Cristina a Insaurralde: A mi nadie me saca de la campaña...

El relanzamiento de la campaña publicitaria de Martín Insaurralde omitió tanto a Cristina Fernández de Kirchner como a Daniel Scioli. La idea es generar la imagen de fortaleza propia en el candidato, alcalde de Lomas de Zamora con ambición de gobernador bonaerense 2015. Además, él pretende desvincularse de la suerte de Cristina y de Scioli. Pero no es tan fácil, en especial con Cristina, que exhibe a quien quiera verlo que, según ella, tiene todavía mejor imagen que Insaurralde. Siempre hay un Roberto Bacman dispuesto a afirmar: “Las primeras encuestas después de las PASO fueron muy duras para el oficialismo. Esa tendencia ahora cambió en forma notoria, de manera que hay que esperar a ver cómo se de-sarrolla la campaña." El Frente para la Victoria sostiene que al principio de la campaña por las PASO, Massa superaba a Insaurralde por 40 a 25. En aquel momento, las apariciones de la Presidenta junto al candidato fueron estrechando la diferencia que, al final, quedó en 5 puntos. Hoy también el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, juega un papel protagónico. En la seguridad, se dividió el ministerio, se puso un “Barón del Conurbano” al frente, hubo un aumento en los mínimos no imponibles de Ganancias y el Gobierno se reenfocó en los ferrocarriles. ¿Podrán recuperar? Los de Insaurralde afirman que están en 31 puntos porcentuales... y sonríen. Cristina dice ser más ambiciosa y se sumerge en la campaña otra vez, explicó Claudio Chiaruttini en su editorial dominical por Radio El Mundo.

17/09/2013: La presidenta Cristina Kirchner participo junto al candidato a diputado por el FpV, Martin Insaurralde; el ministro Florencio Randazzo; y el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli (fuera de la imagen) en los festejos por el 75 aniversario de la Cooperativa Sancor en la ciudad bonaerense de Chivilcoy. Foto NA: Ricardo Ceppi / prensa Insaurralde

por CLAUDIO M. CHIARUTTINI

 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Sin Saco y Sin Corbata). Siguen los cambios en la estrategia de campaña del kirchnerismo. Mientras Cristina Fernández y Daniel Scioli ponen un poco de distancia del candidato del Frente para la Victoria en la Provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde; la Presidente de la Nación resolvió volver a colocarse en el centro del escenario e insiste en plebiscitar sus 6 años de gestión.

 

Desde antes de la derrota electoral, muchos dentro del Gobierno han puesto en duda la estrategia elegida por Cristina Fernández, pero como “nadie osa contradecir a la Señora”, como se dice en la Casa Rosada, se avanza en plebiscitar la gestión kirchnerista,  pese a que todas las encuestas adelantaban el fracaso electoral de Martín Insaurralde.

 

Desde el fiasco en las PASO, Cristina Fernández concentró toda su acción en realizar demostraciones de poder, controlar una potencial revuelta dentro del Partido Justicialista y reducir a su mínima expresión el paso de peronistas a las massistas. Casi 2 meses después, en la Casa Rosada aseguran que han logrado evitar el desgaste político causado por la derrota y el“garrochismo” en el oficialismo.

 

En las últimas semanas, luego del fallo en contra de la Cámara de Apelaciones del Segundo Circuito de New York, el objetivo de la Presidente de la Nación fue crear la estructura económica y financiera necesaria para afrontar un 2014 sin las fuentes tradicionales de financiación y asegurarse una llegada tranquila a las elecciones de 2015.

 

Para ello, envió el proyecto para la reapertura, por 3ra. vez, del canje de deuda y, aprovechando las mayorías que aún controla en Diputados y Senadores, hizo aprobar en días la propuesta. Ahora, se propone hacer lo mismo con el falaz, inservible y protocolar de Presupuesto 2014, aprovechando la cuota de poder legislativo que le queda.

 

Cristina Fernández se ha concentrado, de nuevo, en la campaña electoral. Desde un infantil viaje secreto a Córdoba, sin avisar al Gobernador José Manuel de la Sota y aterrizando en una ciudad controlada por un intendente kirchnerista, hasta ponerse unas calzas que hicieron estallar las redes sociales (una regla de Facebook y Twitter dice que el candidato más mencionado en esa redes, suele ganar las elecciones. ¿Será esto lo que busca la Presidente de la Nación?).

 

Incluso, la 1ra. entrevista a Cristina Fernández se convirtió en un ciclo de charlas, que se transmitirá en el canal oficialista, y como la semana pasada el rating no llegó a 2 puntos, ahora colocarán las palabras presidenciales entre los partidos de River y Boca, como si eso pudiera sumar los votos que ya no fueron en Agosto hacia los candidatos kirchneristas.

 

Pero no hay que creer este regreso “light” de Cristina Fernández a la campaña electoral como un giro en la actitud del Gobierno. En la semana, la Presidente de la Nación ha sembrado declaraciones o se han producido hechos que confirman que los viejos enemigos de la Casa Rosada siguen siendo objetivos preferenciales para ser destruidos, sólo que ahora, no hay palabras altisonantes, actos con militantes rentados cantando y bailando o gobernadores aplaudiendo como extras de la televisión.

 

"Sería bueno que los argentinos pensaran por sí mismos y no que les lavaran la cabecita desde una caja boba", disparó. El blanco: como siempre, el Grupo Clarín, confirmando que para la Presidente de la Nación, el fracaso electoral de las PASO fue culpa de los diarios, canales de televisión y radios opositoras, que según esta versión particular de la realidad, no dejan ver la “verdad” que el Gobierno le quiere mostrar a los ciudadanos.

 

Cristina Fernández sigue pensando como en los años ´70, cuando los especialistas en medios de la comunicación hablaban de un lector, de un escucha, de un televidente sin capacidad de raciocinio frente a un diario, una radio o un canal de televisión. Esa visión fue abandonada hace 20 años en el mundo académico, pero la Presidente de la Nación abreva en viejos mitos progresistas que sólo sirven para disculpar, falsamente, los errores propios que se cometen en la acción y el marketing político.

 

El inmenso “chivo” que realizó la Presidente de la Nación a DirecTV no incluyó la explicación si la empresa de los Estados Unidos logró, o no, encuadrarse a la Ley de Medios Audiovisuales. Tampoco nadie la dijo a la Presidente de la Nación que las villas están llenas de antenas de la multinacional porque en esas zonas, si se realiza el tendido de cables, es robado para venderlo como metal. Además, la empresa ofrece un servicio monopólico en serio. ¿No tiene asesores la Casa Rosada que le comenten este tipo de detalles a la Mandataria antes de una presentación pública?

 

Además, los asesores presidenciales deberían recordar a Cristina Fernández que DirecTV fue un fracaso en su desembarco inicial en la Argentina y que ingresar en las villas, a una tarifa especial, mucho menor que los countries, como una forma de salva la inmensa inversión realizada en un mercado ganado por las empresas de cable.

 

Ahora, utilizando conceptos comunicaciones de la década del ´70 que tanto le gustan a la Presidente de la Nación, ¿es necesario explicar que si las villas y los countries comparten los mismos consumos culturales no implica que son similares socialmente, sino que a los más pobres se les implanta necesidades por bienes suntuarios que no pueden comprar, generando frustración y deseos de adquisición que los impulsan a tomar decisiones que no son propias a su clase social, ayudando a imponer valores liberales y capitalistas en personas que deberían inclinarse por acciones y valores sociales? No, mejor no hagamos este tipo de añoso análisis.

 

De esta forma, el segundo intento de la Presidente de la Nación por acercarse al votante de las villas, terminó en un papelón mediáticos de proporciones. Pero, ¿por qué el interés de Cristina Fernández por este segmento del electorado? En los últimos dos años, el Ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, entregó cerca de 50.000 DNI en las villas porteñas, pero menos de 5.000 fueron a votar en las PASO.

 

Para peor, del total de ese grupo de votantes, más de la mitad sufragó a favor del PRO, un 10% a agrupaciones de izquierda y los candidatos del Frente para la Victoria no lograron superar el 30% de los votos. Quizás, con estos datos en la mano, se entienda porqué la Secretaría de Cultura tiene nuevas oficinas en la Villa 31 o la Presidente de la Nación celebre las antenas satelitales “villeras”.

 

Sigamos con los enemigos de la Casa Rosada, Que avance una investigación sobre Hugo Moyano por supuestas maniobras sospechosas en la obra social de Camioneros por casi 600 millones de pesos también confirma que el Gobierno mantiene abiertas y vigentes causas judiciales que pueden sacar del escenario político a los principales escollos que tiene la Presidente de la Nación para poder lanzar la idea de un tercer mandato.

 

Pero no es el único flanco para atacar a Hugo Moyano. Por ejemplo, en la Provincia de Buenos Aires avanza un proyecto de Ley que impulsa la elección de cooperativas para la recolección de residuos en los municipios, atacando uno de los nichos donde es más fuerte el Sindicato de Choferes de Camiones. También el relanzamiento prometido de los trenes de carga es otro golpe a la estructura de poder de Camioneros.

 

En la misma senda hay que leer los roces entre el ministro Florencio Randazzo y titular del sindicato La Fraternidad, Omar Maturana, uno de los aliados más fuertes que tiene Hugo Moyano en el mundo del transporte. El ferroviario, ya fue tentado tres veces para que traicione al camionero, pero sigue vigente la alianza entre los dos transportistas que pueden, casi, paralizar a la Argentina.

 

Por fin, el respaldo de Cristina Fernández al nuevo ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, y ex Intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, pude ser leído como un giro del garantismo que el kirchnerismo fundamentalista intentó imponer en las tierras de Daniel Scioli, para volver a la “mano dura” con que el Gobernador bonaerense ingresó a La Plata hace 6 años.

 

Sin embargo, que Alejandro Granados tenga el apoyo de Daniel Scioli y la Presidente de la Nación no es un seguro que dentro de 4 meses no se produzca un nuevo giro en la política de seguridad bonaerense. La movida del Gobernador de Buenos Aires y de la Casa Rosada fue dirigida a calmar a los Barones del Conurbano, para que no se volcaran, de lleno, a Sergio Massa. Una vez que se abran las urnas, se puede volver a girar.

 

Pero donde se ven las verdaderas intenciones de Cristina Fernández es en el Presupuesto 2014. No tiene partidas asignadas para renegociar las deudas de las provincias, pero la subestimación de unos indicadores (con la paralela sobreestimación de otros) permitirá a la Casa Rosada a gastar más de 100.000 millones de pesos sin tener que pedir autorización del Congreso.

 

Al mismo tiempo que se intenta triunfar en las elecciones recitando datos de la “Década Ganada”, el proyecto de Ley de Presupuesto  reclama extender dos años más todas las facultades subrogadas a la Casa Rosada los últimos 20 años y la Ley de Emergencia Económico, como si estuviéramos en pleno 2003. Una incoherencia notable.

 

Cristina Fernández es el “alfa y omega” del proyecto kirchnerista. No puede evitar estar en el centro del escenario electoral. Sin ella, no hay nada que el oficialismo pueda presentar para enfrentar a la oposición. Daniel Scioli apenas atemperó las dimensiones de la derrota de Martín Insaurralde. En el interior, la Casa Rosada no tiene nada fuerte que presentar en las provincias donde no son gobierno. No hay otra opción.

 

La campaña para las elecciones legislativas, ya comenzó. Cristina Fernández, hace lo que puede para conservar su poder. El problema es la oposición, que no hace más que flotar, esperando que se repita la elección de Agosto. Y, eso, no alcanza para ser alternativa en el 2015.