¿Y dónde están los titulares, Cristina?
"La Argentina cuenta con empresarios con un nivel superlativo para ayudar al gobierno a buscar soluciones socio-económicas, pero para ello es necesario que, en este caso, la Presidente sea la primera en darse cuenta que muchos de quienes hoy le dicen ser titulares, en realidad ni en el banco de suplentes deberían estar, si la intención es al menos encontrar caminos para ayudar a que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner termine su mandato sin dificultades", afirma el autor.
por DANIEL LUJAN
PARANÁ (Especial para Urgente24). La presidente Cristina Fernández de Kirchner había pedido, luego del resultado de las PASO del 11/08, reunirse con los que llamó “titulares” de las principales actividades económicas del país.
Sin embargo, salvo algunos a los que podríamos llamar de esa manera, tanto en la reunión llevada a cabo en Río Gallegos, Santa Cruz, hace una semana, como la de hoy (martes 27/08), los interlocutores que asisten son en realidad los “suplentes” de las principales actividades del país. Reunirse con quienes lo está haciendo es como si ella considerara que Víctor Hugo Morales fuera el “titular” de todos los medios de comunicación, o como si imaginara que Fito Páez es el único representante del rock nacional.
Considerar a Ider Peretti, el ex fabricante de baterías de Morteros (Córdoba), como “titular” de las actividades relacionadas con el campo, es de una verdadera afrenta a todo el sector. Este personaje es un invento del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien encontró en él la posibilidad de canalizar el enojo del kirchnerismo con el campo.
Sin embargo, de allí a que se lo considere como un “titular” de la actividad es un despropósito mayúsculo. Aunque, claro está, todo lo relacionado a Moreno tiene la característica de ser un despropósito.
Conferir, además, el carácter de “titulares” a los integrantes de los gremios que se reúnen con la presidente, pretendiendo que se transformen en representantes de todos los trabajadores del país es también algo desproporcionado. En especial porque los trabajadores argentinos saben muy bien que esos sindicalistas particularmente, están ahí simplemente por una cuestión de conveniencia personal y no para defenderlos como correspondería. Solamente al insignificante Ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se le puede ocurrir que esos gremialistas pueden ser llamados “titulares” de algo.
Denominar como “titulares” a los actuales representantes de la industria, del comercio, de la banca o de la construcción Argentina que se reunieron con la presidente en Santa Cruz y que lo volverán a hacer hoy, es poco menos que grotesco. Ellos en todo caso son simples “títeres” o “marionetas” de un gobierno que los ha tenido de las narices, fundamentalmente durante los últimos seis años.
Estos denominados “titulares” por la presidente, por miedo a enfrentar las perturbadas ideas de ella y su corte de incapaces, se transformaron en simples adulones que se dedicaron a salvar su propio pellejo cobardemente, sin importarles que con ello arruinaban a miles de emprendedores y empresarios que son los verdaderos titulares del desarrollo económico y social del país.
Reunirse con los titulares de cualquier actividad económica y social, para cualquier Presidente serio de un país serio, sería hacerlo con aquellos que realmente están diariamente inmiscuidos en las verdaderas problemáticas de sus sectores. Hacerlo solamente con los representantes corporativos, particularmente en la Argentina, y con este nivel de dirigencia, es seguir con la misma receta de colocar parches y no ir a las cuestiones de fondo.
La Argentina cuenta con empresarios con un nivel superlativo para ayudar al gobierno a buscar soluciones socio-económicas, pero para ello es necesario que, en este caso, la Presidente sea la primera en darse cuenta que muchos de quienes hoy le dicen ser titulares, en realidad ni en el banco de suplentes deberían estar, si la intención es al menos encontrar caminos para ayudar a que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner termine su mandato sin dificultades.
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