A la que hay que esconder es a “ella”
Si en las PASO, 7 de cada 10 electores bonaerenses (y la proporción fue similar en algunos grandes distritos electorales) votaron en contra de Cristina Fernández de Kirchner, ¿no ha llegado el momento que el Frente para la Victoria la oculte, tal como a Amado Boudou, pensando en el 28/10?
por DANIEL LUJÁN
PARANÁ (Especial para Urgente24). Durante toda la campaña previa las PASO del 11/08, el gobernante Frente para la Victoria tuvo la precaución de no mostrar junto a sus principales candidatos a personajes que en el mismo seno del gobierno consideran problemáticos ante la sociedad. Por eso el vicepresidente de la nación, Amado Boudou fue enviado a una larga gira por China, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno desapareció de todos los lugares donde se lo podía encontrar habitualmente, dirigentes sociales como Luís Delía, Pérsico y otros también fueron relegados de la campaña, e incluso varios legisladores, como Larroque, Domínguez, Conti, etc. y ministros como Randazzo y Abal Medina quedaron fuera de toda participación ante el rechazo general que tienen por parte de la sociedad.
La única figura que acompañó al principal candidato del kirchnerismo, fue la presidente Cristina Kirchner, que se encargó no solo de participar activamente en todos los actos a los que concurría Martín Insaurralde, sino también de llevarlo con ella a sus propios actos y hasta en el recordado viaje a Brasil para visitar al Papa Francisco. La presidente y su gestión fue lo que más se mostró en la campaña proselitista previa a las PASO; ella, ella y ella en todos los actos, ella, ella y ella en todos los spots, ella, ella y solo ella en todos los discursos. Queda claro entonces que ella, ella y solo ella es la responsable del magro resultado obtenido no solo en la provincia de Buenos Aires, sino en todo el país. Salvo en la Antártida por supuesto.
Por ese motivo es que ahora los responsables de la campaña para las elecciones definitivas de octubre, tienen una misión casi imposible, pero necesaria. Hacerla entrar en razones a la presidente de que esta vez la que también deberá esconderse es ella. Y eso indudablemente es un problema muy grande por varios motivos. Primero porque será muy difícil que alguno de su entorno más íntimo se anime a proponérselo, segundo, porque nadie de las segundas líneas se animará a correr semejante riesgo ya que lo puede hacer receptor de una ira inimaginable. Los gobernadores menos, pero por otros motivos: Ellos deben gobernar aún dos años más y un enojo de ella puede transformar sus gestiones en un infierno impredecible.
Todos saben que la Presidente no solo es parte del problema, sino que ella ES el principal problema para encarar las elecciones con alguna posibilidad. La confusión inicial que ocasionó el resultado de las PASO, se fue disipando y el análisis frío de ese resultado dejó ver con claridad cuál es el problema más importante. Para colmo la presidente sigue convencida de que el triunfo en la Antártida demuestra que todo está de maravillas; así que, para qué cambiar, les responde a los que le acercan alguna tímida idea sobre lo que ella debería hacer realmente.
No obstante el miedo que debe haber generado en el pobre Insaurralde tener que hacer también de conejillo de indias al presentarse ante uno de los programas políticos insignias del enemigo N°1 del Ejecutivo Nacional, esa actitud está marcando un cambio de rumbo que nadie se atreve, en las cercanías del gobierno, a garantizar cuanta continuidad podrá tener. Lo que sí dejó en claro esa entrevista al principal candidato del kirchnerismo, por parte de dos avezados y astutos periodistas, es que de acuerdo al nivel mostrado por Insaurralde, sin dudas que al FPV no le conviene enviar a sus candidatos a este tipo de programas.
Lo que ocurre es que los principales operadores del gobierno han comprobado que a pesar de todo lo que han llevado a cabo en los días posteriores a las PASO, con la intención de ver si pueden comenzar a revertir el resultado, no ha surtido tal efecto. Una encuesta apenas dos días después de los anuncios de la nueva apertura del canje y de la modificación del régimen del impuesto a las ganancias, demuestra que nada de ello ha servido para modificar el escenario de octubre. Incluso esos números muestran una caída aún mayor en la intención de voto del FpV.
Por ello, mientras en Olivos la Presidente sigue alardeando por el resultado obtenido en la Antártida, en la Casa Rosada empiezan a desesperarse y a asumir que definitivamente esta vez a la que habrá que esconder, si al menos se quiere alcanzar un resultado decoroso en octubre que les dé alguna posibilidad de subsistir luego de 2015, es a la presidente. Por supuesto, siempre y cuando encuentren a quien se anime a decírselo.
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