Lázaro Báez será un personaje de las PASO: Ya se habla del 8A

El Frente para la Victoria tendrá que hacerse cargo de la corrupción durante la campaña electoral. Su personaje central tendrá que ser Lázaro Báez, según se observa ya en las redes sociales. Gran parte de la opinión pública no sabe qué candidato quiere pero sí desea que pierda Cristina Fernández de Kirchner y que Lázaro Báez resulte el foco de las críticas a quienes ya se considera "el gobierno más corrupto de la historia". Por eso, además, se afirma que habrá que hacer una movilización nacional como cierre de campaña de la gente, más allá de la política, antes de las PASO. Se habla de una marcha nacional contra la corrupción K para agosto. A causa de que no hay coincidencia aún en el día, genéricamente se habla del 8A.


Báez y la red de protección paragubernamental de la que gozaba, aparece otra vez en escena. Y las denuncias iniciales cobran nueva fuerza. Sin duda, un tema sobre el que no quiere hablar Cristina Fernández de Kirchner. Pero la opinión pública exige que se investigue hasta las últimas consecuencias.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Lázaro Báez regresa con fuerza. Es el símbolo presente de la corrupción kirchnerista, del abuso de poder y de la utilización del Estado al servicio de la fortuna de quien es su mandante (a la gente le parece que él tiene un jefe o jefa).
 
2 investigaciones periodísticas hicieron foco en Báez, como consecuencia de investigaciones judiciales que persisten en su contra.
 
Omar Lavieri, en la web Infobae, había anticipado que el fiscal José María Campagnoli, quien ya había pedido la indagatoria de Lázaro Báez por la extorsión que, comprobó, sufrió el financista Federico Elaskar para ceder su cueva SGI, reconstruyó el circuito del dinero desde Suiza hasta la cuenta de Austral Construcciones en el Banco Nación, consiguió datos importantes en la investigación por lavado de dinero: entre diciembre de 2012 hasta abril de 2013, entraron al país US$ 65 millones que Báez y su contador Daniel Pérez Gadín, entre otros, transformaron en bonos de la deuda. Parte de ese dinero se depositó luego en las cuentas de la empresa Austral Construcciones, propiedad de Lázaro Báez. El ingreso de dinero proveniente desde el exterior finalizó, curiosamente, la misma semana en la que el programa Periodismo Para Todos reveló las sospechas acerca de la participación de Báez en maniobras de lavado de dinero.
 
Hugo Alconada Mon y Hernán Cappiello, en el diario La Nación, citan que el el fiscal José María Campagnoli, quien reconstruyó el camino del dinero desde las operaciones que realizó Helvetic Group -la empresa suiza que se quedó con la financiera SGI de Puerto Madero, más conocida como "La Rosadita"- hasta que esos fondos regresaron a la Argentina, entre fines de 2012 y abril de este año, a una cuenta de Austral Construcciones, la empresa insignia de Báez, cree que los 50 millones de euros en negro que supuestamente sacó del país el empresario kirchnerista Lázaro Báez regresaron al país lavados mediante la compra de títulos públicos argentinos, y quedaron depositados en la sucursal Plaza de Mayo del Banco Nación, frente a la Casa de Gobierno.
 
Con la corrupción K que regresa a escena, luego de las escenas de histeria de la Presidente de la Nación porque no le aprobaron la reforma judicial, todo aparece no solamente más claro sino que crece la idea de movilizarse nuevamente, contra la corrupción gubernamental. ¿Y qué mejor que hacerlo en el marco de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias?
 
Ya se habla de un cierre de lista nacional para impedir que el Frente para la Victoria intente demostrar que tiene más votos que el resto. Un párrafo del diario Página/12, provoca decisión de salir a las calles otra vez.
 
 
"(...) El Frente para la Victoria tiene en buena medida asegurado ser la fuerza que en las primarias conseguirá mayor cantidad de votos a nivel nacional, ya que es la única inscripta con la misma denominación en todos los distritos del país, a excepción de La Pampa. Esto anticipa un incremento de su bloque de diputados, ya que se renuevan las bancas de la floja elección que hizo el oficialismo en 2009, producto del desgastante conflicto que mantuvo entonces con las patronales agropecuarias.(...)".
 
Por eso se habla del gran cierre de campaña anti-K. Para convocar a la derrota del FpV.
 
Campagnoli
 
Así, Báez y la red de protección paragubernamental de la que gozaba, aparece otra vez en escena. Y las denuncias iniciales cobran nueva fuerza. Sin duda, un tema sobre el que no quiere hablar Cristina Fernández de Kirchner. Pero la opinión pública exige que se investigue hasta las últimas consecuencias.
 
El tema mucho más allá de los cierres de lista, y los candidatos posibles. También explica la furia de la Presidente de la Nación por tener el poder para modificar los juzgados, presionar a los jueces, y todo lo que propició con la fallida reforma judicial que tanto defienden ella y sus militontos.
 
Campagnoli, quien reconstruyó el camino del dinero desde las operaciones que realizó Helvetic Group -la empresa suiza que se quedó con la financiera SGI de Puerto Madero, más conocida como "La Rosadita"- hasta que esos fondos regresaron a la Argentina, entre fines de 2012 y abril de este año, a una cuenta de Austral Construcciones, la empresa insignia de Báez.
 
El presunto círculo del lavado se cerró ante la pasividad del área antilavado del Banco Nación y de la Unidad de Información Financiera (UIF), órganos que tienen entre sus funciones detectar movimientos sospechosos de fondos.
 
Campagnoli expuso esos hallazgos en un escrito que presentó el miércoles último en la causa que instruye la jueza María Gabriela Lanz. Allí se investiga una presunta extorsión sufrida por Federico Elaskar, titular de SGI, para que entregara el control de la financiera a Jorge Chueco y Daniel Pérez Gadín, abogado y contador de Báez, respectivamente. El objetivo era quedarse a cargo de la firma para cederla a Helvetic Group. Esta causa corre simultáneamente a la investigación por presunto lavado de activos que instruye el juez federal Sebastián Casanello.
 
Campagnoli le envió la información obtenida al fiscal federal Guillermo Marijuán, quien investiga junto al juez Sebastián Casanello el delito de lavado de dinero por el que están imputados Báez, su hijo Martín, Pérez Gadín y los valijeros Elaskar y Leonardo Fariña, entre otros.
 
Campagnoli no tiene dudas y aseguró que hubo lavado. 
 
Campagnoli solicitó que se cite a prestar declaración indagatoria al hijo del empresario, Martín Báez, al igual que a dos miembros de Helvetic Services Group, Verena Úrsula Fontana y Claudio Fontana.
 
La maniobra fue descripta por Campagnoli en un extenso dictamen mediante el que detalla la operatoria. La ruta del dinero se origina en el banco J Safra de Ginebra, Suiza, desde donde salen títulos provenientes del extranjero destinados hacia nuestro país. Se transfieren a la cuenta de Helvetic Services Group, la empresa que aparece quedándose con SGI, luego de que Elaskar fuera despojado. Una vez en la Argentina, esos papeles de la deuda se venden y con ellos queda blanqueado el dinero que llega desde afuera.
 
Basado en documentación oficial, financiera y bancaria, y una pesquisa de la Secretaría de Investigaciones Penales (SIPE), que lidera junto a Ignacio Rodríguez Varela, Campagnoli estimó que todos ellos deben explicar el movimiento de millones de dólares desde y hacia la Argentina.
 
La firma Financial Net Sociedad de Bolsa libró cheques en beneficio de Helvetic Services Group S.A, por un monto de 208 millones de pesos como producto de la venta de los bonos. Y la pesquisa de Campagnoli halló 9 cheques que fueron depositados en la cuenta de Austral Construcciones en la sucursal Plaza de mayo del Banco Nación. Los cheques fueron endosados por el abogado de Helvetic Jorge Chueco, a quien Elaskar señaló como uno de los que, junto a Pérez Gadín y en nombre de Báez, se quedaron con la financiera SGI.
 
El fiscal habla de contabilidades paralelas de la organización y en cada una de esas contabilidades detecta 32 millones de dólares de movimientos. Habla de simulaciones y de otras maniobras para hacer ingresar de nuevo a la Argentina el dinero que Elaskar dijo que había sacado del país.
 
Dijo Campagnoli que los acusados hicieron la operatoria en dos tramos, según su hipótesis: la mitad del dinero se habría conseguido repatriar en títulos de la deuda, y la otra mitad "habría sido blanqueada empleando en la compra de esos mismos títulos los dineros ingresados al país de manera clandestina, o bien destinado a tal fin sumas de dinero en negro existentes en Argentina,
 
En esa senda, Campagnoli se topó con un "hallazgo notable", como lo caracterizó. "Entre el 14 de diciembre de 2012 y el 8 de abril de 2013 se registró el ingreso al país de aproximadamente 65.000.000 de dólares que los extorsionadores acusados en autos [los sindicados como los que le sacaron la empresa a Elaskar, entre los que incluyó a Báez] negociaron en frenéticas transacciones de bonos de la deuda soberana" argentina.
 
Para eso, Martín Báez, Pérez Gadín y el resto volaron repetidas veces a Suiza, Estados Unidos, Alemania, Italia, España e incluso Nueva Zelanda, hasta completar 179 viajes a lo largo de 2012, lo que logró reconstruir a partir de los datos aportados por distintas aerolíneas, registros migratorios y de sus gastos de tarjetas de crédito.
 
Al igual que en su presentación anterior, sin embargo, Campagnoli expuso las dificultades que afrontó, de distintos organismos públicos, para avanzar en su pesquisa.

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