Primero perdieron Plaza de Mayo, ahora la del Congreso, luego las urnas

Fin de época a paso acelerado: el Frente para la Victoria no controla la calle. Si no le paga a algunos estrellas del rock nacional, no puede reunir gente (ahí acaba su apuesta a la juventud). No asume que ganó los comicios 2011 por la lástima popular que inspiraba una viuda que se decía acongojada por al muerte imprevista de su marido, pero ella no hizo lo que prometía y desde que asumió su 2do. mandato consecutivo, pierde apoyo popular. Lo más grave: no sabe cómo recuperar el favor de los ciudadanos y la economía va para abajo. Los K se van en retirada.



24/04/2013: Un integrante de la columna de la Union Empleados Judiciales de la Nacion protestan frente al Congreso durante la Sesion de la Camara de Diputados que trata la reforma Judicial. Foto NA: H.Villalobos
por EDGAR MAINHARD
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Cuando los de Gente de Derecho, la agrupación de Jorge Rizzo en el Colegio de Abogados de Ciudad de Buenos Aires, ingresó a la Plaza de los 2 Congresos, en traje y corbata, inicialmente se ubicó junto a una columna de laCentral de Trabajadores Argentinos/Corriente Clasista y Combativa, donde abundaba el olor a hamburguesas y a empanadas (era hora de almuerzo). Al lado, frente a la enorme puerta de hierro del Palacio, sobre la avenida Entre Ríos, se ubicaba la columan delMovimiento de Trabajadores Socialistas, y más allá estaban juntos los del Sindicato de Choferes de Camiones y la Unión de Empleados Judiciales. En la carpa blanca, en la vereda de la Plaza, estaban los de La Solano Lima, de Propuesta Peronista. Todavía no había llegado la gente suelta, convocada para las 17:30 cuando apenas eran las 14:30.
 
¿Qué demuestra el relato periodístico? La heterogénea convocatoria del anti cristinismo.  Es la consolidación de un cambio progresivo pero fundamental: el Frente para la Victoria, nacido de acuerdos plurisectoriales y multipartidarios realizados por Néstor Kirchner hasta alcanzar el control de la calle, las movilizaciones multitudinarias, aún cuando fueran clientelares, ha devenido en una minoría sin presencia popular, a menos que se contrate una docena de grupos de rock nacional, quienes asisten a cambio de un millonario presupuesto.
 
El problema del Frente para la Victoria ha sido creer su propia mentira: asumir como propio el 54,11% ocasional conseguido en las urnas de octubre de 2011, decidiendo ignorar que más de la mitad de ese caudal era, apenas, una concesión a una viuda llorosa, dándole una oportunidad para construir -tal como ella lo prometía- algo diferente a lo que había intentado su arrogante, violento y corrupto (según parece) marido, Néstor Kirchner, quien había perdido en 2009 e iba hacia un descalabro y por eso le estalló el corazón.
 
Por incumplir con su promesa, y así agotarse la confianza expresada en las urnas (a partir delcepo cambiario que se había jurado no profundizar), desde diciembre de 2011, Cristina Fernández de Kirchner no puede detener su caída en la consideración popular. Ni tiene la menor idea acerca de cómo conseguirlo, en especial porque la economía va para abajo con tanta fuerza como la paridad del dólar libre empuja hacia arribaSin crecimiento e inflación del 30% anual, la calamidad golpea a las puertas del Frente para la Victoria, y entonces apelan a reformas institucionales para intentar conseguir, con triquiñuelas, lo que ya no podrán en las calles. Y eso fue evidente en la Plaza de los 2 Congresos.
 
Derrota
 
Cristina Fernández de Kirchner perdió Plaza de Mayo, definitivamente, el 13S, que fue la conclusión de varios cacerolazos durante las semanas precedentes, y amenazas de avanzar sobre esa Plaza.
 
Luego, el 8N Cristina perdió la Plaza de la República, que cobija al Obelisco porteño, y esa noche volvió a perder Plaza de Mayo porque había tanta gente movilizada que excedió la capacidad del lugar de la convocatoria y utilizó como espacio secundario Plaza de Mayo.
 
El 18A Cristina perdió la Plaza de la República y la Plaza de Mayo, pero también la Plaza de los 2 Congresos, donde concluyó la movilización de esa noche, con la firme promesa de regresar el24A, para consolidar la demostración de que el Frente para la Victoria carece de capacidad de convocar aunque prometa el estipendio tradicional: dinero + vianda.
 
El Frente para la Victoria se recluye resignándose, igual que todos los gobiernos en retirada, en que goza del apoyo de la "mayoría silenciosa", que se expresarán cuando lleguen las urnas, intentando desconocer la importancia de lo que sería, según su punto de vista, la "minoría vocinglera", en la formación de opinión de toda la sociedad, en especial de los dubitativos o inseguros.
 
Néstor y la Plaza
 
La última vez que el Frente para la Victoria colmó la Plaza de los 2 Congresos fue consecuencia deuna convocatoria de Néstor Kirchner a Hugo Moyano y a los alcaldes llamados 'Barones del Conurbano' para contrarrestar la convocatoria que la Mesa de Enlace y los productores autoconvocados realizaban en contra de la Resolución 125, que superó a la de Kirchner en términos cuantitativos y cualitativos con su concentración cerca del Monumento a los Españoles.
 
La frustración de todo el episodio fue de tal magnitud que Kirchner renunció a la disputa de la calle y comenzó a esbozar su nueva teoría de que lo importante era el control de los medios de comunicación y por eso comenzó a prestarle atención al proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que hasta entonces no era una prioridad.
 
Desde entonces es patética la impotencia de cada movilización del Frente para la Victoria. La pérdida de Hugo Moyano agravó esa situación. Precisamente Moyano fue quien consiguió las últimas movilizaciones oficialistas, que no fueron del Frente para la Victoria sino de la Confederación General del Trabajo, que todavía estaba unificada, para intentar ganar espacio en el kirchnerismo. Fueron convocatoria inútiles porque resultaron tan clientelares que los Kirchner no les prestaron atención, y Moyano inició su derrumbe en el Frente para la Victoria.
 
En abril de 2013, ese movimiento al que sólo aglutina el enojo con Cristina Fernández de Kirchner ha colmado la calle. El Frente para la Victoria corre un grave peligro al desafiar a esa gente dispuesta a movilizarse por las consecuencias futuras en términos de resistencia pacífica, y otras formas de demostración del malestar. El Frente para la Victoria no está considerando que la gente que se moviliza cree que es un gobierno corrupto y autoritario, más allá de lo que se difunda en la TV. Y el desafío puede costarle muy caro. La gente cree que son ladrones que hacen una reforma judicial para no ir presos, y Cristina ha decidido confrontar con la gente, confirmando así todas las sospechas.
 
¿Cómo golpea hacia adentro del Frente para la Victoria el descubrirse ya casi impopulares? Hay confusión y también preocupación. Abundan las consultas de las encuestas de opinión pública y el debate interno. Cada día que pasa, crecen los interrogantes porque ya es evidente que Cristina Fernández de Kirchner puede no conseguir la reforma constitucional y que el llamado'modelo' no goza de buena salud.
 
Y recién pasaron 114 días del ajetreado 2013... Todo conduce a 2009, famosa derrota que comenzó a llevarse a Néstor. Lo apasionante será saber cuáles serán las consecuencias ahora.

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