Cuáles son las causas judiciales que podrían acorralar a Jaime

Ricardo Jaime llegó en 2003 a la Secretaría de Transporte de la Nación sin experiencia en el rubro y con pocos bienes a su nombre. En pocos años, el funcionario a cargode la caja multimillonaria de los subsidios compró autos, propiedades y hasta un jet privado. La posible explicación sobre ese meteórico progreso está hoy en los juzgados de Comodoro Py: el exfuncionario tiene una veintena de causas de corrupción en su contra.


La menos pensada fue la que provocó el primer pedido de detención contra un exfuncionario kirchnerista: el juez Claudio Bonadío lo procesó con prisión preventiva por supuestos actos de corrupción en obras del ferrocarril Belgrano Cargas, cuando la empresa era manejada el gremio Unión Ferroviaria. A pesar de que su abogado, Andrés Marutian, aseguró esta tarde que el exfuncionario no se presentará a la Justicia, está claro que su situación procesal se complica cada vez más.
Algunas de las múltiples causas contra Jaime están a la espera de un juicio oral. Una es la que investiga la Tragedia de Once, en la que Jaime está procesado por "administración fraudulenta" y "estrago culposo" junto a su sucesor, Juan Pablo Schiavi, los hermanos Claudio y Mario Cirigliano y otros 25 empresarios y exfuncionarios de Transporte y la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT).
Hay un segundo proceso oral y público que también lo vincula con Claudio Cirigliano, dueño de Trenes de Buenos Aires (TBA): la empresa sospechada de pagarle taxis aéreos para que Jaime viajara a Córdoba y a Brasil con su familia. Por sus funciones, Jaime debía controlar la concesión de TBA de las líneas Mitres y Sarmiento. Por los millonarios subdisios al conglomerado de los Cirigliano, también está procesado en una causa -aún etapa de instrucción- por el juez Sebastián Ramos.
El tercer juicio oral y público que aguarda el exsecretario de Néstor Kirchner es por los alquileres de un departamento de lujo en la Avenida Libertador, que era pagado por laTerminal de Ómnibus de Retiro (TEBA), también bajo el control de Jaime. La instrucción estuvo a cargo del polémico juez Norberto Oyarbide.
A su vez, el exfuncionario debe responder ante un Tribunal Oral en Córdoba por el robo robo de pruebas en un allanamiento realizado en su casa de Villa Carlos Paz en la causa por enriquecimiento ilícito, también en manos de Oyarbide.
Ahora, ese expediente está en manos de Sebastián Casanello, juez de la causa madre delLázarogate. Jaime tampoco está al margen de ese escándalo: la exsecretaria privada de Néstor Kirchner, Miriam Quiroga, lo identificó como uno de los hombres del expresidente que llevaba valijas con dinero entre la Casa Rosada y Santa Cruz, denuncia bajo la órbita del magistrado Luis Rodríguez.
En la causa por enriquecimiento ilícito, Jaime no pudo justificar el descomunal crecimiento patrimonial suyo ni el de su mujer, hasta llegar a los 12 millones de pesos, entre 2003 y 2009, mientras era secretario de Kirchner. En medio de esa fortuna, apareció un avión privado a su nombre.
La compra de trenes y aviones a empresas del exterior también motivaron nuevas denuncias, imputaciones y procesamientos por corrupción. Jaime está acusado ante la Justicia Federalpor sobreprecios en la compra de vagones de subte a la compañía china Citic, la incorporación de locomotoras japonesascoimas en la adquisición de aviones para Aerolíneas a Embraer y la adquisición de vagones a la española Renfe, material que apareció incendiado, según consta en una denuncia de la Auditoría General de la Nación (AGN).
Y hay más irregularidades: no haber adecuado las formaciones de ferrocarriles y construido lasrampas para discapacitados, la quiebra de Transportes del Oeste, desmanejos enAerolíneas Argentinas -cuando la línea de bandera estaba a su cargo- y la aerolínea LAFSA, que pagó sueldos a un centenar de empleados durante años y nunca voló.
Consuelo. Sin embargo, y en medio de tantos frentes de batalla, Jaime puede considerarse "afortunado": el juez Oyarbide y la Cámara Federal invalidaron los miles de mails que se hallaron en la computadora de su mano derecha y presunto testaferro, Manuel Vásquez. Esas pruebas podían complicarlo a él, a Vásquez y al hermano del exfuncionario, Daniel Jaime, en otras seis causas judiciales por corrupción.
En los mails de Vásquez se encontró información sobre financiación de las campañas electorales del kirchnerismo, negociados y supuestas coimas que habría cobrado Jaime de empresas de transporte del exterior.

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