Inflación: El rebote en diciembre y el 24% para 2017 dificultan el cambio en el humor social

La última medición de la consultora Grupo de Opinión Pública (GOP) sostiene que cae el consumo mientras se profundiza la percepción negativa del Gobierno, al punto que para el 43,7% de los consultados la gestión de Mauricio Macri es peor que la de Cristina. En este marco, los números y las expectativas no acompañan, pues se prevé un rebote de la inflación en diciembre (superando la meta oficial), y para el electoral 2017, un 24%. Esas expectativas de precios para 2017, en alza, acota el margen para que el Banco Central (BCRA) haga más recortes.



A propósito de la última medición de la consultora Grupo de Opinión Pública (GOP), que sostiene que cae el consumo mientras se profundiza la percepción negativa del Gobierno (para el 43,7% de los consultados la gestión de Macri es peor que la de Cristina Kirchner), las expectativas no mejoran.
Para la inflación, prevén un rebote en diciembre y que ronde un 2%, superando la meta oficial, mientras que para el 2017 esperan un 24%. Y esa expectativa de inflación deja menos margen para bajar tasas.
Así, sostiene que este año cerrará con una inflación mensual que estará por arriba de la meta oficial del 1,5%, como consecuencia de la suba del dólar, la estacionalidad generada por los feriados y las fiestas y de una inercia en la suba de precios a la que el Gobierno todavía no logró hacerle frente.
Para las consultoras privadas, en noviembre la inflación se ubicó entre 1,5% y 1,8%, por debajo de los valores registrados en octubre, cuando impactó con fuerza la normalización de las tarifas de gas en el consumo residencial luego del freno puesto por la Corte Suprema. Por lo cual en el último mes del año la suba de precios volvería a mostrar un repunte después de la desaceleración del mes pasado.
El economista Fausto Spotorno, de Orlando Ferreres y Asociados, señaló en diálogo con el diario 'BAE' que la inflación de diciembre estará en torno al 2% o menos, luego del 1,4% que midió la consultora en noviembre.
Según un relevamiento elaborado por Martín Polo, de Analytica, la inflación mensual histórica entre 2005 y 2015 -excluyendo años de devaluaciones como 2009 ó 2014- para el cierre del año fue del 1,71%, y es siempre la cifra más alta desde agosto.
Spotorno cree que la disparada del dólar de los últimos días "no tendrá impacto" sobre el índice de precios. Es que tras el recorte de tasas del Banco Central que perforó el nivel de 25%, la divisa superó los $16 la semana pasada.
Pero lo cierto es que los economistas coinciden en que diciembre mostrará una evolución de precios superior a la de noviembre y por encima del objetivo oficial del 1,5%.
En tanto, Federico Furiase, del Estudio Bein, planteó que "dado que el precio del dólar ya estuvo en estos niveles y que estás en un contexto de enfriamiento del nivel de actividad saca margen a las empresas para tocar precios".
"Quizás no estés en ese punto en el que la suba del dólar impacte sobre la inflación pero claramente el equilibrio dólar tasa de interés juega en las expectativas de inflación con lo cual el Banco Central no debería dejar de lado el equilibrio dólar-tasa de interés", amplió el analista.
De acuerdo con el último Relevamiento de Precios Minoristas (RPM) de esa consultora, la inflación se ubicó en 1,8% en noviembre tras un 2,4% en octubre. El informe sostiene que el dólar a $16 "no ayuda" a desacelerar los precios, "sobre todo en un mes como diciembre, con estacionalidad", producto de la mayor demanda por las fiestas y el feriado largo.
En tanto, en diálogo con 'Ambito Financiero', Miguel Bein y Marina dal Poggetto, del estudio 'Bein &Asociados', analizaron las perspectivas para el próximo año electoral.
Sobre las expectativas de crecimiento para el 2017 sostuvieron que:
"Hasta ahora mantenemos el escenario base con un crecimiento de la economía del 5% con el consumo creciendo 3% y la inversión 15%. Este escenario es consistente con una recuperación del salario real en el año electoral entre 4 y 5 p.p. apuntalada por paritarias que estarían más cerca del 28% y una inflación en torno a 24% (con un dólar que sería utilizado como semiancla al menos hasta octubre subiendo a mitad de camino y tarifas de servicios públicos agregando alrededor de 3 p.p. a la inflación). Tentativamente y luego del aumento en la volatilidad de los mercados internacionales reflejada en la aceleración en las expectativas de inflación, el empinamiento en la curva de bonos de EE.UU. y la fortaleza del dólar a nivel global que generó la victoria de Trump, construimos un escenario alternativo en el cual el BCRA podría priorizar la flexibilidad cambiaria por sobre el ancla antinflacionaria limitando la recuperación del salario real. En este escenario, los salarios no le ganan a una inflación que se acelera, el consumo no tracciona y el crecimiento en 2017 está dado fundamentalmente por la obra pública (2,9% y 12% respectivamente)".
¿Se puede cumplir la meta de inflación de 17% en 2017?, se les preguntó. "Sólo con un atraso cambiario mucho más agudo, lo cual no es recomendable, particularmente en un contexto de volatilidad del mercado global. La meta máxima del 17% apunta a intentar coordinar expectativas, aunque difícilmente las paritarias se cierren cerca del 20% que plantea el BCRA. Obviamente sería mejor para la economía una menor nominalidad. Paritarias al 21/22% con inflación del 17% es mejor que paritarias del 28/29% con inflación del 24%; lo que luce poco probable es que el sindicalismo avale una menor nominalidad y/o el Gobierno esté dispuesto a sostener el conflicto entrando al año electoral", dijeron.
Finalmente, en cuanto al Banco Central y la baja de tasas, dijeron que "hace meses que decimos que viene sobrando tasa de interés en un contexto donde el anclaje del dólar estaba dado por el ingreso de dólares financieros (Nación, provincias y empresas). Sin embargo, con una demanda de dólares que empieza a escalar frente a la combinatoria de incertidumbre local (gobernabilidad) e incertidumbre global, forzar la baja en las tasas hoy no luce apropiado. Como siempre ocurre en la Argentina, cuando el dólar sube el problema es la inflación, y cuando cae es la competitividad. En el año electoral siempre prima la baja inflación y la mejora del salario real, aunque por ahora en el discurso el Gobierno sigue haciendo hincapié en las ventajas de la flexibilidad cambiaria".

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