Clarín, La Nación y Perfil respondieron al 'estilo Kirchner' de Boudou

Amado Boudou, en un estilo olvidado desde que murió Néstor Kirchner, embistió frontalmente contra Héctor Magnetto, socio-gerente de Grupo Clarín; el diario La Nación y Editorial Perfil (no fue muy claro si fue por el bisemanario Perfil o incluyó a la revista Noticias de la Semana en el enojo). Superando a Kirchner, Boudou agregó una cantidad de otros nombres a su listado. Pero es interesante conocer la respuesta de los medios de comunicación aludidos:





CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). En su ataque a Boldt, Amado Boudou implícitamente defendió a la ex Ciccone.
 
¿Por qué defendería Boudou a la ex Ciccone si no tiene interés alguno en el tema? Carece de respuesta consistente.
     
Boudou se preguntó por qué "nadie investiga" el juego en la provincia. El principal operador del juego de azar en la provincia de Buenos Aires no es Boldt sino Codere.
 
Luego, si se investigara a Boldt, ¿se incluirán las renuniones de su socio Nº1, Antonio Tabanelli, con Néstor Kirchner? Es probable que hayan sido más que las visitas de Héctor Magnetto a la Quinta de Olivos...
 
"Me llama la atención que nadie investigue las contrataciones directas de Boldt con la Provincia de Buenos Aires desde el año 1993. Por suerte, los diputados han llevado adelante un pedido de informes que va a servir para echar luz a todas estas cuestiones", celebró el vicepresidente.
 
Así Boudou embistió contra Eduardo Duhalde, Felipe Solá y Daniel Scioli. Ya es hora de preguntarse: ¿es aliado o enemigo Scioli? ¿Un mal necesario porque no se cuenta con fuerza electoral propia suficiente? ¿Y por qué Scioli debería ser leal con el Frente para la Victoria cuando sus triunfos han sido a pesar de Néstor y Cristina?
 
En el caso de Solá, él renovó por decreto licencias para la explotación de al menos 17 salas de bingos durante 15 años, hasta 2021. Pero los bingos, tal como ya se señaló, resultan negocios básicamente de Codere, otra empresa, de capitales españoles.
 
En cambio, Boldt, que es 100% argentina, tal como le satisface a los ridículos Guillermo Moreno y Axel Kicillof, desarrolló software para Lotería Bonarense (el instituto gubernamental del juego puede así controlar a distancia la recaudación de las tragamonedas, sobre las que cobra un porcentaje, y recibir apuestas online para el juego de quiniela) y opera el casino de Tigre.
 
Por ejemplo, cuando Boudou dijo que hay que preguntarse porqué se puede fumar en los bingos bonaerenses (en las tragamonedas de otros distritos, también), es una cuestión con Codere, no con Boldt. Una ensalada la del vicepresidente...
 
Ahora sí, fragmentos sobre Boudou en los medios citados por él.
 
Joaquín Morales Solá, desde el diario La Nación:
 
"(...) ¿Qué quiso hacer entonces? Es probable que haya buscado que el juez se excusara de seguir en la causa y que explicara que ha sido moralmente presionado por el desenfreno vicepresidencial. Es posible, del mismo modo, que haya estado juntando argumentos para sentar a Rafecas frente al tribunal del Consejo de la Magistratura. 
 
El proceso del juicio contra el juez será iniciado por el vicepresidente y contará, seguramente, con el respaldo del kirchnerismo en el Consejo de la Magistratura. Pero nadie tiene ahí, ni el oficialismo ni la oposición, la mayoría especial necesaria como para destituir a ningún juez, mucho menos por razones tan arbitrarias. La estrategia de Boudou es sólo una manera directa de presionar sobre la independencia y la tranquilidad de un juez.
 
Sin embargo, la razón más práctica podría ser otra: la Justicia cuenta ya con otros elementos de prueba que incriminarían a Boudou, según dijeron inmejorables fuentes judiciales. Esos elementos se mantienen en estricta reserva, por ahora, pero estarían en conocimiento del vicepresidente. (...)
 
Tan incoherente como inconexo en la exposición de sus ideas, Boudou fue sólo descifrable para los que conocen la causa o han leído todos los días la información que lo inculpa. Habló de "Núñez" (por su amigo José María Núñez Carmona) como si fuera una figura del famoseo vernáculo, que no lo es. Recurrió de manera insultante al nombre del CEO de Clarín, Héctor Magnetto, convertido ya a estas alturas en el pretexto de todas las desgracias kirchneristas. Mintió sobre las posiciones históricas de los dos grandes diarios para explicar por qué la Justicia está en estos días cerca de sus talones. Al final, y en un último desvarío de su inteligencia, llamó "esbirros" a los propios periodistas que él mismo había convocado. Algunas cosas parecidas, no iguales, solía hacer Néstor Kirchner (y, a veces, le salían bien), pero el ex Presidente tenía, sin duda, otro manejo de los tiempos y otra envergadura política.

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