Vulnerables: Las reservas deterioradas complican a la Argentina más que a otros

En comparación con los países más importantes de la región, la Argentina es el único que ha perdido reservas internacionales de su Banco Central, lo cual la deja también como el más vulnerable ante una nueva crisis o una reversión del flujo de capitales. Hasta países como Colombia y Perú han mostrado un importante aumento en las divisas que guarda su entidad monetaria. Gracias a esos países, y otros -como Chile, Brasil, Uruguay, Méxio, etc), hoy América Latina tiene más reservas que las que poseía cuando tuvo que afrontar los efectos de la crisis de 2008/09.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) está perdiendo reservas internacionales a un ritmo acelerado y alarmante, no es novedad. Claro que no es todo responsabilidad de la gestión de su titular, Mercedes Marcó del Pont, sino de la Presidente Cristina Fernández y su ‘equipo económico’. Al frente interno preocupante por la falta de respaldo, y otros problemas, poca atención se ha prestado acerca de los riesgos de la falta de divisas ante un nuevo shock externo como durante la crisis de 2008/09.
En ese sentido, los países más importantes de la región han mostrado notorios aumentos en sus reservas internacionales, excepto por la Argentinaque viene sufriendo un drenaje que no pudo revertir ni detener, aún con la instauración en octubre de 2011 del denominado ‘cepo cambiario’. En términos generales, la región ha incrementado sus reservas y se ha hecho más fuerte ante los efectos de una nueva crisis mundial.
Así lo consideran los principales bancos de inversión del mundo.
Según consigna este lunes 11/11 el diario Ámbito Financiero, las estadísticas oficiales muestran que América Latina dispone hoy de más reservas que antes de la crisis de 2008/09, con un total cercano a las US$ 790.000 millones, casi el doble que seis años atrás. Al reducir el análisis al grupo de los países latinoamericanos más serios, a los ojos de los inversores internacionales, como Brasil, Chile, Colombia, Perú, México y Uruguay, e incluir a la Argentina, el total de reservas asciende a US$ 695.000 millones, cuando en 2008 disponían de US$ 370.000 millones (aumentaron el 88%).
En este grupo sólo la Argentina presenta pérdida de reservas frente a su tenencia de precrisis internacional: en los últimos seis años la merma es cercana a los US$13.000 millones. En cambio, Brasil, por ejemplo hoy con más de US$376.000 millones vio crecer sus reservas en casi US$190.000 millones en el mismo período (+109%). Otro tanto ocurrió con Chile, que pasó de tener menos de US$17.000 millones a casi US$41.000 millones (+141%), o Perú, la vedette de los mercados, que ostenta US$66.000 millones cuando en 2007 tenía menos de US$28.000 millones (+136%). También México muestra un impresionante aumento de las reservas del 124% al pasar de US$78.000 millones a US$175.000 millones; al igual que Colombia con un 107% (de US$21.000 M a US$43.300 M) y Uruguay con un 286% (de US$4.200 M a US$16.200 M).
O sea, esta media docena de países latinoamericanos con políticas antiinflacionarias más afines al concierto de los mercados mundiales se han blindado con reservas, potenciando su sistema inmunológico para atemperar el impacto de eventuales cambios en el contexto externo.
En ese sentido, además se espera un menor crecimiento en la región por lo cual la vulnerabilidad ante el embate de una nueva crisis es mayor, por eso el blindaje con las reservas otorga un salvoconducto a la hora de evaluarlos para futuras inversiones o para decidir mantener las actuales. Otro dato negativo para la Argentina, donde apenas se sostienen las inversiones actuales y no existen nuevas.
En el caso argentino, casi la única víctima de la fuga de capitales, un trabajo del Estudio Broda advierte que en los últimos 68 años hubo 14 crisis macro, de las cuales 3 fueron profundas: Rodrigazo 1975, hiperinflación 1989 y crisis de la convertibilidad 2001.
Respecto de las 11 crisis restantes, el estudio explica que fueron generadas por problemas fiscales (déficits) y externos (crisis de balance de pagos con pérdida de reservas). Esos elementos están presentes hoy en la economía kirchnerista.
Mientras se espera el retorno de Cristina, en octubre se registró la mayor caída de reservas del año. Sin directivas presidenciales,  y bajo una gran necesidad de generar un mayor ingreso de divisas, el Banco Central modificó algunas normas para que entren más dólares al país. Lo que hizo, en efecto, fue flexibilizar los plazos para que exportadores presenten los papeles, con la mira puesta en las cerealeras.

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