Lázaro en cadena nacional, pero en la calle el tema es empleo y marcha sindical

Los allanamientos en Santa Cruz a las propiedades de Lázaro Báez y todo lo que ocurre alrededor de la causa por lavado de dinero del empresario K está en virtual cadena nacional al menos desde este lunes (25/4). El gran descubrimiento fueron los US$ 90.000 en efectivo, apenas una propina para Lázaro y Cía. Clarín y La Nación son los que principalmente impulsan el tema que conviene a la agenda de Mauricio Macri, pero hay que dar otros debates que necesita la sociedad y los medios de comunicación también tienen esa función. Por primera vez en muchos años el oficialismo no tiene mayorías legislativas y el debate en el Congreso es más atractivo, especialmente la cuestión del empleo ha dejado distintas posiciones sobre un tema crucial para las empresas y que preocupa a la gente. Luego, está el movimiento sindical de este viernes (29/4) que anticipa un paro nacional y sigue sin solución clara el tema inflación.

Los allanamientos en Santa Cruz a las propiedades de Lázaro Báez y todo lo relativo a la causa por lavado de dinero del empresario K está en cadena nacional desde el lunes pasado (25/4), al menos. Es importante que ese caso avance y pueda desembocar en comprobar fehacientemente las responsabilidades de funcionarios y de la familia Kirchner. Pero la amplitud que le han dado algunos medios de comunicación (caso Clarín o La Nación) está siendo exagerada y termina dejando de lado otras preocupaciones que la sociedad tiene como prioridad antes que la corrupción, como el empleo y la inflación, cuyos debates comenzaron en un Congreso que supo ser una escribanía y que requiere más atención.

Luego, las pesquisas en el Sur, tardías por culpa del juez Sebastián Casanello (que más allá de algún ‘despertar’ y acciones repentinas de días atrás mantendría líneas de comunicación con Cristina que hacen sospechar que no avanzaría sobre ella) hasta ahora sólo arrojaron el descubrimiento de unos US$ 90.000 en efectivo. Nada comparado con las cantidades que movieron Lázaro y su círculo durante los años de gobierno K, o en 1 día de filmación en la financiera La Rosadita. Si la “cadena nacional” termina sin pruebas concretas del robo al Estado, no sólo será Casanello el señalado por la sociedad, sino que el hastío rozará al gobierno nacional.

El debate parlamentario por los despidos, empleo, etc., se está dando en un Congreso que dejó de ser la escribanía del gobierno de turno. La discusión de ayer (27/4) en el Senado fue importante porque se plantearon las cesantías que ocurren en el sector privado y cómo evitarlas, aunque la herramienta que propone la oposición sea dañina. Las Pymes fueron muy mencionadas en ese contexto, y los sindicatos pudieron plantear también sus reclamos en las audiencias que se realizaron en el Congreso. El tema del empleo supera hoy a la preocupación por la corrupción, entre la gente. No cambia un tema por el otro, se sigue demandando Justicia y el retorno de lo robado, pero también hay demandas nuevas producto del necesario reacomodamiento de una economía heredada en estado de descomposición que demanda sacrificios que deben ser bien explicitados y justificados. El nivel de esos sacrificios es otro debate que no se está visibilizando.

La inflación es otra cuestión central que va unida a los aumentos en las tarifas de los servicios públicos y en los alimentos. El kirchnerismo sabe sacar provecho del impacto de esas medidas y pone en ello las esperanzas de su vuelta en 2017 y 2019.

La discusión de la política antiinflacionaria la hemos mencionado en varias oportunidades en este medio, no queda claro hacia dónde va el gobierno nacional y qué hace para detener la suba de los precios. Logró cerrar el tema holdouts (junto con el levantamiento del cepo cambiario, las dos mejores decisiones económicas de Macri hasta ahora) pero no supo capitalizarlo ni explicar en qué beneficiaría a la población.

Todo parece depositarse en la esperanza de una mejora en el segundo semestre y que la cadena nacional sobre la corrupción K tenga continuidad, pero sin resultados concretos (pruebas y/o condenas) se tensa demasiado la paciencia de la sociedad.