La licencia de Boudou: Cristina juega todo

El vicepresidente Amado Boudou llevará en los próximos días su caso ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Quiere que el máximo tribunal se expida ante su recurso de queja tras el rechazo de la Cámara de Casación Penal a su pedido de sobreseimiento en la causa por la ex Ciccone que lo dejó muy cerca del llamado a indagatoria. La situación judicial del ex ministro de Economía es muy delicada y la presión para que de un paso al costado aumenta. En la vereda opositora referentes de casi todo el arco político pidieron que Boudou tome una licencia que permita resguardar la investidura y permitir el accionar de la Justicia con mayor independencia. A esas voces se sumó Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, que pidió “un paso al costado" al funcionario. En el kirchnerismo ya se notan fisuras: El presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, admitió que “no es bueno tener a un Vicepresidente que sale todos los fines de semana en la tapa de los diarios” y Jorge Capitanich este lunes (19/05) eludió responder sobre el vice y solo dijo que "se debe respetar la división de poderes y el debido proceso judicial".


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Amado Boudoutiene 10 días hábiles desde la resolución de la Cámara de Casación Penal para presentar un recurso extraordinario en Casación para que el caso llegue a la Corte Suprema de Justicia. Es la última instancia que le queda al vice porque su situación lo está poniendo a las puertas del llamado a indagatoria y un posible procesamiento lo que lo convertiría en el 1er. Vicepresidente de la Nación que es procesado por la Justicia.
Si Casación rechazara el planteo de la defensa de Boudou, irá directamente a la Corte mediante un recurso de queja. Allí se definirá finalmente su sobreseimiento porque el pedido ya fue rechazado por el juez Ariel Lijo, la Cámara Federal y ahora la Cámara de Casación.
"Vamos a acudir ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en resguardo de los principios y garantías constitucionales violentadas con el fallo, y ante la gravedad institucional de la situación que se presenta", dijo Diego Pirota, abogado del vicepresidente, a través de un comunicado la semana pasada.
Más allá de las estrategias judiciales, crece el pedido para que Boudou sea apartado del Gobierno o tome licencia. Casi todo el arco opositor coincide en la última opción, está fresco el recuerdo de ‘Chacho’ Álvarez y no quieren generarle a Cristina una transición más traumática hacia 2015 y mayor deterioro institucional. Por eso insisten con el pedido de licencia, como una manera de resguardar la investidura del vicepresidente y le permita a la Justicia desenvolverse con mayor amplitud, o la que le permita el recuerdo de los desplazamientos que se dieron en el marco de la causa (hay que recordar que fueron removidos el Procurador Righi, el fiscal Rívolo y el juez Rafecas)
Ernesto Sanz, Miguel Bazze, Margarita Stolbizer y Graciela Camaño (UCR, GEN, Frente Renovador) reclamaron que el vicepresidente deje su cargo para someterse ante la Justicia.
"Frente a esta realidad y altura, el vicepresidente debe pedir licencia y someterse a la Justicia hasta que la Justicia determina que es lo que realmente pasó en esta causa",manifestó a radio Mitre Sanz, senador y presidente de la UCR, quien consideró que Boudou "hace rato dejó de ser un funcionario que está dentro del circulo de poder" del gobierno de Cristina Fernández.
Para Stolbizer, "la causa judicial está demasiado avanzada para que él pueda tomar solo una decisión de lo que tiene que hacer. Nosotros reclamamos hace mucho tiempo que debería ser apartado del Gobierno", remarcó.
"Como todo sospechoso, con algunas cuestiones fehacientemente comprobadas, el vicepresidente debería tener una actitud ética y afrontar esta situación como corresponde a un hombre de bien, desde un lugar que no comprometa la investidura", reclamó Camaño, quien dijo que el vice no debe renunciar pero sí apartarse del Gobierno.
Según explicó, Boudou debería apartarse para permitir que la investigación avance "por lo que significa su cargo en el marco de la República" y porque pese a las acusaciones "está saliendo al exterior en representación del Estado nacional".
Miguel Bazze pidió la renuncia: “Todos los argentinos estamos esperando un gesto ético de Boudou, por el bien de las instituciones el vicepresidente tiene que apartarse hoy mismo del cargo y someterse a la investigación judicial sin la protección de sus fueros”.
Por último, fuera del ámbito político sumó su voz de peso Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora: "Boudou tendría que dar un paso al costado, tiene que haber dignidad de los funcionarios".
En diálogo con radio La Red, Cortiñas expresó que no teme a la reacción que puede tener el kirchnerismo tras sus declaraciones: "Los organismos de DDHH tenemos que ser independientes del Gobierno que sea".
"Hay que valorar los logros, pero cuando vemos algo que no esta bien podemos tener la libertad de marcarlo", agregó.
En el kirchnerismo son pocos los que defienden públicamente a Boudou. Julián Domínguez,presidente de la Cámara de Diputados eludió respaldar al vice y solo dijo que “lo mejor es que esto se resuelva lo más rápido posible”.
Dos años sin una resolución no le hace bien a nadie y mucho menos al país que el vicepresidente esté todos los días en la tapa de los diarios”, completó.
En tanto, este lunes (19/05) el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, también esquivó brindar su apoyo a Boudou. Brevemente dijo en su conferencia de prensa matutina que "no me corresponde a mí hablar sobre ese tema", y cerró: "se debe respetar la división de poderes y el debido proceso judicial".
Ayer (19/05) en el programa 678, Boudou descartó pedir licencia en el cargo. "Nunca pensé en pedir una licencia. Estoy convencido de lo que estoy haciendo. A los que me la tienen jurada, les aviso que no voy a aflojar", afirmó.
En el entorno presidencial ya se sugiere ‘licenciar’ a Boudou, pero Cristina no quiere saber nada y espera las reacciones del Poder Judicial porque tampoco quiere un vicepresidente procesado que arrastre su imagen y complique sus planes de sobrevivencia para 2015.
A propósito de la indagatoria y del juez Lijo, muy revelador el artículo publicado por el portal Letra P:
Desde hoy el juez federal Ariel Lijo sabe que cada vez le quedan menos posibilidades para dilatar el llamado a indagatoria al vicepresidente Amado Boudou por la causa Ciccone Calcográfica. El viernes  a la noche lo contactó su colega Rodolfo Canicoba Corral (cada quince días juegan al truco hasta las cinco de la madrugada) y simplemente le señaló: “ahora te toca a vos”.
Lijo ha hecho un buen trabajo en materia de Relaciones Públicas. Por los tiempos que él maneja si fuera otro juez ya estaría recibiendo el escarnio constante desde los medios de comunicación. Pero el juez Lijo tiene un trato excelente con el periodismo: recibe con café o gaseosa a todos los cronistas judiciales, les cuenta buenos chismes (tiene grandes historias de Norberto Oyarbide) y no habla en ningún momento en tono de superioridad.
Este arte lo aprendió de su mentora, la ya fallecida jueza María “Piru” García Aramayo que, cuando él era su secretario, lo apodaba “Valijo” (la interpretación de este mote es libre) y que fue la autora intelectual tanto de su ascenso como del ascenso de Manuel Garrido que ahora es diputado nacional de la UCR.
El plan original de Lijo era procesar a Boudou recién a fin de este año. Está absolutamente convencido de la responsabilidad del vicepresidente y solo no lo hizo hace tiempo porque Daniel Scioli le pidió que no contribuya a una situación de inestabilidad en un signo político que él pretender heredar, o al menos esto es lo que explica el fiscal de la causa, Jorge Di Lello.
En los crónicas del fin de semana se mencionó una y otra vez la reciente visita de Lijo al Papa Francisco en Roma. Ayer el juez le contó a sus allegados que en ningún momento de esa audiencia vaticana se habló del expediente Ciccone o de la corrupción en el Gobierno. Esos temas Lijo los habla con un interlocutor más funcional como es Ricardo Lorenzetti quien ya le dijo que “llegado el caso” tendrá todo el respaldo de la Corte. El primer gesto de buena voluntad llegó cuando la esposa de Lijofue nombrada con un cargo en la vocalía del presidente del máximo tribunal.
El jueves al mediodía el juez supo que la suerte de Boudou ya estaba echada en la Casación Penal. Se lo dijo un camarista que trató el expediente y que le contó una infidencia: en la Casación se saben muchas cosas sobre la causa porque allí trabaja un secretario cuya esposa trabajó durante años al lado de Alejandro Paul Vandenbroele. “Si lo cito a Boudou a indagatoria lo tengo que procesar”, contóLijo en esa entrevista. Le respuesta fue escueta: “si lo que dice tu expediente es cierto ya tenes todo para llamarlo, basta con los testimonios de la familia Ciccone”.
Pero Lijo tiene además presiones que van más allá del espectro político. El banquero Jorge Brito es quien menos quiere que Boudou se siente frente al juez porque teme que “le embarre la cancha”.Brito es íntimo amigo de otro sospechado en el expediente que es el banquero Raúl Moneta. Fue, además, uno de los tantos invitados a la boda que celebró el juez hace cinco años, en el hotel Sheraton de Pilar.

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