Tras la represión en Neuquén, el gobernador Sapag defendió a la policía

Jorge Sapag negó que la policía neuquina haya disparado con balas de plomo contra los manifestantes que rechazaban el acuerdo con YPF por el área de Vaca Muerta, a quienes acusó de atacar "con piedras, hondas de revoleo y bombas molotov" el edificio de la Legislatura.

El gobernador de Neuquén afirmó estar "muy tranquilo" con la sanción de la ley, que prorroga la concesión del área de Loma Campana a la petrolera estatal, que lo explotará en conjunto con la empresa estadounidense, un acuerdo cuestionado por diversos sectores.

Además, el referente del Movimiento Popular Neuquino (MPN) aseguró que el docente Rodrigo Barreiro, de 33 años, "fue herido por una tumbera a 300 metros" de donde se encontraba la policía, y que "los testigos manifestaron que no fue en ningún enfrentamiento" con los uniformados.

"Actuó con mucho profesionalismo, con mucha seriedad, para defender una institución democrática", dijo Sapag en diálogo con Radio Continental, al respaldar el accionar de la policía provincial, que arremetió con gases y balas de goma contra más de 3.000 manifestantes.

"Fue un día muy importante, pero hubo alrededor de 100 o 120 encapuchados que atentaron contra la polícia para franquear las vallas y tratar de tomar la Legislatura para impedir su funcionamiento", destacó. Y denunció que había "algunos no encapuchados, como un diputado provincial que representa a un partido minoritario, que está fotografiado tirando piedras a la Legislatura que debería ser su lugar de trabajo".

Por otra parte, el mandatario provincial dijo estar "muy tranquilo" con la extensión de la concesión otorgada por la provincia a YPF hasta 2038, y defendió que existan cláusulas "confidenciales" entre las empresas. La de Chevron será "la inversión más importante de la República Argentina, va a totalizar en las distintas etapas 16.000 millones de dólares" y permitirá, manifestó, "generar más gas y más petróleo".

Sobre los planteos ecológicos, el gobernador enfatizó que "sólo el cinco por ciento del agua de los ríos de la provincia se usa para consumo humano, lo demás se pierde en el mar". En cuanto a las cláusulas secretas del acuerdo YPF-Chevron, explicó que involucran "cuestiones técnicas de la explotación que las empresas a veces no quieren que conozcan sus competidoras", y resaltó que en su Gobierno son "los más interesados en cuidar el suelo, el aire y el agua".

También acusó a los gremios estatales de estar "planteando un ajuste del Estado" al oponerse a la inversión, ya que del incremento de la producción de gas y petróleo depende el pago de los salarios del sector. Por eso, dijo que lo sorprendeque los gremios estatales, enrolados en CTA, rechacen con marchas el incremento de la producción a través de la inversión de Chevron e interpretó que con esa actitud "obviamente están planteando un ajuste del Estado".