¿Por qué toleramos a Moreno?

Guillermo Moreno es un insuperable ejemplo de mono con navaja. ¿Por qué soportamos a éste sujeto? Esa es la cuestión. ¿Por qué la democracia tolera a un enemigo de la democracia, de los periodistas y de la inteligencia, a un clown que reparte medias, globos y bobadas, y que no hace reir a nadie? ¿Quién le dio patente a éste zángano intelectual que nada aporta sino vergüenza ajena?


POR MIGUEL WIÑAZKI


Guillermo Moreno es un idiota moral. No es un improperio sino una vieja categoría filosófica. El idiota moral es idiota pero no inimputable. No hay que subestimar nunca el daño socio político que produce la estupidez humana . Moreno sólo será recordado por sus gritos histéricos, sus amenazas, su apabullante ineficiencia, sus fracasos perpetuos, desde el congelamiento de precios, hasta los CEDINES. Ni siquiera tiene la astucia de encubrir sus más profundas intenciones. No hay profundidad. Todo en él es superficie y militancia contra la razón y la mesura. Muchos funcionarios de su propio espacio que comparten con él reuniones en las que sólo ratifica su cabeza cuadriculada,   lo califican entre susurros que ya son secretos a voces como “el energúmeno”. 

¿Por qué delegamos en un burro la economía y la filosofía comunicacional de un gobierno elegido para gobernar y no para patotear? 

No es una pregunta solamente para quienes lo encumbraron y le conceden tanto poder.  

Es una interpelación política para cada uno de nosotros.

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