Nelson Castro: "La sociedad tiene una deficitaria representatividad política"

El conductor de El Juego Limpio, Nelson Castro, se refirió a las masivas protestas en diversos puntos del país, contra el Gobierno. "La sociedad tiene una deficitaria representatividad política".



Aquí, la transcripción completa:
"Es una jornada de enorme riqueza, cívica y política, como decíamos en el comienzo del programa. Y hay muchísimas conclusiones para sacar ya mismo, y que iremos sacando con el devenir de las horas.
Una primera conclusión. Hoy, no hay estructura política en el país que pueda movilizar esta cantidad de gente: es un dato. No lo puede el Gobierno, con todo su aparato. Tampoco lo puede la oposición. Y yo creo que esto está marcando una realidad muy clara: que es una deficitaria representatividad política que tiene la sociedad.
Faltan liderazgos. Liderazgos auténticos. Y entonces, hoy, la política iba atrás de la gente. El tema es cómo se canaliza esto, porque obviamente, quienes se están hoy manifestando, están pidiendo que alguien lo canalice. Es muy interensante el mensaje de la sociedad. La sociedad dejó el "que se vayan todos", y ahora está pidiendo que alguien nos represente.
Los del kirchnerismo tienen los suyos. Esta parte de la sociedad, no. Y quiere que alguien lo haga. Porque aprendió que el "que se vayan todos", no es la solución. El tema es que no encuentra hoy quien lo haga. Y entonces, al no encontrarlo, se ve en un verdadero problema, porque dice: "¿Quién defiende estas posiciones mías? Con poder, no enunciativamente. Enunciativamente están los opositores, todos aquí defendieron este derecho de la gente. Pero como no hay masa crítica -hay opositores, pero no hay oposición-, no hay posibilidad de defender a la gente en los hechos. Derepresentar estos pedidos en los hechos.
Cuando hablo de los hechos, digo: ¿Dónde? En las estructuras de poder. En el Congreso. Y la sociedad, claramente, ha captado que está a punto de perder el único poder que le queda en el cual puede verse representado aquel que piensa distinto del Gobierno, que es el Poder Judicial. Y esto, que durante mucho tiempo fue parte de un enunciado analítico de nosotros, los periodistas, hoy, la gente lo ve como parte de su realidad.
¿Por qué? Y, porque ve que los jubilados ganan juicios y no se los pagan. Porque ve que la gente está expuesta al apriete de las estructuras del Estado y no tiene quién lo defienda. Porque quiere defender sus derechos, por ejemplo, quiere con su plata comprar dólares, y no hay, por parte del Estado, ninguna posibilidad de que defiendan eso, y entonces tiene que depender de la Justicia, una Justicia más firme aún de la que hay hoy, en cuanto a su decisión de oponerse al Gobierno.
Entonces, todo esto, hoy la sociedad lo ve. Y lo expresa. Este es un punto muy importante. Y un cambio cualitativo muy trascendente de lo que venía pasando hasta hace, a lo mejor, 5, 6, hasta antes del 13 de septiembre. Inclusive, en la manifestación del 13 de septiembre hubo cosas, en muchos casos, menos significativas. Estaba más la bronca de situaciones personales que de circunstancias institucionales. Esto ha cambiado. Hoy, mayoritariamente está lo institucional. ¿Por qué? Porque la ciudadanía también percibe que esta reforma y estos avances del Gobierno alterannuestro sistema de vida.
No es ya, que a través de una reforma de la Constitución, por ejemplo, se decide la reelección, si continúa un Presidente o no, si va a haber un senador más, un senador menos, cosas que tienen que ver con el manejo del poder y que no cambian mucho la vida de la gente.
Hoy la sociedad percibe que estos cambios que quiere imponer el Gobierno nos llevan directo al chavismo. Y que entonces peligran, peligran nuestros derechos. Peligran nuestros derechos para transitar y salir del país cuando queremos, peligran nuestros derechos para expresarnos, porque cuando nos expresamos del Gobierno puede venir la AFIP o alguien a presionarnos. Si no nos defiende un juez, no nos defiende nadie. Peligran los derechos de los jubilados, que reclaman por sus dineros, y no lo tienen. Peligra la propiedad de una empresa, porque si una empresa se pone contra el Gobierno, pueden venir y quitársela. Entonces, esto hoy la sociedad ha demostrado percibirlo.
Es decir, el kirchnerismo ahora va por un cambio en nuestro sistema de vida.Afecta nuestros valores y nuestros bienes, y nuestros derechos. Y ahí está la protesta. Y ahí está entonces el decir, lo único que nos puede proteger, hasta que a lo mejor haya un cambio en la ecuación política del Congreso, es el Poder Judicial. Y ahí está la sociedad actuando.
Por lo tanto, surge aquí un desafío: primero para la oposición política, que tiene la enorme deuda con la sociedad de construir poder político que hoy no tiene. ¿Y cómo se construye poder político ante una situación tan atomizada? Buscando consensos. La destrucción partidaria que ha tenido la Argentina, producto de la crisis del 2001, ha tenido hoy esta consecuencia, de desequilibrio político máximo. En otros países, cuando hay internas en los partidos, por ejemplo usted ve las internas de los democrátas y republicanos, se presentan 10, 12, 14. Finalmente gana uno. Nadie rompe el partido, todos siguen así. 
Acá, durante la crisis que se generó después del 2001, cada uno que no estaba de acuerdo con el que ganaba en su partido, se iba. Esta atomización favoreció notablemente al kirchnernismo, que lo utiliza ahora para un proyecto que tiene tres ejes fundamentales. Uno: todos encadenados. Uno basal, que es el de la corrupción y el ejercicio, si es posible, despótico del poder. ¿Qué significa el ejercicio despótico? Mando yo. Yo organizo un gobierno casi imperial. Llego al Gobierno por un mecanismo democrático pero después busco cooptar todo el poder, para que la única voz que tenga voto y poder, sea la mía.
El Gobierno lo hace, creído que es una revolución. Pero no lo hace por una revolución. No. Los hechos demuestran claramente que el Gobierno lo hace para acumular más poder, que además tiene una consecuencia, que es la corrupción. Que ha demostrado el programa de Jorge Lanata, el domingo pasado, es clarísimo. Es decir, entonces, el Gobierno quiere poder para llevar adelante un plan de corrupción muy fuerte, muy particular, diferente del menemismo, que lo mostraba. Este lo oculta.
Y para protegerse de esa corrupción, necesita dominar a los jueces y necesita además, la reelección. Porque necesita tener un tiempo más de permanencia en el poder, hasta ver si puede generar el liderazgo que le sea afín, cosa que hoy no tiene. 
Esto lo habían planificado Néstor y Cristina Kirchner, y yo lo dije alguna vez y unos lo tomaron a la risa, en esa circunstancia de elección indefinida que tronchó en la muerte de Néstor. Pero esto es así: el Gobierno quiere más poder porque, efectivamente, tiene una enfermedad fenomenal del poder. Y el poder hoy significa, entre otras cosas, dominación y plata.
En este marco, enconces, se produce algo que es lógico. Porque, hoy lo hablábamos, me decían: "Bueno, ¿Qué responderá el poder frente a esto?". Y decía yo: "Ya respondió". La respuesta a lo de hoy ha sido la votación en el Senado y han sido lostwitter de la Presidencia. Los twitter de la Presidenta tienen dos caracterísiticas: constituyen la apología de la banalidad, y demuestran además su actitud de ignorancia a estas cosas.
La Presidenta, que dice ser la Presidenta de todos y de todas, es de todas y de todos los que piensan como ella. No de los otros. Entonces, el Gobierno ya respondió. Y respondió insistiendo en sus defectos, de los cuales se vanagloria. Que es desoncocer al otro e insistir en lo suyo, y redoblar la apuesta.
Por eso nada va a ocurrir mañana, ya respondió. Y en esa respuesta, además, expresada en el medio de esa apología de la banalidad de los twitter de la Presidenta, hay sí un dato. La Presidenta, que hoy viajó, está en Perú con Mujica, dijo: "Por supuesto, soy terca y necia". Vanagloriándose de eso. Y le digo, qué pena. Qué pena para la Argentina. Que lastimosa pena.
Señora Presidenta, que usted se vanaglorie de algo que es un defecto en cualquier persona, la tozudez y la necedad. Muchos creyeron alguna vez, equivocadamente, que usted tenía algún tipo de predilección o búsqueda o afán por la sabiduría. Siempre dije yo que no. Y usted hoy me ha demostrado que, lamentablemente, no me equivoqué".

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