Pase de facturas en el oficialismo: Insaurralde amenazó con no asumir
Mañana a las 11.30 Daniel Scioli volverá a sus recorridas por las calles bonaerenses. El gobernador inaugurará un centro de servicios en Ingeniero Budge, en Lomas de Zamora. Será una manera de contener al intendente local, Martín Insaurralde, que por estas horas mastica una doble bronca: una, la esperable, por haber sido derrotado de manera contundente por el Frente Renovador de Sergio Massa y otra, de consecuencias más profundas, con el círculo de funcionarios más cercanos a la Casa Rosada.
El domingo, esa furia llegó hasta un punto volcánico. Antes de irse del bunker que el kirchnerismo armó en el hotel NH Tango para esperar los resultados, Insaurralde le dijo a uno de sus hombres más cercanos que estaba dispuesto a quedarse en la intendencia y a no asumir la banca de diputado que consiguió ayer.
El enojo de Insaurralde se hizo evidente cuando en el mismo escenario se enteró de que no podría dar un discurso aceptando la derrota y felicitando a Sergio Massa, en un movimiento que copiaba los modos históricos de Scioli, por estas horas el gurú político del intendente.
Según dijo, le pareció "ridículo" el despliegue de celebraciones que montó el kirchnerismo en el búnker K.
Hoy, según, aseguran cerca de Insaurralde, el enojo con el kirchnerismo duro se mantiene, pero se enfrió su plan para quedarse en la intendencia.
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