El portero del edificio de Ángeles, según sus vecinos

En el edificio de la calle Ravignani 2360 viven varias parejas de gente mayor y algunas familias. Hasta hace una semana, se trataba de un típico complejo del barrio de Colegiales, donde reinaba la tranquilidad y los días transcurrían con toda normalidad, o al menos así lo sentían la mayoría de sus habitantes.


Pero el pasado martes, cuando se dio a conocer que Ángeles Rawson , que vivía en ese edificio con su familia, había sido hallada muerta en el predio del Ceamse en José León Suárez, la tranquilidad llegó a su fin. Desde entonces, las cámaras y la policía custodian el lugar y lo que antes era paz ahora es incertidumbre y conmoción.
Estas sensaciones se incrementaron el sábado pasado, cuando se difundió la noticia de que el primer detenido por el crimen era nada menos que la persona que todos los días les abría la puerta, los saludaba o los ayudaba con los pequeños problemas cotidianos que tiene cualquier vivienda.
Se trata de Jorge Néstor Mangeri , que desde hace 10 años es el encargado del edificio. En diálogo con LA NACION, varios vecinos se manifestaron conmocionados por su detención.
"Pondría las manos en el fuego por él"
"Estamos horrorizados. Es la persona más impensable del mundo para acusarlo de un crimen así. Es una persona muy bien, ética, educada", cuenta Sofía. "Pondría las manos en el fuego por él", asegura esta mujer, que vive desde hace 7 años en el mismo edificio en el que vivía Ángeles con su familia.
Sofía contó que el encargado nunca tuvo problemas con nadie. "Es muy simpático y cordial. Y está locamente enamorado de su mujer. Yo les decía en broma que parecían dos tortolitos", dice esta vecina.
"Es una angustia terrible ver lo que está pasando, lo que vive la familia de Ángeles y ahora la familia de Jorge", se lamenta Sofía. Y agrega: "Los que vivimos acá estamos lo más guardados posibles estos días, conmocionados y con mucha incertidumbre".

"EL PORTERO QUE TODOS QUISIERAN TENER"

Pablo, otro vecino, lleva viviendo en el edificio casi la misma cantidad de años que Jorge ha trabajado allí. Tampoco sale del shock que le causó enterarse, primero del crimen de Ángeles, y luego de la detención del portero.

"Estoy totalmente desconcertado. Jorge es una persona súper normal. Jamás tuvimos un problema", asegura Pablo. "Es el portero que todo el mundo querría tener", sostiene.
"Cuando supimos de lo que lo acusaban, nos quedamos helados. Es de esas personas que nunca tuvieron un entredicho con nadie", insiste.
El edificio siempre fue muy tranquilo, asegura Pablo. No se escuchan ni peleas, ni gritos, ni nada que les haga pensar que hay algún conflicto. Al menos de la puerta para afuera, todos los habitantes de ese complejo de departamentos llevan una vida normal.
"Al menos ¾ partes de los que viven acá son personas mayores. Y jamás tuvimos ni siquiera peleas en las reuniones de consorcio", asegura Pablo.
El suegro de Pablo, que también vive en ese edificio, también está conmocionado con lo sucedido esta última semana.
"Siempre comentábamos ¡Qué tranquilo es este edificio, estamos bárbaro! Y ahora pasa todo esto. No lo podemos creer", dice Pablo.
Sobre la familia de Ángeles, cuenta que también son vecinos tranquilos con los que nunca hubo problemas. A la madre y al padrastro se los cruzaba siempre en el café de la esquina. "Teníamos el trato cordial y amable que tiene cualquier vecino", dice.
Pero lo que más le sorprende, es la sola idea de que Ángeles la puedan haber asesinado en el mismo edificio en donde él vive con sus hijos. "Si realmente Ángeles volvió a esta cuadra ese día, te aseguro que nadie la secuestró de la puerta del edificio. Es una cuadra con muchísimo movimiento a esa hora de la mañana", asegura. Y agrega: "Hay muchos negocios, los encargados están siempre en la vereda, entran y salen. No puedo imaginar qué pasó, pero estoy seguro de que ningún desconocido se la pudo llevar a la fuerza de la puerta del edificio. Alguien hubiera visto algo".

Comentarios

Entradas populares