De la mano de Francisco, la Iglesia se metió en la campaña

Aunque no apuntaló a ningún candidato, la Iglesia juega su partido en el escenario electoral. Su discurso, más cercano al opositor que al de la Casa Rosada, se difunde en cada uno de los sermones que se dan en miles de iglesias de todo el país y cuenta con la bendición del argentino con mejor imagen positiva: Francisco, el Papa.


“Además de pedir por las intenciones particulares de cada uno de nosotros vamos a pedir por nuestra patria, por laindependencia de los poderes del Estado, sobre todo por el del Poder Judicial”, dijo el sacerdote que ofreció, el domingo pasado, la misa de las 19,30 en la Parroquia Nuestra Señora de Loreto, sobre la avenida Coronel Díaz y Juncal.
Su sermón no caería bien a oídos de un militante de profundas convicciones K.
Ese mismo día, la Comisión Episcopal de Pastoral Social, que preside monseñor Jorge Lozano, reclamó que se respete “la plena vigencia de la división de los poderes republicanos” y pidió afianzar la “calidad institucional” de la democracia para lograr la inclusión social.
Esas observaciones fueron realizadas en el mensaje final de la Semana Social que se reunió en Mar del Plata. También se indicó que “la calidad institucional es el camino seguro para lograr la inclusión social a la que tanto aspiramos”. El mensaje llega en medio de lacontroversia entre el Gobierno y la Corte Suprema por la reforma al Poder Judicial.
En Misiones, donde el pasado domingo se vivió el primer test electoral del año, también hubo una leve bajada de línea. Algunos candidatos de la oposición hicieron cola para recibir la bendición del obispo emérito y jesuita Joaquín Piña.
La solapada campaña de la Iglesia llega hasta el territorio K. El obispo de Río Gallegos, Miguel Angel D’Annibale, dijo que el tejido social “está bastante complicado en muchas cosas” y pidió que las personas que ocupan puestos de jerarquía trabajen para construir una realidad mejor.
“La paz de la que nos habla el Evangelio busca echar raíces en el corazón del hombre, y no ser la sola componenda política que busca un frágil equilibrio, pero que no remueve las verdaderas causas que se oponen a ella”, observó ayer el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José Arancedo.
Los principales voceros de la curia criolla coinciden cuando dicen que Francisco, más allá de sus preocupaciones en Roma, no dejó de ser Jorge Bergoglio y, por lo tanto, de estar en “continua comunicación con las cuestiones de la sociedad argentina”. Esto lo sabe monseñor Mario Poli, sucesor del Papa en la arquidiócesis de Buenos Aires.
El pasado 16 de abril, el Episcopado emitió un documento critico sobre el “apresurado” tratamiento del proyecto de reforma judicial. El 25 de mayo Cristina Fernández de Kirchner escuchó durante el tedéum que se celebró en Luján un duro mensaje de monseñor Agustín Radrizzani con pasajes del Papa.
El 24 del mes pasado Francisco recibió en el Vaticano a Félix Díaz, el líder de los pueblos originarios de la etnia Qom que la Presidenta no quiso recibir. Cuatro días después el Papa se sacó fotos con Gustavo Vera de la ONG La Alameda y uno de los candidatos a legislador porteño del opositor frente Unen.
Y el jueves le abrió las puertas al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y a su esposa, Karina Rabolini. Desde el Vaticano llegan muchas señales que terminan siendo parte de los sermones. El clero y sus seguidores saben interpretarlos.

Comentarios

Entradas populares