Hay ajuste pero ¿hay plan? (y la recaudación en crisis)

Nunca se dijo que la economía no sería complicada en 2016: el desajuste de la estructura de precios relativos era de tal magnitud que sólo podía sorprender a un tipo como Juan Carlos Sacco, corroborando el bajo nivel que tiene la gente que manda en la UIA. Los K destruyeron la economía pero el problema de Mauricio Macri es que sólo pretende equilibrar la situación, no modificarla de raíz. Tal como afirma José Luis Espert, "estoy más optimista desde que comprendí que aquí no hay ningún cambio, el objetivo es modesto, apenas estabilizar la situación". Pero la coyuntura cruje.


"Si no hay algunas medidas rápidas, las pérdidas (de empleo) en el sector industrial van a ocurrir. Se pueden perder muy rápidamente entre 100 y 200 mil puestos de trabajo", aseguró el secretario de la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Carlos Sacco, quien agregó que en el Ministerio de Energía, "se quieren suicidar" por la política tarifaria en energía eléctrica y, supuestamente, gas.
Tras la reunión de la UIA con el ministro de Producción, Francisco Cabrera (sin Juanita Viale), a quien le plantearon su situación, explicaron que el sector viene en caída desde 2011 y que la tendencia para este 1er. semestre del año "es muy dura".
Sacco es conocido en la UIA por su rechazo permanente a Mauricio Macri y a Cambiemos.
Él fue quien, en noviembre, dijo que a Macri, “le falta discurso industrialista”y, en declaraciones a radio América (¿recuerdan que había una radio América, que era de Sergio Szpolski?), advirtió que “con la apertura del mercado volvemos a la década del ‘90. No estamos preparados para una apertura de importaciones” y “hay que crecer con inversiones, no hay que enfriar”, a la vez que criticó la existencia de “demasiados impuestos municipales, provinciales y nacionales”.
Ahora Sacco dijo a Radio 10 (Grupo Indalo) que muchas empresas "están entrando en situación de crisis por el impacto de esos aumentos y por la caída de la producción, que se están dando a la vez".
Frente Renovador
Coincidió con Sacco, desde el Frente Renovador, el intendente de San Fernando, Luis Andreotti, quien manifestó que los de Sergio Massa “siguen con atención la inflación, la falta de trabajo y las demora en la aplicación de políticas sociales. Nos reunimos con Jefes Comunales del Frente Renovador y planteamos sostener reuniones semanalmente porque estamos realmente preocupados". Él pidió a Provincia que envíe los recursos para obras públicas que se acordaron en el Presupuesto bonaerense (para lo cual se precisa la emergencia de infraestructura, que acaba de aprobarse en el Legislativo provincial).
Precisamente él dijo: “Hemos acompañado lo que nos tocó votar en la Legislatura, como la emergencia de infraestructura o el endeudamiento de la Provincia".
Consultado por periodistas acerca de los incrementos en las tarifas de los servicios públicos, Andreotti expresó: “Fuimos partidarios desde el primer momento, cuando se aumentó la luz, de que se haga por etapas y no que sea un incremento de una sola vez ya que muchos precios estaban desactualizados pero la gente no ahorro para solventar estos gastos, y los valores relativos de un día al otro los empujan a dejar de consumir algunas cosas; hay que ser justo pero no se puede aumentar todo de golpe y eso nos tiene preocupados”.
Él comentó que el encuentro de trabajo fue con los jefes comunales de Chivilcoy, Guillermo Britos; de Tigre, Julio Zamora; de Chascomús, Javier Gastón; de Las Heras, Gabriel Osuna; de San Miguel del Monte, Sandra Mayol;  y de San Andrés de Giles, Carlos Javier Puglelli. También el diputado nacional Raúl Pérez y el diputado provincial Juan Andreotti.
“Planteamos sostener reuniones semanalmente porque estamos preocupados por la situación de los vecinos, que también repercute en los Municipios, por lo que seguimos con atención la inflación, la falta de trabajo y la demora en la aplicación de políticas sociales”, dijo Luis Andreotti.
“Sabemos que un gobierno nuevo necesita tiempo para trabajar pero nuestra responsabilidad día a día con el vecino nos hace tener que estar mucho más activos”, afirmó.
Pro Macri
En defensa de la Administración Macri irrumpió el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevehere, quien le dijo a Pablo Duggan (AM 950 Belgrano) sobre el aumento de tarifas: "Este aumento de tarifas es un sinceramiento, son las consecuencicas de la fiesta del gobierno anterior. Macri está pagando las irresponsabilidades del kirchnerismo. La política del gobierno anterior produjo que se redujese la producción, eliminando puestos de trabajo; que se eliminaran el resto de las retenciones que hacían que se sembrase menos trigo y maíz; que se produzca menos carne, que se cerraran 138 frigoríficos quedando 21.000 trabajadores en la calle y que caigamos del tercero al 14to. lugar comoe xportador mundial de carne. El gobierno de Macri nos puso en igualdad de condiciones respecto de competidores nuestros en el extranjeros".
Etchevehere expresó: "El campo paga impuestos como todos, pero además las retenciones durante 10 años significaron para las arcas del estado US$ 86.000 millones, un aporte extraordinario. Si eso hubiese solucionado los problemas de la Argentina estaríamos orgullosos, pero la realidad es que el gobierno anterior terminó con el 30% de los ciudadanos por debajo de la línea de pobreza, con un desastre con las tarifas y el sistema productivo perjudicado."
"El campo a partir de la eliminación de retenciones generó una gran confianza con el gobierno. Los productores liquidaron desde el 14/12/2015, US$ 6.800 millones en granos, un 88% más que el año pasado en esta época. Es un aporte muy concreto. En los 4 días de ExpoAgro se hicieron ventas por $8.000 millones en maquinarias. Más que un derrame, es una acción directa en un incremento en la industria del trabajo", concluyó.
"Tarde o temprano iba a llegar"
El economista Juan Carlos De Pablo le agregó a Adriana Balaguer (también por la AM 950 Belgrano)"Podemos creer en los Reyes Magos o endeudarnos hasta las pelotas. Este gobierno habla despacito, me gustaría que hable mejor y muestre todas las cartas. Tenemos una herencia fenomenal, donde Argentina va a salir a buscar plata para financiar gastos corrientes y que el ajuste no se note. Nos van a cobrar un huevo la deuda."
Según él, hay una decisión por delante: "Podemos endeudarnos a más no poder, incubar un problema y seguir para adelante; o bien enfrentarlo. Podemos salir al resto del mundo, nos traemos US$ 800.000 millones, pagamos un huevo y ya estamos incubando el próximo default. En la capital federal te cruzás la ciudad por $3,50 cuando un café sale $30".
"Hay más riesgo del que parece, porque hay tipos que dicen tener la vaca atada y millones de argentinos que se levantan todos los días para ver cómo le encuentran la vuelta. Argentina es un país donde la Argentina la tercera parte de la economía es informal", subrayó.
"No entiendo por qué no empezaron las paritarias, por qué no hay aumentos a cuenta. Estamos en medio de una vorágine que tiene que ver con la herencia", concluyó.
Torniquete, pero sin plan
En ese contexto, de gran preocupación por la ausencia de definiciones y decisiones más allá de la salida del default, el estudio Massot & Monteverde difundió algunos datos inquietantes:
"(...) El Ministerio de Hacienda informó sobre la ejecución fiscal durante el mes de febrero. Es notable un enorme esfuerzo por contener el gasto, aunque también se siente la ausencia de un plan consistente de reforma estructural del Estado.
Es evidente que los funcionarios se sentaron sobre la caja y forzaron una desaceleración de las erogaciones, lo que llevó la expansión el gasto a un ritmo inferior al de inflación.
Gustavo Lopetegui viene presionando a todas las áreas para que recorten presupuestos.
Corresponde señalar que el crecimiento interanual de los ingresos (26%) fue, de todas formas, inferior al de los gastos corrientes (27%).
Sólo un drástico torniquete en los gastos de capital —las erogaciones dirigidas a obras públicas— permitió refrenar el crecimiento del gasto primario —es decir, sin intereses de la deuda— a 23% interanual, por debajo del aumento de los ingresos totales; aun así el gasto total —que añade a lo anterior los intereses de la deuda— trepó 28%.
 Esto derivó en que el déficit primario (sin rentas de la propiedad) se incrementara apenas 10% interanual.
Pero el quebranto final o financiero —que incluye los servicios de la deuda— trepó 35% interanual, producto de un fuerte salto de los intereses de 175%.
Se espera que en los próximos meses los intereses de la deuda crezcan con ímpetu.
Tal vez por ello Hacienda, que en el cómputo del resultado primario excluyó por engañosas las rentas de la propiedad provenientes de pseudoutilidades del BCRA y el FGS, las incluye sin embargo en el renglón del resultado financiero, ensuciándolo.
Según el anuncio oficial, el rojo financiero de febrero sumó $ 20.537 millones, aumentando 25% frente a igual mes de 2015; sin embargo, excluyendo las tramposas rentas de la propiedad ese déficit fue en realidad de $ 25.479 millones, lo que significó una trepada de 35% interanual.
 Un peligroso fenómeno sobre el que corresponde llamar la atención es la fuerte desaceleración de los ingresos genuinos, muy rezagados respecto a la inflación.
Los tres mayores renglones de ingresos crecen apenas 24,6% interanual en moneda corriente.
El principal de todos ellos, los ingresos tributarios, aumentó tan sólo 22% nominal, lo que significa una marcada contracción en términos reales.
Son las contribuciones a la Seguridad Social las que elevan el promedio, con un alza de 29%, de todas formas inferior a la inflación.
El comportamiento recesivo de la economía —en particular, del consumo— y la poco auspiciosa evolución del empleo no permiten abrigar esperanzas de una recuperación del crecimiento real de los recursos.
• En cuanto a los gastos, se observaron recortes o desaceleraciones importantes en casi todos rubros de carácter discrecional.
Fue así que renglones como bienes y servicios consumidos por el Estado y transferencias corrientes al sector privado crecieron tan sólo 8% y 7% nominal frente a un año atrás.
El torniquete fue particularmente severo en el caso de los subsidios corrientes a provincias y municipios y en los gastos de capital; en ambos casos, se verificaron derrumbes de 7% frente a lo erogado un año antes.
El déficit operativo de las empresas estatales se disparó, en cambio, 141% interanual.
En cuanto al gasto de carácter estructural, siguió trepando sostenidamente; remuneraciones, prestaciones de la Seguridad Social y otros gastos corrientes escalaron 40%, 33% y 37% interanual, respectivamente. (...)".

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