El periodismo se hizo escuchar

El día después de los premios de APTRA abrió el debate sobre el giro de los discursos más aplaudidos: los de los periodistas. La palabra de Lanata, uno de los grandes ganadores de la Noche. Un repaso por los otros discursos. Y un puñado de testimonios sobre el oficio de informar.

Por Silvina Lamazares

Hacía mucho tiempo que una entrega de Martín Fierro no contaba con discursos temáticos. O los actores pidiendo ficción, o los ganadores hablando de las inundaciones, o quien fuera rogando porque no cerraran los canales. En los últimos años, las palabras desde el escenario solían quedar atrapadas en las dedicatorias a familiares y compañeros o herméticos mensajes personales. El lunes hubo un notable cambio de registro, que inauguró Jorge Lanata, a poco de comenzada la fiesta desde el Colón, con su agradecimiento a la Presidenta, a Amado Boudou y a una larga lista de funcionarios y personajes públicos. El testimonio causó sorpresa, despertó aplausos y abrió el camino para que muchos periodistas reivindicaran frente al micrófono su oficio.

Y hubo, claro, figuras que adhirieron u ovacionaron y otras que silbaron bajito, pero silbaron, o que han puesto cara de fastidio, como la de Pablo Echarri en primer plano cuando hablaba Lanata.

Con tres nuevas estatuillas en su haber (su programa Periodismo para todos, por El Trece, ganó otra a Labor humorística , que quedó en manos de Fátima Florez), Lanata dedicó ayer buena parte del día a analizar las repercusiones de sus discursos. En una charla con Clarín, desde su departamento, ya terminado su programa de radio (Lanata sin filtro, por Mitre, también ganador), reconoció que “hoy (por ayer) comentábamos con Magdalena (Ruiz Guiñazú) que todos los discursos de periodistas hablaron de lo mismo: de hacer periodismo profesional. Y lo que siento es que en la fiesta hubo una reivindicación del periodismo profesional. Yo estoy totalmente en contra del periodismo militante, complaciente, que no pregunta, que sólo acompaña. Por eso creo que estuvieron muy bien los de Telenoche, (Marcelo) Longobardi, Mónica Gutiérrez, todos los que hablaron del oficio (ver Los discursos...)”.

¿Te molestaron los gestos de Echarri cuando hablabas?

Esas cosas me sorprenden, como me sorprendió cuando, en el foyer, Nancy Dupláa me dio vuelta la cara cuando iba a saludarla. Yo no pretendo que nos saludemos todos con todos como si nos conociéramos, pero hay una cosa victoriana mía del respeto que no la cambio por nada. No soy maleducado. De hecho, aplaudí la nominación de 678 (Canal 7).

Cuando hablaste de la grieta que dividía a la Argentina en dos mitades, ¿hablabas también de esto?

También, sí, claro. Sentía que había una división en la sala y terminé de confirmarlo cuando al final de la ceremonia me dijeron lo de Echarri. Y, hoy por ejemplo, me enteré de que Mex Urtizberea -quien ensayó un bostezo mientras Lanata hablaba- dijo que lo mío estaba todo armado (y en una entrevista radial, el actor lo llamó “ Gordo vigilante”). Por eso digo que la grieta es lo peor que nos pasa. Y la verdad es que empezó desde el Gobierno, de arriba hacia abajo.

En un almuerzo tardío, cerca de las 16.30, cuenta que ciertas reacciones adversas “fueron creciendo a medida que yo iba subiendo o que los discursos tenían un tinte diferente al que los actores están acostumbrados. Yo he ido a unos 20 Martín Fierro, y recién esta vez sentí que la cosa política estaba presente”.

¿Te sentiste agredido?

Yo estoy acostumbrado a que me ataquen, pero tengo muchos años de oficio que me respaldan. Supongo que algunos actores se sintieron tocados por el informe que hicimos en Periodismo para todos sobre los subsidios estatales. Yo no estoy en contra de los subsidios... estoy en contra de que 4 ó 5 tipos hagan negocio con eso.

El hombre que creía que del Colón se iría, como máximo, con una estatuilla, reconoce que “en casa tengo todos los premios que se te ocurran. Pero considero que el Martín Fierro es el premio realmente popular. Es uno importante, al que la gente le presta atención”.

¿Cuánto creés que durará la grieta de la que hablás?

Mirá, la última duró más de 30 años.