Julio Bárbaro: "Tenemos un gobierno de gente que se inventó un pasado"

Julio Bárbaro acaba de lanzar Lejos del Bronce. Cuando Kirchner no era K, el libro que recopila una decena de testimonios de militantes del peronismo santacruceño y allegados al expresidente que describen a Néstor Kirchner como un jóven tan torpe como prepotente, y lo acusan de colaboracionista de la última Dictadura. 


“Esto sale a la luz recién hoy porque el autoritarismo del kirchnerismo se ocupó de ocultarlo”, lanzó el politólogo en diálogo telefónico con Perfil.com.
El histórico militante peronista, quefue funcionario de Kirchner desde 2003 hasta 2008, señaló que “si hubiera sabido toda esta historia de su juventud, no los hubiera acompañado en un principio”.
“Más que un peronista, Néstor era estanilista puro, estalinista pero sin ningún tipo de ideología”, fustigó Bárbaro.
-Perfil.com: ¿Cómo surgió el interés por hacer un libro que retrate al kirchner de los ‘70 y ‘80?
-Julio Bárbaro: Me invitaron a Santa Cruz los peronistas que le habían ganado el partido al kirchnerismo. Y me invitaban a inaugurar una unidad básica recuperada. A la noche nos fuimos a comer un asado. Me asombró la cantidad de historias de confrontación que tenía la gente que los conocía. Ahí le dije a los periodistas que esto tenía que convertirse en un libro.
-De todo lo que le contaron, ¿qué fue lo que verdaderamente le sorprendió?
-Mirá, Menem, aún en sus peores momentos, en su zona, mantenía sus afectos. Vos ibas a La Rioja y su gente cercana lo quería, se mostraba agradecido con él. Acá me encontré con otra cosa totalmente diferente. Yo llegué y muchos dirigentes que lo conocen de toda la vida, hacían cola para putearlo.
-¿Por qué cree que a Menem lo apreciaban en La Rioja y a Kirchner lo insultan en Santa Cruz?
-La diferencia es muy grande. Todos saben que a mí no me encanta Menem, pero su forma de hacer política era otra: pasó su vida seduciendo, caminaba y seducía. Néstor se la pasó imponiendo, desde el temor. Néstor es un estalinista, no un peronista. Néstor no era peronista, de hecho él quiso hacer algo transversal. Para sustituir al peronismo había que tener ideas, que él no tenía.
-En su libro se describe a Kirchner como torpe, prepotente y sin contenidos intelectuales. ¿Cómo se explica, entonces, su carrera política?
-Es que no hay dudas de que el desarrollo del kirchnerismo siempre se debió a la coyuntura. Néstor fue un líder de coyuntura. El kirchnerismo es la ausencia de la política en argentina. Lo favorecieron dos cosas: no había política y cuando llegó al gobierno tenía dinero de la soja. Punto. Nada más. Después de ideología no hay nada. Agarraron un poco de estalinismo, algunas cosas del discurso de izquierda y se inventaron un pasado. Lo que asombra son los personajes, porque uno lo toma a Zaffaroni, que parece que era un prócer y nunca dio un hábeas corpus. Imaginate lo que puede decir un hombre de ese momento que se jugó la vida.
-Uno de los testimonios más polémicos del libro sostiene que Kirchner era informante de la Dictadura. ¿Está en condiciones de decir que Kirchner fue un cómplice?
-Yo no podría afirmar eso, pero eso es lo que dicen los testimonios de allí. Lo que sí te puedo decir es que a él durante la Dictadura nunca se le ocurrió decir nada. Durante la Dictadura a Néstor no le importaba un pepino. Pero eso lo puedo decir de todos, eh, tenemos un gobierno de gente que se inventó un pasado.
-¿Le sorprendió que se lo mencionara a Kirchner como un informador de los militares?
-Sorprender, no me sorprendió. Alicia (Kirchner) hasta fue funcionaria. Menos Canca Gullo y Carlos Kunkel, que sí tienen un pasado, los demás se lo inventan. ¿Cómo es que los revolucionarios estos nunca fueron presos?
-¿También Verbitsky se inventa un pasado? 
-No lo digo yo, hay una frase de (el dirigente montonero Rodolfo) Galimberti, que era valiente en serio, le decía a Verbitsky “qué hablás vos si la Dictadura no te tocó ni el timbre”. Lo de ahora es todo un invento.
-¿Piensa que publicar ahora estos testimonios ahora, con Néstor fallecido y Cristina encaminada a dejar su mandato, puede modificar algo?
- Lo que va modificar lentamente es el hecho de que se van a ir investigando las zonas oscuras del relato. Vamos a escribir un libro sobre Zaffaroni, vamos a escribir un libro sobre Verbitsky. Los testimonios que juntó Omar Pintos, realmente convocan. A mí me sorprendieron de verdad. Si los hubiera escuchado en su momento, no los hubiera acompañado.
-Usted fue funcionario durante el gobierno de Kirchner. ¿Se siente decepcionado? 
-Siento una cosa rara, en ese momento no me sentí decepcionado. De entrada con Néstor hubo cosas que me sorprendieron. Pero, por ejemplo, él me pedía que le dé radios a los intendentes y yo no se las dí. Yo creía que los medios del Estado eran para los malos funcionarios, no para los buenos. Los buenos se pueden defender en los privados. Y él me lo respetaba. El problema fue Cristina. La degradación de la democracia comienza con Cristina. Convertir todo en una caterva de silencio y obsecuentes, con la democracia no tiene nada que ver. Llegó el autoritarismo sin límites.
-¿Por qué cree que estas revelaciones no se conocieron antes?
-No salieron antes porque el poder del kirchnerismo no lo permitía, fue un autoritarimo sin límite. Que soñó con una ley de medios donde nadie hable mal del gobierno. Fijate cómo iban comprando medios, el Grupo Hadad, Canal 9, todo su emporio mediático. Fijate que lo único que les faltó es bajar al Grupo Clarín, porque ahí ya no quedaba nadie que los critique. Si eso pasaba, usted y yo no estaríamos hablando. Imagínese estos testimonios.

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