A veces me pregunto en qué país vivo

Por Lorena Lalín. Prendo la tele y los políticos hablan de que baja la inseguridad, no hay inflación y la gente está más feliz. Pero salgo a la calle y los robos están a la orden del día, los precios suben y suben sin parar y la gente está cada vez más de peor humor. ¿Vivo en el mismo planeta que los que nos gobiernan?


Por Lorena Lalín
@lorelalin
llalin@diarioveloz.com


Muchas veces me pregunto si es que estoy un poco negativa con este país, o será que a mí (como a todo el resto de la población) me ven la cara de bolu...

Ya no importa a qué partido político pertenezcan, ni si provienen del empresariado o de la abogacía, ni si son políticos de raza o simplemente figuritas para ejecutar lo que otros (esos que de verdad manejan los hilos de nuestra vida) les ordenan.

A veces creo que yo vivo en Marte y ellos en La Tierra... ¿o será que yo estoy en Argentina y ellos en algún país que ni nombre tiene...?

No hay día que desde la redacción no cubramos hechos policiales por robo: asalto, agresiones, violaciones, muerte. No hay día que no hable con algún conocido que se queje de "lo caro que está todo". No hay día que salga a la calle y vea a la gente vivir feliz. 

Es la idea de la supervivencia. Sobrevivimos para pagar impuestos, el colegio de los chicos (siempre y cuando uno pueda pagar un privado), las tarjetas (porque el efectivo nunca alcanza), el seguro del auto (siempre que tengas la suerte de que no te lo hayan "afanado"), salir corriendo al trabajo (siempre que no tengas algún metrodelegado que haga que tu corrida sea aún mayor y tardes el doble o el triple), volver corriendo, prender la tele... y ver que ese mismo país no es el país de ellos, de los que nos gobiernan, de los que elegimos con nuestro voto para que lo hagan. De esos que se mueven sólo por poder, porque dinero ya les sobra. De esos que miran su mundo desde arriba, con otra perspectiva, de esos que no viajan en subte y, por ende, jamás se van a cruzar con los chiquitos de cinco años que andan con las zapatillas rotas pidiendo monedas. 

A veces me pregunto en qué país estoy... porque lo que escucho y lo que vivo son dos paisajes completamente opuestos. 

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