El regreso de los muertos vivos: Sesiona el Consejo Nacional del PJ

El Consejo Nacional del Partido Justicialista (PJ) se reunirá (¡cuánto tiempo ha pasado...!) para analizar la situación política nacional y el proselitismo hacia las elecciones legislativas del domingo 27/10, "y reafirmar el respaldo a la conducción de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner", aclaró el apoderado partidario, diputado nacional Jorge Landau. El encuentro será a las 18:00 en la sede (casi abandonada durante mucho tiempo), de Matheu 130, en la Ciudad de Buenos Aires. Convoca el N°1 del PJ actual, el gobernador bonaerense Daniel Scioli. Según Landau, ya confirmaron su asistencia al encuentro los gobernadores Jorge Capitanich (Chaco), José Alperovich (Tucumán), Juan Manuel Urtubey (Salta), Lucía Corpacci (Catamarca), Gildo Insfrán (Formosa), Eduardo Fellner (Jujuy), Sergio Urribarri (Entre Ríos) y Oscar Jorge (La Pampa). También estará presente el titular de la CGT K, Antonio Caló.


Hay que apoyarla para que llegue bien a 2015, pero la transición la manejamos nosotros". Es lo que cuentan que le dijo Hugo Curto a De Vido, en una cena que junto a otros caciques territoriales compartieron el lunes en una parrilla de Puerto Madero. De ese revulsivo salió la presión a Scioli para que convoque a la reunión de la cúpula del PJ (...). Y que podría alumbrar un pronunciamiento que le marque límites al kirchnerismo y a los gurkas de la Casa Rosada. Hasta se dice que el propio gobernador estaría decidido a plantear ahora mismo que tiene aspiraciones de sucesor. (...)".
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Con la premisa de garantizar la gobernabilidad, en la etapa de transición que se iniciará el 28/10, Daniel Scioli, tratará de reactivar, con la aprobación de la presidenta Cristina Fernández, al Consejo Nacional del Partido Justicialista. La gran pregunta: ¿sirve para algo la estructura desmovilizada, deteriorada, paleozoica del PJ?
 
El votante peronista no necesariamente vota por los candidatos del PJ. Y menos las nuevas generaciones. Pero es lo único que tiene Daniel Scioli a qué aferrarse para intentar sobrevivir al'fenómeno Massa'. En cuanto a Cristina, le resulta un ámbito de contención del creciente descontento de muchos de sus aliados.
 
Deberá recordarse que Cristina envió al congelador al Consejo Nacional, luego de la muerte deNéstor Kirchner, en especial porque ese infortunio dejaba la presidencia en manos de Scioli, quien era (¿es?) un enemigo para los K (aunque siempre fue su aliado, y mucho más leal para con ellos que lo que ellos fueron con él).
 
Sergio Massa avanza en la captura del voto PJ por fuera de la estructura orgánica justicialista. También relativamente afuera de esa estructura se encuentra la juventud K, que no necesariamente es peronista, dirigida por La Cámpora/Unidos y Organizados.
 
En una reciente entrevista por la televisión pública, Cristina rechazó el concepto de pejotismo (al que adhieren, pese al rechazo de una gran parte de la sociedad, gobernadores e intendentes de ese origen) y consideró al kirchnerismo como un "instrumento de la historia" que llegó para enfrentar "una Argentina dada vuelta".
 
 
"(...) Algunas “certezas”, no obstante, sobre el tiempo que se inaugurará el día después de los comicios circulan en la política y los ambientes empresarios. Para la gran mayoría, los resultados del 27 marcarán el fin del kirchnerismo y arrancará, ya sin frenos, la pelea por la sucesión en el oficialismo. En el sciolismo, por caso, hay operadores que le aconsejan al Gobernador salir a ratificar el mismo 28, de manera formal, su aspiración presidencial, aunque para algunos sectores una duda que podría develarse en esa jornada es si el ultrakirchnerismo buscará colocar en Scioli parte de “la culpa” por la derrota y complicar esa movida. 
 
Y muchos se preguntan, en ese marco, si Massa se apoyará en la victoria para lanzar también por esas mismas horas el objetivo de llegar a la Casa Rosada en el 2015
 
Scioli, por lo pronto, no demorará el “Operativo PJ”, una estrategia orientada a revivir el partido, conducirlo y organizar en su marco una interna abierta de la que -convocando a todos los que militan en la disidencia- surja el candidato presidencial. Cerca del Gobernador descuentan que alcanzará esos objetivos, aún cuando no desconocen que después de las victorias que seguramente reafirmarán el 27, varios mandatarios provinciales darán la pelea por el manejo partidario y blanquearán su pretensión de participar en la carrera hacia la Casa Rosada. Pero, en lo que hace a ese esquema, en el sciolismo están previendo que Massa buscaría la candidatura presidencial por afuera de la estructura formal del PJ, mientras que en el equipo del intendente de Tigre ya hay quienes trabajan en una estrategia que le permita al sector acceder a la conducción del peronismo bonaerense, como primer paso para su crecimiento en la estructura partidaria. (...)".
 
En tanto, hay algunos otros datos a tener en cuenta, que quedaron de la lectura dominical.
 
Eugenio Paillet, en La Nueva Provincia, de Bahía Blanca, acerca de disputas muy intensas en el equipo económico de Cristina Fernández de Kirchner. La mayoría de los gobernadores que asisten al Consejo Nacional del PJ prefieren a Diego Bossio para ministro de Economía, tal como quedó en claro en la ciudad de Corrientes, cuando se reunió el instituto Gestar, al que todos ellos pertenecen. Todos saben que no hay ministro de verdad si Guillermo Moreno continúa en la Secretaría de Comerecio Interior. Pero, si el Frente Renovador insiste en reclamar la cabeza de Guillermo Moreno, ¿cómo cesar a éste sin que parezca una concesión a Massa?
 
"(...) No es menos turbulento el momento que se vive en el área económica. Se dice que están todos peleados con todos, que cada uno trata de acercarse por las suyas a Cristina para hablar pestes del resto. Desde el Palacio de Hacienda hicieron cola esta semana para pasarle a los periodistas el dato "recontraconfirmado" de que la Presidenta echará a Moreno después de las elecciones. Y que la aparentemente nueva estrellita fulgurante del espacio, Diego Bossio, asumirá como ministro el 10 de diciembre, o antes, una vez que la jefa eche al inoperante Hernán Lorenzino. Errores de cálculo imperdonables, que de algún modo también hacen a la campaña, no se admiten ni se cuentan. Como el que cometió la Presidenta cuando le llegaron datos incontrastables desde Estados Unidos que hablaban de la necesidad de contar con un interlocutor de peso para enderezar el diálogo con Barak Obama si es que la Casa Rosada quería en verdad mejorar su posición en la pelea con los bonistas en default y contar de ese modo con apoyo norteamericano. La respuesta fue la que ya se sabe: mandó de embajadora a una chica de La Cámpora que lo primero que hizo fue cortar todo contacto con la prensa.
     
La preocupación sobre el nacimiento de un clima hostil después de la derrota de octubre va más allá. Podría verse en la rebelión cada vez menos disimulada de los intendentes del conurbano bonaerense, que le han dicho a Julio de Vido, y en algún caso a la propia Presidenta, que si no toma ahora mismo algunas medidas para contener la inflación, los vecinos se los van a comer crudos. El mal humor social por los precios también se nota en los votos. Pero no es todo. Esos mismos intendentes, y la mayoría de los gobernadores del palo, ya dicen y planean que la transición hacia la sucesión empieza el 28 de octubre. Le guste o no le guste a ella. "Hay que apoyarla para que llegue bien a 2015, pero la transición la manejamos nosotros". Es lo que cuentan que le dijo Hugo Curto a De Vido, en una cena que junto a otros caciques territoriales compartieron el lunes en una parrilla de Puerto Madero. De ese revulsivo salió la presión a Scioli para que convoque a la reunión de la cúpula del PJ (...). Y que podría alumbrar un pronunciamiento que le marque límites al kirchnerismo y a los gurkas de la Casa Rosada. Hasta se dice que el propio gobernador estaría decidido a plantear ahora mismo que tiene aspiraciones de sucesor. (...)".
 
 
Hugo E. Grimaldi, de la agencia Diarios y Noticias, acerca del fracaso rotundo de la política energética del Frente para la Victoria, pero el intento de Cristina de manipular la información, subestimando a todos:
 
"(...) Otro de los discursos de extrema sinuosidad fue el que pronunció Cristina en Bariloche, cuando denunció que "si se lo midiera", todo el gas que se transfirió a "precios irrisorios y casi gratuitamente" a Chile es lo que "hoy nos está faltando a los argentinos". El concepto es tan simplista que lo mejor que se podría pensar es que alguien le ha pasado letra a la Presidenta diciéndole que esa era una verdad revelada. 
 
La otra cara del relato es que durante la "década ganada" no hubo inversión petrolera ni gasífera, ni en exploración ni en explotación, que se entregó el manejo de YPF a particulares amigos del Gobierno, que las tarifas subsidiadas incentivaron el consumo y que las reservas se esfumaron, por lo que la Argentina pasó de ser un país exportador a la actual dependencia externa (U$S12/13.000 millones de importaciones), que le podría costar este año no menos de U$S 7.000 millones netos y es el germen de los problemas de la balanza comercial y del cepo cambiario. Desde ya que los negociados pudieron estar al otro lado de la cordillera, pero lo cierto es que el precio del gas interno era de U$S 2 el millón de BTU y que esos contratos siguieron ejecutándose hasta bien entrado el kirchnerismo. 
 
Luego, Cristina se dedicó a ponderar un artículo del diario español "Expansión" titulado "YPF roza el récord en Bolsa al año y medio de expropiarse", en relación al precio de la acción de la petrolera argentina en pesos. "YPF cotizaba ayer -se refiere al día de ayer- a 189 pesos argentinos por título frente a los 116 con los que acabó la jornada del 16 de abril de 2012 cuando decidimos la recuperación de la soberanía hidrocarburífera", explicó orgullosa. 
 
"Pero hay más que dice este periodista: 'La subida de YPF en Bolsa es algo agridulce para Repsol; la antigua filial está demostrando que puede volar sola'. Esto lo dicen los españoles", insistió. (...)".
 
 
 
"(...) El mayor incordio para Scioli sería ahora Buenos Aires. Nunca tuvo en esa geografía un aparato político sólido. Su puntal fue su propia imagen que ha comenzado a dañarse por la vecindad con el cristinismo. Para colmo, los ultra K con sus acciones en lugar de ayudarlo lo perjudican. Los incidentes contra Massa en La Matanza resultaron un baldón. En ese distrito –en el barrio El Tambo– vive Luis D’Elía. Los ataques ocurrieron cerca de allí. Vecinos del ex piquetero denuncian un clima de permanente hostilidad.
 
D’Elía justificó los piedrazos contra Massa aunque se retractó tras el llamado de un diputado camporista.
 
El gobernador e Insaurralde también reaccionaron con vacilaciones. El candidato, incluso, sembró desconfianza y trató de aparear ese episodio con el robo a la casa del intendente de Tigre, ocurrido antes de las primarias. Quizás no esté al tanto del avance de esa investigación. El juez Esteban Rossignoli tendría varias cosas comprobadas. Que el prefecto Alcides Díaz Gorgonio, autor del delito, habría cometido el hecho como parte de un plan. Estuvo encargado personalmente durante más de dos semanas de vigilar la residencia de Massa y sus movimientos. Que los efectos sustraídos, luego recuperados, fueron algunos documentos pero, sobre todo, dinero recaudado para la campaña.
 
Que el entrecruzamiento de llamadas telefónicas revelaría la participación en el plan del Ministerio de Seguridad.
 
Nadie en el juzgado menciona a Sergio Berni pero sí a la dependencia que encabeza. Nada sería divulgado antes del último domingo de octubre.
 
Quizá la réplica solapada de Massa a esos sucesos haya transitado por otro andarivel. El bloque de diputados massistas en el Congreso forzó al kirchnerismo –antes de que se debatiera el Presupuesto– a una recordación por el asesinato del jefe cegetista José Ignacio Rucci, acontecido hace 40 años, dos días después de la victoria electoral de Juan Perón. El asesinato fue siempre autoatribuido por los Montoneros. Como complemento, los hijos del ex sindicalista pidieron al juez Ariel Lijo, que lleva la causa reabierta, la citación de la diputada nacional kirchnerista, Gloria Bidegain, y del ex legislador Miguel Bonasso.
 
La pista que se sigue indicaría que las armas utilizadas para el ataque habrían sido aportadas por la Policía Bonaerense y el Servicio Penitenciario provincial. El gobernador era, por entonces, Oscar Bidegain. ¿Qué tendría que ver con todo eso su hija, hoy diputada? En forma directa, nada. Pero Gloria habría sido en esa época la pareja de un ahora verborrágico diputado ultra K, ligado también a la conducción de Montoneros. (...)".
 
 
 
"(...) No fue sólo La Matanza. Una semana antes, en Lomas de Zamora, el territorio de Martín Insaurralde, Massa no pudo entrar por la puerta principal a la universidad de ese municipio. Un grupo de militantes kirchneristas quemó neumáticos en el acceso central de la casa de estudios, donde el candidato dio una conferencia invitado por el rector. Massa debió ingresar a la universidad por una puerta lateral. En la misma Lomas de Zamora, el alcalde de Tigre tropezó antes con piqueteros, también identificados como kirchneristas, que le impedían avanzar a su caravana.
 
Massa se envalentonó anunciando que sólo pensaba en regresar a La Matanza. El anuncio fue prematuro, porque todavía no conocía los detalles más salvajes de aquella agresión. Ahora hay un debate interno sobre la conveniencia -o no- de volver al municipio más poblado y desigual de la provincia de Buenos Aires. No podemos dar señales de temor, dicen algunos. Tampoco podemos correr el riesgo de la seguridad física, replican otros. Un país vive una situación más grave que sus engañosas apariencias cuando se plantea una discusión política de esa naturaleza.
 
La violencia está en una parte de la sociedad argentina. Seguramente es una parte minoritaria, pero se trata de minorías iridiscentes que muchas veces logran sus objetivos. La ocupación de colegios porteños, en reclamo por una reforma educativa del gobierno nacional que ni siquiera se aplicó todavía, fue apoyada por una asamblea de padres. ¿De cuántos padres? Fueron unos 100 padres de alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires. Hay unos dos mil padres de estudiantes de ese colegio. Los que no fueron seguramente no estaban de acuerdo con la ocupación. De hecho, muchos estudiantes abandonaron los colegios porteños ocupados hace dos años durante varios días. Se fueron de la escuela pública a la privada. También entonces los alumnos fueron apoyados por una minoría activa de padres. Muchos de esos padres se han propuesto transmitirles a sus hijos sus propias y frustradas agitaciones de juventud. (...)".
 
 
Precisamente, mientras no cesa un conflicto educativo que los K lo direccionan contra Mauricio Macri, el problema es mucho más profundo y dramático. Los K siempre banalizan todo pero la cuestión es sensible, tal como lo explica Carlos Salvador La Rosa, en Los Andes, de la ciudad de Mendoza, porque aquí se prometió educación para todos, y la semana pasada desde el INVAP, en San Carlos de Bariloche, la Presidente de la Nación insistió con la cantinela:
 
"(...) Menos educación para todos. En educación aumentó mucho el presupuesto, aportó libros, computadoras, mejoró algunos sueldos y varias otras cosas positivas más. Sin embargo, los datos son contundentes: en esta década la educación retrocedió en casi todas sus mediciones, excepto en inclusión porque se antepuso de manera extrema la contención por sobre la promoción, bajándose las exigencias, algo que ya venía de antes pero que ahora se profundizó, con lo que lo único que se logró es que entren más alumnos pero que se reciban menos
 
En las pruebas internacionales de calidad educativa y en comparación con los demás países latinoamericanos nos va mal y cada vez peor. Hasta ocurrió algo insólito: en un gobierno con un proyecto estatista, y donde se intentó ideologizar como nunca la educación, la tendencia predominante es el crecimiento de la matrícula privada por sobre la estatal. 
 
Mientras los K se pasaron criticando la privatización de la educación, que según ellos había intentado antes el menemismo y ahora casi todos sus opositores, paradójicamente en la década K todos los que pueden se pasan al sector privado (incluso en los sectores más humildes), no necesariamente porque vayan a aprender más sino porque creen encontrar allí un orden mínimo que se va perdiendo en las escuelas de gestión estatal.
 
En síntesis, a pesar de haber puesto mucha más plata, tenemos una educación cada vez peor. Y los estatistas fueron los más grandes privatizadores. (...)".

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