Egipto está a punto de estallar de nuevo

El presidente de Egipto, Mohammed Morsi, rechazó el ultimátum de 48 horas del Ejército, respuesta que puede provocar un escenario duro para el país. La incapacidad de los Hermanos Musulmanes de cumplir con sus promesas electorales trienen a Egipto nuevamente debatiéndose entre protestas sociales y una inestabilidad endémica en la región de Medio Oriente.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - El presidente de Egipto, Mohammed Morsi, rechazó el ultimátum de 48 horas del Ejército, respuesta que puede provocar un escenario duro para el país. 
 
Durante su campaña electoral Mohammed Morsi prometió ser un verdadero demócrata y hacer caso no solo a la opinión de sus partidarios, sino también a la de todos los egipcios. En aquel entonces juró que dimitiría si lo exigía el pueblo.
 
En unos pocos meses Morsi recibió casi los mismos poderes que tenía Hosni Mubarak. La controvertida Constitución,  elaborada por los Hermanos Musulmanes ha sido destinada a reforzar la posición del partido y del presidente usando los dogmas religiosos. A su vez, varios periodistas, políticos y activistas opositores denunciaron una persecución en su contra.
 
"Precisamente la incapacidad de Morsi de cumplir sus promesas electorales ha sido la causa de las protestas masivas. Pero hay otro lado del problema: los mismos Hermanos Musulmanes no quisieron y no supieron lograr una colaboración con otras fuerzas políticas de Egipto. Los Hermanos Musulmanes están bajo una fuerte influencia de monarquías suníes como Arabia Saudita y Qatar. Esta alianza no les gusta a muchos egipcios", comenta el politólogo ruso Dmitri Sedov.
 
No obstante el impulsor más fuerte de la ira egipcia fue la falta de un desarrollo dinámico de la economía del país. Los índices básicos de la macroeconomía han caído considerablemente. La deuda estatal, el déficit presupuestario, la inflación y el paro [el desempleo supera ya el 13%] han crecido drásticamente, mientras que las reservas de oro y divisas se mantienen en una buena condición solo por la ayuda económica de las ricas monarquías del Golfo Pérsico. Por ejemplo, en mayo de 2012 Arabia Saudita transfirió a Egipto alrededor de 4.000 millones de dólares para mantener la economía del país. Este abril Qatar anunció que dará una ayuda adicional de 3.000 millones de dólares a Egipto mediante bonos y depósitos bancarios.
 
En medio del empeoramiento de la crisis Morsi intentó reforzar el control gubernamental de la economía. El efecto de la 'mano dura' ha resultado todo lo contrario: el país empezó a sufrir fallos con la gasolina, la electricidad, el agua y el pan, según denuncian los ciudadanos egipcios.
 
En vez de asumir la responsabilidad de la crisis que se aproximaba al país, la Hermandad Musulmana ha lanzado una amplia imposición de sus ideas sobre el papel del islam en la sociedad. Los activistas denuncian que se empezó a hablar demasiado sobre los antiguos valores religiosos. Estos intentos han provocado la irritación de la clase media, descontenta con su posición.
 
La crisis de las ideas, la decadencia económica, las llamadas separatistas teóricamente tenían que convertirse en temas para discutirse en el Parlamento, pero defendiendo su poder por encima de todo Morsi de hecho casi lo ha eliminado. Por eso los opositores del presidente han visto la única salida: regresar a la plaza Tahrir.
 
La oficina del presidente egipcio, Mohamed Morsi, emitió un comunicado donde rechaza el ultimátum del Ejército que dijo que "ofrecería su propia hoja de ruta" dentro de 48 horas si los políticos "no responden a las demandas de los manifestantes".
 
Según el politólogo ruso Dmitri Sedov, la respuesta negativa de Morsi podría suponer el "inicio de una protesta sin término, igual a la revolución de 2011".
 
Abusos
 
Al menos 46 agresiones sexuales se han cometido este domingo durante las protestas en la plaza Tahrir de El Cairo contra el presidente del país, Mohamed Mursi, según los datos proporcionados por la Operación contra la Agresión y el Acoso Sexual (OpAntiSH) recogidos por el diario 'Al Ahram' . 
 
"Había hombres con palos en la entrada del metro frente al KFC de Tahrir que atacaban a mujeres", ha asegurado OpAntiSH, un grupo de voluntarios que trabaja para combatir la violencia sexual durante las protestas dentro de la plaza de El Cairo. 
 
El acoso sexual se ha convertido en un problema que afecta gravemente a las protestas que tienen lugar en la plaza Tahrir, y ha aumentado notablemente debido a las multitudinarias manifestaciones que han tenido lugar durante el fin de semana, a las que han acudido cientos de miles de personas. 
 
La organización hizo un llamamiento mediante la red social Twitter para que las mujeres no acudiesen a la plaza de la capital durante la noche del domingo, argumentando que la zona no era segura. 
 
El enfrentamiento a través de la red social entre los activistas que denuncian este tipo de acoso y los medios de comunicación de los Hermanos Musulmanes alcanzó su punto álgido este domingo, cuando los partidarios del presidente Morsi criticaron las agresiones sexuales en las protestas de la oposición. 
 
OpAntiSH y varios usuarios de Twitter acusaron a los Hermanos Musulmanes de haber denunciado el acoso sexual con el único objetivo de dañar la imagen de las manifestaciones. Los activistas replicaron a la web oficial de los Hermanos Musulmanes, Ikhwanweb : "Es bueno que nos estéis 'retuiteando', así queda claro que el partido gobernante lo sabe -acerca del acoso sexual-, el régimen lo sabe y todavía no hace nada".

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