Críticas de Bergoglio por la tragedia de Once

 BUENOS AIRES (DyN y NA) -- A un mes de la tragedia ferroviaria de Once, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Mario Bergoglio, presidió ayer una misa y cargó contra la falta de esclarecimiento que rodea al episodio.


 "No queremos pegarles por pegarles, pero sí corregir sus corazones. La irresponsabilidad cuesta caro. No hay precio que pague una vida segada", dijo, durante la homilía del oficio religioso celebrado en la catedral metropolitana.
     El cardenal primado exhortó, además, a que los familiares de las 51 víctimas mortales y de los centenares de heridos hagan su reclamo sin perder la serenidad. "Queremos que se haga justicia. Detrás hay responsables irresponsables que no cumplieron con su deber", sentenció.
     También esbozó una crítica a la prestación del servicio ferroviario. "No hay que acostumbrarse a viajar como ganado para ganarse el pan. Casi la totalidad de los fallecidos venía a ganarse el pan dignamente", señaló.
     Más: reconoció que ningún sacerdote, cualquiera sea su jerarquía, puede explicar el dolor humano y la muerte; pidió, en esa línea, no desinteresarse por el sufrimiento del otro.
     "No nos acostumbremos a la mano fácil que sacude y dice `gracias, a mí no me tocó'. Somos hermanos en el dolor y como hermanos miramos el cielo y nos preguntamos por qué", agregó.
     Familiares de los muertos en la catástrofe ocuparon los primeros asientos del templo porteño exhibiendo pancartas con imágenes de sus seres queridos y un único reclamo: "Justicia". Algunos las acercaron y pegaron a la mesa del altar.
     Un día antes, el obispo Fernando Bargalló había encabezado otra misa, pero en la catedral de Moreno (oeste del conurbano), para rezar por las víctimas y acompañar a los deudos.
     El prelado recordó que muchos de los fallecidos vivían en el territorio de esa populosa jurisdicción eclesiástica y tomaron la formación 3772 de la línea Sarmiento, explotada por la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA), que chocó contra el paragolpes de un andén de la terminal porteña.
     "Que Dios les otorgue fortaleza y esperanza ante este profundo dolor, que nos aflige a todos como ciudadanos y como miembros de la comunidad eclesial", puntualizó.
     La curia porteña, mientras tanto, informó que se presta acompañamiento espiritual a familiares y heridos. De lunes a viernes, a las 8.33 --hora del siniestro--, se reza el rosario frente a la imagen de la Virgen de Luján emplazada en la sala central de la estación Once.
     La tarea solidaria está a cargo de las parroquias Tránsito de la Virgen, Madre del Redentor y Nuestra Señora de Balvanera, próximas al lugar.

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