"1 hora y 45 minutos, un tiempo inusual y con muy pocos precedentes"

El papa Francisco parece no haber cumplido su promesa de ausentarse de la Argentina electoral, tal como se lo recordó la diputada nacional Elisa Carrió. Es evidente que Jorge Omar Bergoglio mantiene una simpatía importante tanto por Cristina Fernández de Kirchner como por Daniel Scioli. "Fue muy bueno, y fue en domingo, a diferencia de otras veces que he venido y ustedes saben que para los católicos el domingo es un día de descanso", aseguró Cristina desde la red social Twitter y también a la prensa en el hotel Edén (Roma, Italia) tras el encuentro con el papa católico apostólico romano Francisco en el Aula Paulo VI de la Santa Sede. Cristina: "Fue una reunión muy cálida, muy cordial. Estuvimos charlando sobre los problemas del mundo y de la región. La visita del Papa a Sarajevo, su preocupación por lo que considera que está sucediendo, como él dijo, una 3ra. guerra mundial. Y también hablamos de la preocupación que los dos tenemos por la paz y también del incentivo que hay muchas veces desde el sector armamentístico, como él lo ha denunciado, para que surjan los conflictos y no se solucionen". La prensa vaticana hizo incapié en que el tiempo concedido a Cristina fue "infrecuente" y hasta "sin precedentes" en la agenda papal.


5to. encuentro entre Cristina Fernández de Kirchner y el papa Francisco en el Vaticano. Minutos antes de su llegada, bajo una suave llovizna, Francisco había saludado uno por uno a los cronistas y reporteros presentes por el Día del Periodista.
por ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ
 
CIUDAD DEL VATICANO (Vatican Insider). El Papa Francisco recibió hoy a la presidente de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en audiencia privada por espacio de 105 minutos en un estudio privado del complejo del Aula Pablo VI del Vaticano.
 
El pontífice llegó hasta la plaza del hongo, dentro del territorio vaticano, a pie a las 16:45 horas local (14:45 GMT) y antes de ingresar al salón del encuentro saludó de mano a cada uno de los comunicadores que estaban afuera con motivo del día del periodista, como se festeja en Argentina.
 
Poco después, a las 16:51 (14:51 GMT), llegó la mandataria y fue recibida en la entrada por el prefecto de la Casa Pontificia, Georg Gaenswein. Inmediatamente ingresó en una antecámara donde la saludó Bergoglio. En un momento ambos amagaron a ingresar al estudio privado pero ella exclamó: “Tenemos que sacarnos la foto, si no…” y se giraron quedando de frente a los fotógrafos. Entonces ella pidió un apretón de mano al Papa.
 
El coloquio privado se extendió por 1 hora y 45 minutos, un tiempo realmente inusual y con muy pocos precedentes. De hecho sólo con ella misma, la presidente argentina, Francisco ha compartido diálogos más largos, en las otras tres veces que almorzaron juntos en El Vaticano: antes de la toma de posesión en marzo 2013, en marzo y en septiembre de 2014).
 
Tras esa conversación, calificada como “muy cordial” por la sala de prensa de la Santa Sed, se pasó a un intercambio de regalos. Ella obsequió, entre otras cosas, un gran cuadro del pintor argentino Eugenio Cuttica con la imagen del beato arzobispo del Salvador, Oscar Arnulfo Romero.
 
Además le dio una cesta con productos típicos artesanales como vinos y mermeladas, dos bajorrelieves (uno con la efigie del propio Papa y otro con la imagen de la Virgen de Luján) así como dos libros: Uno de monumentos argentinos y otro del filósofo uruguayo Alberto Methol Ferré (“Los Estados nacionales y el Mercosur).
 
Ante cada regalo le fue ilustrando brevemente el origen y los detalles. Bergoglio, por su parte, donó a la presidente una reproducción en ícono de la Virgen de la Ternura que se encuentra en la catedral de Vladimir en Rusia.
 
Después se tomaron la foto oficial con la delegación argentina de 20 personas, entre los cuales destacaron los ministros de Relaciones Exteriores y Culto, Héctor Timerman; el de Agricultura, Ganadería y Pesca, Carlos Casamiquela y el embajador de Argentina ante la Santa Sede, Eduardo Valdés. También el secretario general del Sindicato de Peones de Taxi, Omar Viviani y el secretario general del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, Omar Suárez. 
 
A cada uno de ellos el líder católico les regaló un rosario y se entretuvo en diálogos breves. Luego el pontífice y la presidente salieron, al pasar ante un grupo de periodistas ella también saludó por la fiesta de los informadores y aseguró que era un honor festejarlo con el Papa argentino.
 
Los dos se despidieron amistosamente y tras otros saludos, Francisco se acercó nuevamente a los periodistas para agradecerles por haber trabajado en el día de su fiesta. “Recen por mí y si alguno no sabe rezar o no le sale, entonces tírenme buena onda”, apuntó.
 
Según informó el portavoz de la Sala de Prensa del Vaticano, Federico Lombardi, “la señora presidente quiso manifestar una vez más el afecto y la cercanía del pueblo argentino al Papa y pedir su bendición para todos sus connacionales”.

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