Francisco anunció "nueva era entre católicos y evangélicos"
El ecumenismo es un concepto muy interesante. Sin embargo, y más allá de las buenas intenciones, hay debates permanentes para todo cristiano practicante, más allá de la voluntad del Papa católico apostólico romano: ¿la salvación es por obras o el hombre es justificado por su fe? ¿La clave está en el "Escrito está" o en las tradiciones de hombres imperfectos? ¿La Ley es inmutable porque refleja el carácter del Creador o la pueden cambiar mortales en un Concilio? Luego, la redención es una elección que la acepta o la rechaza cada individuo, no es un fenómeno colectivo, y cada uno será juzgado según la luz recibida y el amor manifestado. De eso trata el libre albedrío. De todos modos, muy interesante la demostración de buena voluntad que refleja la crónica vaticana:
por IACOPO SCARAMUZZI
CIUDAD DEL VATICANO (Vatican Insider). «La realidad de nuestras divisiones desfigura la belleza de la túnica de Cristo, pero no destruye completamente la profunda unidad generada por la gracia en todos los bautizados». Así, citando el Concilio Vaticano II, Papa Francisco se dirigió a una delegación de la Alianza Evangélica del Mundo (Wea), recibida en audiencia esta mañana.
El secretario general, Geoff Tunnicliffe, habló de una «nueva era» en las relaciones entre evangélicos y católicos.La Wea incluye a los pentecostales, reformado, baptistas y protestantes independientes de 129 diferentes países.Jorge Mario Bergoglio comenzó su discurso con una cita de la Carta a los Gálatas de San Pablo: «Llegue a ustedes la gracia y la paz que proceden de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo, que se entregó por nuestros pecados para librarnos de este mundo perverso, conforme a la voluntad de Dios, nuestro Padre».
«El apóstol Pablo -dijo Francisco- expresa con estas palabras nuestra fe común, nuestra esperanza común. Quisiera que mi saludo, que proclama que Jesucristo es Señor y Salvador, llegara también a los miembros de sus comunidades de origen».Comenzando su discurso a la Alianza el Papa subrayó que el Bautismo es un don divino inestimable que tenemos en común y gracias al cual no vivimos sólo en la realidad terrenal sino en la potencia del Espíritu.
Después pasó a recordar que desde el principio hubo divisiones entre los cristianos, y que por desgracia todavía hoy sigue habiendo rivalidades y conflictos entre nuestras comunidades. «Dicha situación -observó- debilita nuestra capacidad de cumplir con el mandato del Señor de predicar el Evangelio a todas las naciones. La realidad de nuestras divisiones afea la belleza de la única túnica de Cristo, pero no destruye por completo la unidad profunda que genera la gracia de todos los bautizados. La eficacia del anuncio cristiano, indudablemente, sería mayor si los cristianos superasen sus divisiones y pudieran celebrar los sacramentos juntos, difundir juntos la Palabra de Dios y dar testimonio de caridad».
El Obispo de Roma manifestó también su alegría porque en muchos países del mundo, los católicos y los evangélicos han establecido relaciones de hermandad y cooperación, reconociendo que los esfuerzos conjuntos del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y la Comisión Teológica de la Alianza Evangélica Mundial «han abierto nuevas perspectivas, aclarando malentendidos y mostrando formas de superar los prejuicios».
«Espero -recalcó- que estas consultas inspiren ulteriormente nuestro testimonio común y nuestros esfuerzos evangelizadores. Si realmente creemos en la libre y generosa acción del Espíritu, ¡cuántas cosas podemos aprender unos de otros! No se trata sólo de recibir información sobre los demás para conocerlos mejor, sino de recoger lo que el Espíritu ha sembrado en ellos como un don también para nosotros. También espero que el documento "Testimonio cristiano en un mundo multirreligioso. Recomendaciones de conducta'' se convierta en fuente de inspiración para el anuncio del Evangelio en contextos multirreligiosos».
«Tengo confianza en que el Espíritu Santo, que suscita en la Iglesia, con su poderoso aliento, el coraje de perseverar y también de buscar nuevos métodos de evangelización, marque el comienzo de una nueva etapa en las relaciones entre católicos y evangélicos. Una etapa que permita realizar más plenamente la voluntad del Señor de llevar el evangelio hasta los confines de la tierra. Os aseguro mis oraciones por esta causa y también os pido que recéis por mí y mi ministerio», concluyó Francisco.
«Mientras tratamos de obedecer a Cristo, vemos en este tiempo una nueva era de las relaciones entre evangélicos y católicos romanos», dijo, por su parte, el secretario de la Alianza Evangélica del Mundo, Geoff Tunnicliffe, subrayando la importancia de profundizar el diálogo teológico y ético sobre temas que unen y dividen. La Wea, que también se reunió con los responsables del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, entregó a Francisco el reconocimiento «Shahbaz Bhatti Freedom» por su compromiso en la construcción de un mundo de paz y reconciliación.
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