El verano se instaló por unas horas en la Ciudad y alrededores. En pleno noviembre, el termómetro subió esta tarde hasta los 32 grados y los que pudieron hacer un bache en su rutina laboral aprovecharon para tomar sol y disfrutar de un descanso en los parques. Pero a no ilusionarse: al veranito le quedan una pocas horas, porque mañana llegan las lluvias (con probabilidades de tormentas) y el termómetro volverá a temperaturas más primaverales.
El calor se empezó a sentir desde temprano. La ciudad de Buenos Aires y alrededores amanecieron hoy con el cielo parcialmente nublado y a las 8 de la mañana los termómetros ya marcaban 23 grados. Hacia el mediodía superó los 30 grados y entre las 15 y 16 superó el pico de 32°.
En el resto del país también hubo picos altos de calor. En La Rioja, por ejemplo, a las 18 se registraban 39,2°. También había temperaturas agobiantes en San Juan (38,2°), Santiago del Estero (38,8°), La Rioja (37,7°) y Villa Reynolds, en San Luis (37,5°).
El pronóstico invita a guardar por unos días las bermudas y los vestidos de verano. Para mañana se esperan chaparrones y tormentas durante todo el día en Capital y alrededores, y la máxima no superaría los 26°. Lo bueno es que el agua esta vez se quedaría un solo día: a partir del jueves se esperan cielos de nublados a soleados, y para el fin de semana volvería el calorcito con una máxima de 27° el sábado. Eso sí: la lluvia dejará mañanas más frías, con mínimas de entre 13° y 16°.
Con la racha de días de calor, en las redes sociales volvieron a repetirse los reclamos de vecinos por cortes de luz en manzanas puntuales de distintos puntos de Capital y GBA y reinstaló el fantasma de los apagones que cada año se repiten en los días previos al verano.
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