El Mundial no le sirvió a Cristina

Argentina, con la ayuda de Dios en el sorteo previo del Mundial de Brasil, pudo ir armando un equipo que no existía en las fases iniciales y que apareció en la semifinal y en la final. No obstante, y pesar de haber demostrado capacidad y coraje en muchos de sus integrantes, uno debia salir campeón y no le tocó a la selección de Sabella. La gran perjudicada de este contratiempo resulta ser Cristina Kirchner, quien pensó que durante y luego de la competencia iba a poder respirar algunos días de tranquilidad; lo que no resultó así. La alfombra acumula debajo cada vez más problemas y muchos de ellos tienen a ser de muy difícil y larga solución.

por JORGE HÉCTOR SANTOS

Twitter: @santosjorgeh

 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). El Mundial de Brasil 2014, ya quedó atrás.

 

La gran esperanza de Cristina Kirchner, para subirse a la gloria de la Copa del Mundo, se frustró.

 

La selección argentina más allá de cualquier merecimiento, obtuvo el sub-campeonato y  el gobierno no pudo capitalizar tan siquiera el enorme gasto de -ni más ni menos, como mínimo- $ 201.800.000 para todo el operativo que utilizó nuestros recursos. 

 

Para tener una dimensión de la cifra parcial señalada; ya que la misma no contempla el pago de viáticos y estadía a periodistas, vale mencionar que el total indicado resulta un importe casi igual que el que se asigna para alimentar a los sectores más vulnerables de la sociedad a lo largo de un mes.

 

El festejo del campeonato, sin bien efímero, hubiera servido para tapar por algunos días los problemas que en todos los frentes se le vienen agravando al cristikirchnerismo y que se van transformando en un verdadera pesadilla, presente y futura, para la inmensa cantidad de habitantes del país.

 

Ni siquiera el recorrido de los 23 jugadores  seleccionados en Brasil, hasta llegar a su término, el domingo 13 de julio de 2014, le sirvió a La Rosada para poder tapar el procesamiento del vicepresidente, Amado Boudou; el zafarrancho que se está haciendo entorno al fallo en contra en tres instancias en la justicia de USA en torno a los holdouts; sumados a los acuciantes dificultades de enorme envergadura que se vienen acumulando debajo de una ya por demás voluminosa alfombra.

 

Nadie puede obviar que la posibilidad de llegar a disputar la final con Alemania en el Maracaná resultó un verdadero recreo de felicidad para buena parte de los argentinos que vienen sorportando enormes pálidas todos los días y, para colmo, buena parte de ellos sabe que lo se avecina desde 2016 en adelante tampoco les hará ver el sol de la noche a la mañana.

 

Quién más, quién menos, conoce muchos de los enormes desafíos que existen, muchos de los cuales llevará años y algunos décadas poder darle solución.

 

Tampoco, el panorama que se presenta, de los posibles sucesores del lapidario Kirchnerismo gobernando el país, abriga las mejores esperanzas.

 

La gran causa de muchos de los males del país es la emorme corrupción y la escandalosa impunidad.

 

Un honesto que llegue a La Rosada puede ser la repentina y circunstancial  aparición del sol pero nunca podrá ser el final de la lluvia y de las fuertes tormentas.

 

La mafia de la corrupción está enquistada en el Estado, pero también en buena parte de la comunidad que tiene trato con este.

 

El robarle dinero a la gente que lo aporta pagando impuestos se ha hecho una práctica de muy difícil resolución.

 

El sistemático saqueo de los dineros públicos se ha convertido en una catarata que cae incesamente bañando casi todos los estratos colectivos.

 

De igual forma se va introduciendo el narcotráfico en las entrañas del poder. Funcionarios de todas escalas y de los distintos entes nacionales, provinciales y municipales; de los tres poderes del Estado son comprados por el demoledor y multiplicador dinero de la droga.

 

No se salva nadie. Ni las fuerzas de seguridad ni las armadas.

 

Corrupción, narcotráfico, y trata de personas (prostitución) son negocios emparentados y mutiplicadores.

 

Un país con una justicia manoseada y endeble es campo propicio para todo esto y muchos más.

 

La inseguridad se hace un festín con estas asociaciones ilícitas.

 

La muerte está a la orden día. Los DDHH son nombres, no realidades.

 

Para aumentar un panorama por demás conmovedor; basta pensar en el deterioro de la educación pública (caldo de cultivo de los “necesarios” ignorantes), la cantidad de gente convertida en vagos de por vida mantenidas con subsidios estatales, trabajadores en negro, etc.

 

Los políticos que aspiran a gobernar un país con tan drámatico presente y futuro, muchos de los cuales devienen del mismo signo político que ha conducido a la Argentina a este infierno; y otros a los que les costará mucho derrotar al obsoleto peronismo, no auguran días fáciles.

 

Lamentablement, los mundiales de fútbol se celebran cada 4 años y no siempre en esas competencias es posible encontrar al menos un recreo. Eso sí reultaría un paso adelante que el próximo, al menos, no sea otra vez  pagado con recursos que podrían ser aplicados a fines más necesarios.