.
Desde el diario el Cronista, y a propósito de los Fondos Buitre, se indica que el Fondo Monetario sostiene que un fallo en contra de nuestro país pondrá en peligro reestructuraciones en todo el mundo. Ese argumento usaría también los Estados Unidos.
Este jueves (05/06) el FMI se manifestó "profundamente preocupado" por las implicancias que puede ocasionar el desenlace del juicio entre Argentina y los fondos buitre, que se definirá a partir del próximo jueves en la Corte Suprema de USA.
El FMI, al igual que el gobierno de Estados Unidos y otras administraciones, considera que si la Corte Suprema ratifica el fallo en contra de Argentina, futuras reestructuraciones de deuda soberana de todo el mundo correrían peligro. Así lo expresó ayer por la mañana el vocero del FMI, Gerry Rice. “El Fondo sigue profundamente preocupado por las amplias implicaciones sistémicas que la decisión de la Corte podría tener, en general, para los procesos de reestructuración de deuda”, dijo en conferencia de prensa, señala el Cronista.
La directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, ya había manifestado su apoyo a Argentina en este caso, pero nunca formalizó eso ante la Justicia. Si bien evaluó presentarse como amicus curiae del país, finalmente se mantuvo al margen, entre otras cosas porque Estados Unidos no lo hizo. En rigor, la administración de Barack Obama apoyará a la Argentina si la Corte Suprema le pide opinión al Procurador General, algo a lo que apuesta el gobierno de Cristina Fernández.
Hay tres desenlaces posibles para el jueves 12/06: la Corte puede rechazar el caso, tomarlo o pedirle una opinión al Gobierno de Obama antes de tomar una resolución.
Si el tribunal opta por la última alternativa, la Argentina ganarías unos meses más y podría llegar a 2015 sin sentencia y con chances de negociar en mejores condiciones con los holdouts.
En 2015 vence la cláusula RUFO de los bonos reestructurados, que impide que el país realice una mejor oferta que la de los bonos del canje. En el Ministerio de Economía y en oficinas de amicus curiae de la Argentina indican que esta es la opción más probable y hasta excluyente, agrega El Cronista que aclara que el mercado no está tan de acuerdo con ello. Abogados expertos en este tipo de causas sostienen que la Corte no es proclive a aceptar casos de deuda impaga. Por eso, los seguros contra el default argentino se dispararon en las últimas semanas y el Gobierno comenzó a evaluar alternativas en caso de una mala noticia.
Con todo, Cristina se juega a que sus medidas de ajuste terminen de poner a USA de su lado y que la presión internacional influyan sobre la Corte y logre más tiempo.
Para reforzar la posición argentina en USA, el diario paraoficiailsta, Ámbito Financiero, destaca la misión del Gobierno que partirá el domingo a Washington a entrevistarse allí con republicanos y demócratas durante tres días, antes de que la Corte Suprema de ese país se expida sobre la admisión del caso argentina en la pelea con el fondo NML Capital.
El objetivo del viaje (que dada la fecha y los protocolos del caso no tiene chance alguna de impactar en la decisión que el tribunal tomará desde el jueves sobre la pelea con ese fondo contra el país) apunta a mejorar la defensa de la Argentina dentro del mundo político de la capital estadounidense, especialmente en los núcleos más críticos del partido Republicano. La apuesta, entonces, es que el jueves la pelea judicial no termina y que podrá continuar en el terreno de la Corte Suprema, informa Ámbito.
Entre los legisladores kirchneristas, el oficialismo logró convencer a algunos opositores. Primero probó con los radicales, Elisa Carrió, el GEN, los socialistas y la izquierda pero éstos prefirieron firmar una declaración de apoyo al país, casi la misma que les había pedido el Gobierno suscribir en conjunto, la enviaron a EE.UU. vía embajada y cortaron negociaciones con el kirchnerismo.
Luego, el kirchnerismo intentó rearmar otro grupo y allí logró subir al massista Darío Giustozzi y al macrista Federico Sturzenegger.
El Gobierno se maneja con la idea de que tanto el departamento del Tesoro como el de Estado no muestran una actitud en contra de la posición argentina sino todo lo contrario. Pesa mucho la certeza de la conveniencia de no alentar default en emergentes.
Un dato interesante acota Ámbito. Hubo consultas con el Departamento del Estado. La recomendación del propio John Kerry para la misión de los legisladores fue: "Generen una contraopinión en el Congreso" con la condición imprescindible: "Tienen que venir con opositores".

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