Trivia: ¿Scioli acompaña hasta la puerta del cementerio o también ingresa?

Si Daniel Scioli tenía decidido ser leal al Frente para la Victoria hasta el final, ¿para qué se sentó a negociar con Sergio Massa? Es obvio que faltan piezas en el rompecabezas pero, desesperado, el FpV no está en condiciones de escudriñar. Y Scioli le suma... desde 2003. Ahora, ¿la derrota de Insaurralde cómo le pegará a Scioli? Peor aún: el derrumbe del 'modelo' ¿cómo afectará la imagen de un dirigente que reivindica una y otra vez su pertenencia a ese 'modelo'? Es evidente que Scioli ha decidido mantener su enfoque pero ¿hasta cuándo?


Marisa Álvarez: "El oficialismo seguirá sosteniendo la candidatura de Martín Insaurralde con el acompañamiento constante de la Presidenta y el Gobernador. Cristina, con el discurso de fondo, hablando de las bondades del “modelo” y de lo que se hizo y se hará. Scioli, cada vez más jugado en la defensa de un “proyecto” con el que ya no parece mantener “matices diferenciadores”.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Daniel Scioli era la gran esperanza post K. Pero ¿habrá espacio para versiones K moderadas? Sergio Massa debía intentar engañar a la Presidente de la Nación, minimizando su disenso, tal como surge de las informaciones sobre las divisiones en la Secretaría de Inteligencia, ¿también logró engañar a Scioli y por eso éste aceptó participar de una serie de negociaciones frustradas? ¿Será que Scioli utilizaba los diálogos con Massa para presionar a Cristina?
 
La gran duda que provoca una respuesta afirmativa en este caso es que Scioli no consiguió mucho en su adhesión a Cristina, más allá de dinero para la Provincia de Buenos Aires que podía conseguir sin necesidad de exponerse tanto. Encerrándose en La Plata y dejando que el Frente Renovador continuará su diferenciación del Frente para la Victoria, Cristina estaba obligada a ir a buscarlo... chequera en mano.
 
Scioli no ha apostado su futuro a que Martín Insaurralde obtenga más sufragios que Sergio Massa porque el gobernador sabe que, en ese caso, habría Cristina eterna.
 
Scioli ha apostado su futuro a que la elección de Insaurralde sea lo suficientemente buena como para impedirle a Massa consolidar su liderazgo, aún cuando gane. En ese esquema, pierde Cristina, Massa trastabilla y Scioli sigue en carrera.
 
3 cuestiones:
 
> es una apuesta tan imaginativa como audaz,
 
> es bastante imposible que ocurra, y
 
> ¿cuál es el plan B?
 
Por ahora, el mayor problema es que Martín Insaurralde parece un candidato imposible.
 
Luego, aún cuando al propio Massa le disguste, la historia argentina se desarrolla en forma pendular. Es muy difícil que a Cristina K le suceda un Daniel K... o neo K. Y si Massa quiere llegar, tendrá que ir sustituyendo, progresivamente, todo lo K que exhiba... por otras letras, preferentemente M.
 
Pero Scioli se empeña en su estrategia. Y aquí algunos fragmentos dominicales:
 
Precandidato a diputado nacional y referente del colectivo K Carta Abierta, Ricardo Forster, fue entrevistado por Gabriel Sued en el diario La Nación:
 
"(...) -Dijo que Massa fue "un error de Néstor y de Cristina".
 
-Sí, él nunca estuvo consustanciado con la matriz ideológica del kirchnerismo. Es una mezcla de viejo conservadurismo popular, más liberalismo y estética noventista.
 
-¿Scioli no es parecido?
 
-Pero diferente. Scioli para mí no expresa la continuidad del kirchnerismo. Pero ha demostrado ser un aliado relativamente confiable y eso no es menor. (...)".
 
 
"(...) -¿Qué le gusta de Insaurralde como candidato? 
 
-Que es un tipo sincero y agradecido.
 
-¿No le puede jugar en contra el nivel de desconocimiento?
 
-Al contrario. En la medida que la gente lo vaya descubriendo, más lo va a apoyar. 
 
-Usted quedó a cargo de la conducción nacional del PJ desde el fallecimiento de Néstor Kirchner. Un grupo de intendentes peronistas de la provincia ha decidido presentarse por fuera del partido y del FPVpara acompañar a Massa. 
 
–Si bien yo estoy al frente del partido, es una cuestión formal. Todos reconocemos que la Presidenta es la verdadera conductora del partido y de la política de nuestro espacio. Y Martín (Insaurralde) cuenta con el apoyo coherente de todos los que somos justos en agradecer que todos los avances que han tenido los municipios y la provincia se deben a las posibilidades que abrieron las políticas nacionales. 
 
–¿La famosa frase de "no sacar los pies del plato" tiene actualidad en este caso?
 
-Y… tiene una gran vigencia. Porque si hay algo que ha caracterizado al FPV, a esta conducción, que ya viene con una historia de 20 años desde que empezó allá en Santa Cruz, es que ha promovido un espíritu frentista donde convergen, con un eje en el peronismo, distintos sectores. Y siempre está la posibilidad, desde adentro del propio espacio, de plantear distintos puntos de vista. Mi caso es un testimonio muy claro. La fuerza del FPV está en esa complementariedad de las características y personalidades. Por eso Néstor (Kirchner) me honró con su confianza y me eligió en cinco oportunidades para unirnos con avances muy positivos para el país y la provincia. Y eso se reflejó claramente en los municipios, ya que allí han impactado esas políticas muy positivamente en lo social, económico y productivo. Martín (Insaurralde) interpreta todo eso. (...)"
 
 
Bisemanario Diario Perfil acerca del Scioli vs. Massa:
 
"(...) Un sondeo realizado para PERFIL por la firma Federico González y Cecilia Valladares, Consultores en Marketing Político, y a la empresa MGMR, indica que en territorio bonaerense el intendente de Tigre tiene 13 puntos más de imagen positiva que el gobernador (43 a 30) y que están nivelados en la negativa (35%). Lo llamativo es que Massa, además, duplica al motonauta en la capacidad que le ven los encuestados de resolver los principales problemas. Por ejemplo, el 56% lo ve más capaz de resolver la inseguridad, mientras que el 21,5% lo elije a Scioli.
 
Territorio. Desde ambos bandos ya se fijaron el objetivo de captar votos en los territorios donde el rival pesa más fuerte. Scioli buscará pisar con fuerza en la primera sección electoral (Conurbano norte), donde Massa y sus aliados corren con ventaja. Para eso puso a coordinar la campaña de Insaurralde, en la zona, a su ministra de Gobierno, Cristina Alvarez Rodríguez, que tiene su armado en el partido de San Martín.
 
Esta semana, Scioli demostró que hará campaña parado en la primera fila. Participó en actos viajando como si él fuese candidato: de la Casa Rosada a Bahía Blanca, volviendo a Tecnópolis para volar ayer hasta Tandil. En una de esas apariciones dijo que “con el modelo se está o no se está” y desde el massismo salieron a responderle. Uno de los encargados fue el intendente de Olavarría, José Eseverri, quien disparó: “A Scioli le gusta que lo traten de inútil y de mal gestionador. A pesar de que los denosta, Scioli es lo mismo que Sabbatella, D’Elía, Moreno o Kunkel”.
 
En caso de que los dos sean candidatos presidenciales, hoy el 35% de los bonaerenses elegirían a Massa y el 20% a Scioli (36% a ninguno de los dos). ¿Será un furor pasajero? ¿Se replicará fuera de la Provincia? ¿Podrá recuperar terreno el segundo? (...)".
 
 
 
"(...) El oficialismo seguirá sosteniendo la candidatura de Martín Insaurralde con el acompañamiento constante de la Presidenta y el Gobernador. Cristina, con el discurso de fondo, hablando de las bondades del “modelo” y de lo que se hizo y se hará. Scioli, cada vez más jugado en la defensa de un “proyecto” con el que ya no parece mantener “matices diferenciadores”. En medio de esos elogios cerrados del Gobierno, al candidato se le permite hablar de lo que “está mal”: la inseguridad y la inflación. “Si no es necesario”, ninguno de los tres disparará munición gruesa directa -permitida, sí, para las segundas y terceras líneas del espacio- sobre los candidatos de otros espacios, aunque las chicanas hacia Sergio Massa y Francisco De Narváez -al que claramente prefieren instalar como adversario- irían subiendo de tono. (...)".
 
 
 
"(...) Dicho con crudeza, el intendente de Tigre, Sergio Massa, parece haber realizado la acción más exitosa. En efecto, los bonaerenses tienen hoy una mejor imagen de él que de Scioli; lo perciben con mayor capacidad para resolver los problemas de inseguridad, inflación, pobreza y lucha contra la droga y el narcotráfico; consideran que sería un mejor presidente, y le conferirían mayor caudal de votos para ese cargo en 2015. Así lo revelan, en principio, los resultados de la encuesta que se desglosa en los artículos que acompañan esta columna de opinión.
 
Adicionalmente, los bonaerenses consultados evalúan que el gobernador Daniel Scioli permanece dentro del espacio kirchnerista más por conveniencia que por convicción y, además, que aún no ha roto por temor a represalias presidenciales o a la espera de un tiempo que permita discernir mejor el dilema que se bifurca entre irse o quedarse
 
Tal valoración resulta compatible con que casi la mitad de la ciudadanía que otrora confió en el gobernador hoy manifieste sentirse defraudada. Al tiempo, se siente menos motivada a votar a un Daniel Scioli oficialista que a uno capaz de tener un gesto definitivo y saltar a la vereda de la oposición al kirchnerismo.
 
Podría conjeturarse que aquella recurrente actitud sciolista de amortiguar embates presidenciales ante atisbos de independencia, que le permitiera forjar esa formidable imagen de conciliador estoico, se transformó –cual efecto boomerang– en su talón de Aquiles. Determinar cuánto contribuyó a ello la actitud antitética de Sergio Massa resulta tan fácil de intuir como difícil de demostrar.
 
Conjeturar que la ciudadanía tiende a premiar a quienes se juegan mientras que castiga a quienes dudan es una atendible hipótesis de trabajo.
 
No obstante, es sabido que el tiempo y los resultados tendrán la última palabra. (...)".
 
 
 
"(...) Pero por debajo de esa superficie, que tiene que protagonistas centrales las campañas medidas y cuidadas del kirchnerismo y el massismo, ya empezaron a sonar los tambores y se registran inclusive las primeras acciones bélicas entre esos dos sectores.
 
El último reparto de obras públicas a municipios bonaerenses, hace unos pocos días -en la Casa Rosada, con Scioli e Insaurralde en el estrado-, dejó afuera a las comunas gobernadas por intendentes enrolados en el Frente Renovador que lidera Massa. En rigor, hace ya más de un año que el Gobierno no incluye a esos distritos en la adjudicación de obras; decisión que en estos tiempos electorales les genera un “inconveniente”, al limitar la posibilidades de actos con los candidatos kirchneristas en esos territorios a los de entrega de notebooks. De cualquier modo, la de negar obras públicas al massismo será una de las armas de guerras cuyo uso intensificará el oficialismo a partir de ahora.
 
Pero además el oficialismo comenzó a desplegar una estrategia particularmente dura e inquietante para esos jefes comunales: fracturar los bloques oficialistas en los concejos deliberantes de las comunas gobernadas por massistas; bancadas que responden a los intendentes y en las que hasta ahora conviven, obviamente, todos los ediles que fueron electos por el Frente para la Victoria.
 
En la última semana ya se fueron de los bloques oficialistas para formar bancadas propias -con nítido perfil opositor a nivel local, desde ya- varios concejales de San Martín y Almirante Brown, donde gobiernan Gabriel Katopodis y Darío Giustozzi. Y la intención de la Casa Rosada es que esas batallas se vayan extendiendo a todos los distritos que tienen massistas al mando del timón municipal.
 
Las huestes de Massa, por su lado, ya comenzaron a “independizarse” en la Legislatura, donde esta semana debutó formalmente el bloque de senadores del Frente Renovador, aunque en este caso el nuevo sector político no come únicamente piezas del tablero kirchnerista sino también de algunas bancadas opositoras. (...)".
 
¿Y dónde queda Daniel Scioli en este esquema? ¿Cada vez más K en el ocaso de los K? ¿Él acompaña a Cristina hasta la puerta del cementerio o ingresará con ella?

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