EL ESTALLIDO SOCIAL QUE SE VIENE ¿Y si prohíben las paritarias?

Cada febrero, la paritaria docente marca el clima de discusión salarial para todo el sector público y también para los privados. Este año, es la brusca devaluación del peso la que genera tal aporte que no sólo promete novedades inaceptables de parte de un gobierno que por años se disfrazó de "popular", sino que además encuentra a las centrales sindicales con diferencias cada vez más borrosas. Del combo, solo puede salir el caos.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24Durante los meses de diciembre y enero, el gobierno de Cristina Fernández ha tomado una serie de medidas que intentan encauzar la compleja situación social, económica y política hacia 2015, pero que evidencian sus límites y el imparable camino hacia el fin del modelo. 
 
La brusca devaluación del peso, para achicar la brecha entre el dólar oficial y el dólar libre, y frenar la sangría de reservas, profundiza la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. Esto es, implica una caída del salario real y por lo tanto un retroceso para el trabajador en un contexto de fuerte deterioro de los ingresos por la inflación.
 
Sabido es que los planes como el 'Precios Cuidados' o el 'Progresar' están muy lejos de detener esas subas.
 
Por tpdas estas razones las negociaciones paritarias, que ya habían empezado a darse en un clima caliente por la inflación, cobran ahora un carácter decisivo. 
 
El Gobierno busca, por estas horas, contener a los gremios. El jefe de Gabinete se reunió por ello con el líder de la CGT oficialista, Antonio Caló, y luego hizo lo propio con el presidente de la UOCRA, Gerardo Martínez, y de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), Gustavo Weiss, tras los anuncios relacionados con la compra de dólares para ahorro.
 
Intentan evitar que la devaluación derive en más reclamos salariales en medio de la creciente inflación.
 
Se indicó que primero recibió a Antonio Caló, con quien abordó la inminente apertura de las paritarias, previstas para el mes entrante, y posteriormente hizo la propio con Martínez y Weiss, con quienes analizó inversiones en el área, en el despacho que mantiene en Balcarce 50.
 
La reunión con el titular de la central obrera afín al Gobierno, que fue convocada de imprevisto el lunes, volverá a repetirse mañana, según dijeron fuentes oficiales y gremiales. A esa mesa se sumarán el ministro de Economía, Axel Kicillof, y referentes del sector.
 
Pero, a la par, se corre el rumor de que no habrá paritarias y que el gobierno implementará aumentos por decreto. Sería duro para un gobierno, que abusó del disfraz de "popular", pero todo es posible en el reino de los K...
 
Según el diario 'Clarín', el Gobierno prepara algo que el empresariado aceptaría y que el sindicalismo espera para descomprimir la presión de las bases: un aumento de suma fija por decreto, como una forma de compensar el alza de la inflación y permitir la postergación de las paritarias lo máximo posible.
 
En las últimas semanas ya se habían puesto de moda las “sumas puente” (anticipos a cuenta de las futuras negociaciones) por la extrema dificultad para cerrar los acuerdos salariales, pero la devaluación dispuesta por la Casa Rosada frena cualquier tratativa: representa un golpe al poder de compra de los sueldos y un trampolín para los aumentos de precios.
 
Por ahora, sólo el sindicalismo combativo, como es lógico, está calentando sus motores: el Partido Obrero anticiparía el lanzamiento de un plan de lucha y el PTS quiere reunir a todo el clasismo sindical para rodear a los docentes, que serán los protagonistas de la primera paritaria del año (una experiencia similar, y exitosa, la tuvieron con la pelea de los empleados de salud, en Neuquén).
 
La CGT Balcarce prende velas para que el Gobierno firme el decretazo salarial y, al mismo tiempo, busca oxigenarse mediante un encuentro con Cristina, sobre todo luego de que ésta, en su reaparición pública, deslizó que se reuniría con el sindicalismo.
 
En la agenda cegetista no sólo figura la virtual paralización de las paritarias, sino también los 20.000 millones de pesos que el Estado les adeuda a las obras sociales y la defensa del modelo sindical, amenazado por los últimos fallos laborales de la Corte, que la Presidenta intentará poner a salvo mediante un decreto siempre y cuando el gremialismo K obtenga el guiño de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo. Esa es una de las excusas por las cuales en la central obrera oficialista no descartan algún acuerdo orgánico con el flamante espacio sindical que inauguraron el camionero y el gastronómico.
 
La sensación es que si se consolida el ajuste económico del kirchnerismo de alguna forma se tendrán que unir las tres CGT.
 
El gran escollo sigue siendo la permanencia de Moyano, Barrionuevo y Antonio Caló, pero hay algunos que imaginan una solución provisional: la creación de una “mesa de diálogo”, en la que estén todas las fracciones y sin que ninguna pierda su identidad.
 
Moyano quiere esperar hasta marzo para lanzar medidas de fuerza, mientras que Barrionuevo, que olfatea un vacío de poder, empuja para hacer movilizaciones en febrero y un paro nacional en marzo.
 
Como sea, la coalición que armaron será clave para la efervescente etapa que se viene: la UTA y La Fraternidad, gremios K que se sumaron a este espacio, se integrarán a la CATT, la central moyanista de gremios del transporte, con más poder de fuego que nunca.
 
Esas dos incorporaciones fueron la verdadera clave del plenario del lunes pasado en Mar del Plata, adonde no fueron los presidenciables del PJ como Sergio Massa, Daniel Scioli y José Manuel de la Sota, aunque de alguna forma estuvieron muy presentes: casi todos los oradores les dedicaron alguna crítica o advertencia, que fueron desde la poco sutil afirmación de Barrionuevo (“si no tienen huevos, que no vengan porque ya van a venir cuando nos necesiten”) hasta un duro cuestionamiento de Moyano que pareció dirigido a Scioli (“algunos políticos le huyen a esta foto con dirigentes gremiales, pero no a la foto con Boudou, Ricardo Jaime o De Vido”).
 
Cierto es que a los gobernadores los desvela la inminente discusión paritaria.
 
Todos esperan que el Gobierno nacional haga el primer movimiento, proponiendo a los docentes un piso de aumento de alrededor del 20%. 
 
Pero otra posibilidad sería que el Gobierno deje que el costo lo pague Scioli.
 
Con el tema docente, cierto es que Scioli va a jugar otra guerra de nervios con la Casa Rosada. Entre él y los mandatarios de otras provincias pareciera haber acuerdo para ofrecerle a los maestros un porcentaje de aumento mayor al que pueda mostrar el Gobierno.
 
Como en el arreglo de la rebeldía policial de diciembre, los parámetros que fije la provincia de Buenos Aires, y mucho más si José Manuel de la Sota juega en el mismo sentido desde Córdoba, pueden marcar un rumbo que no logra fijarse desde la Casa Rosada. 
 
Por lo pronto, ya comenzarán a enfrentar las amenazas de paros.
 
En Entre Ríos, son los docentes los que comenzaron el "combate" con la amenaza de no comenzar las clases: "los docentes necesitamos salarios dignos. Exigimos respeto y que el gobierno deje de basurearnos con propuestas insuficientes y mentirosas”, señala un duro documento del gremio docente AGMER que responde a la línea Rojo y Negro, la más combativa del sector y que prácticamente se ha convertido en la voz de todos los maestros entrerrianos ante la connivencia de la conducción sindical con el gobierno provincial.
 
En la provincia de Buenos Aires, ya hay fechas definidas. Por caso, los profesionales médicos y hospitalarios, representados por el gremio CICOP, definieron un paro de actividades de 48 horas, que comenzaría el jueves 30 de enero. Y, en caso de no haber respuestas a los reclamos, se repetiría el 5 y 6 de febrero. 
 
Cada febrero, el clima se recalienta con el comienzo de estas discusiones. Pero en el actual contexto, y dada la acumulación de calor que viene arrastrando de años, promete ser aún más difícil... sino determinante.

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