Imprevisto y evitable desgaste anticipado de Macri
La euforia finalizó demasiado abruptamente, sin duda que por culpa del propio Ejecutivo Nacional. Ahora hay que 'remar', esperando que el éxito en la gestión devuelva el optimismo perdido, según anticipan las encuestas. Aunque Mauricio Macri quiere negarlo, Marcos Peña, su Jefe de Gabinete de Ministros, queda averiado. Y también algunos más en el elenco que debe apuntalar al Presidente, explicó en su editorial dominical Claudio Chiaruttini (Concepto FM):
por CLAUDIO M. CHIARUTTINI
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Sin Saco y Sin Corbata). Los errores de comunicación del Gobierno llevaron a Mauricio Macri a su mayor crisis con la opinión pública en 120 días, con efectos políticos directos, a sólo 4 meses de haber jurado como Presidente de la Nación, dado que la revelación de los “Panama Papers”, según las primeras encuestas,impactó directamente en la credibilidad del mandatario y en la imagen que había ganado en sus viajes a Davos, el encuentro con Barack Obama y el papa Francisco; y su participación en el Consejo sobre Seguridad Nuclear en Washington DC.
Mauricio Macri fue votado por ser el “cambio” a todo lo que representaba el kirchnerismo (aunque él no fuese precisamente un cambio, evaluando su gestión porteña). Y lo que más identificaba el kirchnerismo era lacorrupción. Y, para el imago argentino, una sociedad off shore es un ícono de la corrupción, dado que se entiende como un sitio para lavar dinero, en vez de para pagar menos impuestos por un negocio.
Desde hace un mes, o más según algunas fuentes, la Casa Rosada conocía lo que revelaría La Nación y Canal 13 el domingo 03/04 a las 15:00. Sin embargo, la actitud soberbia de algunos altos funcionarios que creen saber de comunicaciones -en especial el Jefe de Gabinete, Marcos Peña-, minimizaron la importancia de la noticia, el impacto que tendría en la opinión pública y en los mass media, y el flanco que le abría al Presidente de la Nación a favor de sus opositores más acérrimos.
Marcos Peña, y probablemente el propio Macri, subestima a los medios de comunicación y su influencia sobre la sociedad. Marcos cree que las redes sociales son sustitutas convenientes y eficientes. En eso, son 180º lo contrario que el kirchnerismo, que vivía obsesionado por los medios. En la Casa Rosada creen que estando bien con el Grupo Clarín, el diario La Nación y 3 radios capitalinas (Mitre, Continental y La Red), tienen cubierta a toda la opinión pública. Se equivocaron.
No sólo no trataron de “anticipar” la noticia, sino tampoco prepararon una respuesta seria y contundente, dejaron pasar el tiempo, prepararon respuestas formales, enviaron al Jefe de Gabinete + los ministros de Seguridad y Justicia, convirtiendo un tema personal en un asunto de Estado- y terminaron con Mauricio Macri respondiendo personalmente y autodenunciándose, cuando llegaron las encuestas. Sin embargo, eso no evitó el 1er. pedido de imputación penal y con un Fiscal deseoso de meterse en la investigación para esmerilar, al extremo, al mandatario.
En la “Era de las Redes Sociales”, un error de comunicación política tiene costos inmediatos. Ahora lo sabe el Gobierno, cuando la foto de Mauricio Macri apareció en en el mundo global al lado de Vladimir Putin y otros políticos corruptos del planeta. Quizá Marcos Peña entienda que su rol no es opinar sobre comunicación. Y menos Jaime Durán Barba, especialista en marketing político, pero sin experiencia en la comunicación de gobierno.
Era sabido que cuando la Justicia Federal decidiera avanzar sobre el kirchnerismo, la “danza” de citaciones, indagaciones, imputaciones, tomas de declaración y allanamientos ganarían la agenda de los medios. Con casi 2.000 denuncias judiciales, de las cuales hay más de 1.200 abiertas y otras 300 fáciles de reabrir, el Gobierno sólo tenía que hacerse a un lado y dejar que el Poder Judicial demoliera al kirchnerismo, al tiempo que el peronismo lo deja vacío de institucionalidad y de aliados.
Ahora, Macri ha quedado envuelto en el “show judicial”, enlodado en el mismo barrial del kirchnerismo, dejando la sensación que las detenciones de Ricardo Jaime y Lázaro Báez y las amenazas sobre Cristina Fernández y Julio de Vido son actos de “revancha”.
El kirchnerismo, que se siente cercado, organizó el 1er. cacerolazo contra Mauricio Macri. El dato es político, no el número de presentes en Plaza de Mayo, que fue muy escaso. Pero para el cacerolazo N°1 contra Cristina Fernández pasaron más de 4 años de Gobierno. Acá han pasado sólo 4 meses. Mientras que la Gestión macrista debería tener como meta central fortalecer al Presidente de la Nación, una sucesión de “balazos en el pié” tuvo el efecto contrario.
Cristina Fernández vuelve a la Ciudad de Buenos Aires el lunes a las 22:15. Llega al Aeroparque y La Cámpora le prepara un acto como el “regreso de Perón”, una “vigilia” de la “resistencia con aguante” para el martes 12/04 y,el miércoles 13/04 una marcha a Comodoro Py, la que han bautizado como el “17 de Octubre Kirchnerista”. Más allá de cuántos adhieran a la convocatoria y el éxito de sus planes, quedan 3 evidencias: cosas:
> planifican,
> quieren pulsear el “control de la calle”, y
> siguen construyendo un “relato”, una “épica”; exactamente lo contrario que el Gobierno, Macri y el PRO.
El ambiente social no ayuda al Presidente de la Nación. La recesión, la inflación, los despidos, el aumento de tarifas generalizadas, la ausencia de medidas sociales y la pésima comunicación crean un “caldo” que quieren aprovechar kirchneristas, sindicatos y opositores. Por eso, Macri reunió el sábado 09/04 al “Gabinete Social” y referentes sociales para conocer la“temperatura” en la calle y coordinar un paquete de medidas que permitan descomprimir la situación. Descubrieron la crisis social.
Las revelaciones de la corrupción kirchnerista en los Tribunales seguirán, pero eso no ocultará ni la recesión, ni la inflación, ni la falta de trabajo, ni los despidos, ni la reducción del poder adquisitivo de las familias por el aumento de las tarifas; por eso el Gobierno debe comenzar a construir una“Agenda Social” que tenga como centro demostrar que no gobiernan para las empresas (tal como se desprende del discurso opositor que va desde algunos radicales hasta la extrema izquierda, pasando por el massismo, el peronismo y el kirchnerismo).
Macri se reunió con los titulares de las bancadas de senadores de todos los partidos. El mensaje fue claro: “Se acabaron los aumentos (de tarifas) por este año”. Sin embargo, cuando salieron, ninguno de los presentes creyó la palabra del Presidente de la Nación. ¿El antecedente? El aumento de los combustibles. Se dijo que habría 3 en el año, se espera, en el mejor de los casos, que sean 5. Nadie conoce la profundidad del ajuste.
El Gobierno va por detrás de la “Agenda de los Medios”. El Gobierno siempre va a la saga de los hechos. Al mismo tiempo que Macri anunciaba que se autoincriminaría ante la Justicia, el Banco Central anunciaba un programa para reinstalar el crédito hipotecario en la Argentina -que está por verse, en especial por lo que Daniel Sticco ya deslizó acerca del uso irregular de índices de ajuste, aún en la propia Administración Macri.
Con ese anuncio, Cristina Fernández hubiese hecho 5 cadenas nacionales, habría 15 funcionarios hablando del tema y 3 piezas publicitarias dando vuelta por los medios de comunicación. Sólo basta recordar el uso político del “Plan Recrear”, de la tarjeta “Argenta”, entre una docena más. El impacto sobre las clases más necesitadas fueron nulos, pero el kirchnerismo, que fue una máquina de crear pobres, quedó como el gobierno que más se ocupó de escuchar las necesidades de los pobres.
Para peor, Macri ya no tiene contacto con la gente. Desde que el kirchnerismo colocó militantes con pancartas en la inauguración de trenes a la que fue invitado Florencio Randazzo, 4 hechos han ocurrido dondeopositores identificados con el peronismo o con La Cámpora han intentado agredir al Presidente de la Nación. Por eso, por ejemplo, dicen que el mandatario dejó a los altos mandos militares bajo la lluvia y fue, con un grupo selecto de invitados, al Cenotafio de los Muertos en Malvinas, de Retiroel 02/04.
Para el 29/04, las 5 centrales sindicales prometen una gran movilización contra los despidos que hay, tanto en el sector público como privado, y culpan al Gobierno por esta situación. Es la primera vez que los 5 marcharán juntos y se descuenta que ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) aportará una gran columna y, el resto, podría usar la ocasión para hacer “demostraciones de fuerza”.
El Gobierno ya ha comenzado a “desinflar” la marcha, inyectando $ 2.300 millones en las obras sociales de los mayores sindicatos, con lo cual repite el mecanismo utilizado con los Gobernadores, los intendentes y los legisladores: El dinero como instrumento para calmar el reclamo político, un mecanismo perverso para un Gobierno que debe bajar el Gasto Público con urgencia.
La economía, débil y tratando de encontrar un rumbo, no puede apuntalar a un Gobierno debilitado innecesariamente por crisis evitables, mientras trata de disciplinar a sus opositores. En el fondo, la gran fortaleza de Mauricio es la misma que tenía Cristina: la oposición no tiene un líder, no tiene un proyecto alternativo, está en interna en todos los frentes y tiene lejos la siguiente elección.
Durante años, la oposición al kirchnerismo usó como ariete las denuncias de corrupción para esmerilar al Gobierno de Cristina Fernández. Ahora, el camino está marcado: la oposición al macrismo usará la cuestión social como instrumento de desgaste de Mauricio Macri. Por eso, en la etapapostdefault, mejorar la calidad de vida de los argentinos debe ser el centro de la acción de Gobierno. Si es que hay un plan para ello.
Se consolida la sensación de que el Gobierno tenía ideas no planificadas para la 1ra. Etapa de Gestión: salir del cepo cambiario e importador; aumentar las reservas del Banco Central, desarmar la crisis del dólar futuro, salir del default, volver a los mercados internacionales de crédito, colocar a la Argentina, de nuevo, en el mundo desarrollado; incentivar las inversiones y... poco más.
Falta la 2da. Parte. Sin esta nueva etapa, el macrismo no es más que una forma de “kirchnerismo ordenado”, tal como calificó el economista José Luis Espert, aunque hay que agregarle que es un “kirchnerismo ordenado, sin relato, sin mística, sin mensaje, sin comunicación y sin política”. Y eso no es lo que votó 52% del electorado hace 5 meses. Por eso, la crisis que desató los “Panama Papers” es más que una cuestión sobre el patrimonio presidencial, versa sobre el futuro del macrismo en el poder.
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