Moreno resiste la interna del gabinete con un tour de actos de fin de año

En medio de una fuerte interna en el gabinete por las medidas para afrontar la caída de reservas, el secretario de Comercio Interior,Guillermo Moreno, mostrará que todavía mantiene influencia y gestión con al menos tres actos desde ahora hasta fin de año.

Por un lado, en la Confederación General Económica (CGE), que conduce su mano derecha Ider Peretti, trabajan para anunciar en los próximos días las demoradas obras que se harán con los fondos recaudados por donaciones empresarias para los inundados del 2 de abril en La Plata. Hasta ayer, en la cuenta del Banco Nación había $ 35.000.939,33, un monto que no se mueve desde el 17 de septiembre.

El funcionario intentará revertir las críticas que ha generado la no utilización de ese dinero que Peretti siempre dijo que distribuirían la CGE con la Unión Industrial Argentina y la Confederación de la Mediana Empresa. Pero esta semana la UIA emitió por primera vez un comunicado en el que asegura que “no tuvo participación en ninguna etapa de esta actividad”, y ayer, Osvaldo Cornide, titular de la CAME, indicó a PERFIL: "Hasta ahora no tuvimos nada que ver". "Si nos convocan, lo analizaremos", completó.

Estas desinteligencias con empresarios, algunos incluso afines, complican por ahora el armado de la trabajada Unión del Empresariado Nacional, una especie de gran central con la que Moreno sueña para licuar la representatividad de la Unión Industrial. Como sea, el secretario juntará a su tropa de la mano de Peretti el 29 de noviembre en Tecnópolis, en una cena para despedir 2013.  En el mismo escenario, en tanto, Moreno ya promociona en reuniones sectoriales que el 12 de diciembre sentará a gerentes estadounidenses y alemanes para que les expliquen a sus pares argentinos cómo hacen para reducir costos y ser más competitivos, la obsesión de Moreno para que mejore el superávit comercial.

De esta manera, Moreno replica el discurso de su circunstancial aliado Axel Kicillof, el viceministro de Economía, con quien defiende un desdoblamiento cambiario que frene la sangría de divisas, ante el plan de volver a los mercados de deuda que empujan el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, y el vicepresidente, Amado Boudou.