Un plan parche para vender más autos

Hace más de cuatro mil años, el Código de Hammurabi impuso un férreo sistema de controles de precios y salarios en Babilonia, lo que ocasionó una fuerte caída en la actividad económica. En el Siglo de Oro, en Atenas, se controló el precio de los granos. El propio Aristóteles apoyó esta política, al decir que el Estado tenía que velar porque los granos tuvieran un precio justo, pero el precio de los granos continuó subiendo. Londres intentó controlar el precio del vino en 1119 y 1330 y en ambas ocasiones resultó un fracaso.En “Cuatro mil años de control de precios y salarios”, Robert Schuettinger y Eamon Buttler también destacan las experiencias del siglo XX: entre ellas la de Adolf Hitler, que en 1936 aplicó el preis-stop , un congelamiento general de precios a través de 7.000 decretos: la consecuencia fue que prosperó el mercado negro, se perdió calidad en los productos y no se pudo reducir la inflación. En la Unión Soviética se dispusieron precios fijos para diez millones de productos entre 1927 y 1937: la vida aumentó un 65%, y el dinero circulante se expandió un 700% entre 1929 y 1941.


Por Jorge Lanata.

Convencido de que la historia del hombre comenzó en 2003 en Calafate, el jefe de Gabinete Jorge “ Coqui” Capitanich anunció esta semana elPro-Cre-Auto , un plan que tiene “el objetivo de impulsar una reducción de precios de 26 modelos de unidades del 3 al 13 por ciento, y que generará las condiciones para estimular los niveles de producción para llegar a la meta de 700.000 vehículos”.
El presidente de FIAT, Cristiano Ratazzi, en diálogo con Marcelo Longobardi, en Radio Mitre, fue más prudente: “Eso de los precios es todo medio un cuento”, dijo. Y agregó: “Cuando hay nueve competidores que son los más grandes en el sector automotor, los precios son los más bajos que se pueden conseguir, porque hay una competencia enorme, que es la que hace bajar los precios”.
Para colmo, una nota publicada al día siguiente en este diario demostraba a las claras que el plan Pro-Cre-Auto tiene valores por encima de los fijados en las concesionarias. La nota fue escrita tomando en cuenta los avisos del rubro publicados en los últimos días: un Peugeot Active N se publicaba con el precio final de $ 170.900, y el precio oficial era $ 174.558. El precio financiado por el Banco Nación es $ 98.398 más caro. El Renault Clio Mio, de tres puertas, a $ 98.900 incluía en los avisos una bonificación de $ 10.000, lo que dejaba el auto en $ 88.900. Para el plan oficial el mismo auto cuesta $ 93.900, y el precio total financiado es de $ 160.590.
Según señaló la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) en un comunicado, “la meta de 700.000 unidades enunciada por Capitanich es más modesta que las 850.000 esperadas de producción para 2013, o las 791.000 unidades fabricadas efectivamente en ese año, pero es optimista si se tiene en cuenta que la venta de unidades nacionales en el mercado local alcanzó las 358.000 en 2013, lo que representó sólo el 46% de la producción local”. El comunicado sostiene que si bien el proyecto oficial puede permitir una reducción del stock, subsiste todavía el interrogante de si podrá alentar la recuperación de la producción.
Los planes parche ayudan, pero no alcanzan para corregir los problemas de fondo, le dice Lorenzo Singaut Gravina, economista jefe de la consultora Ecolatina, a Clarín. Los “Precios Cuidados” no van a corregir la inflación, que va a empeorar.
En el caso de los automotores, agrega Ismael Bermúdez, periodista de este diario y especialista en economía, hay un factor importante que es la caída de las ventas a Brasil. La economía brasileña, que antes ayudaba, está desacelerando su crecimiento, con lo que deja de ser una ayuda y pasa a ser un problema, ya que ellos deben aumentar su producción y exportar más para compensar su baja en el mercado interno, con lo que pasan a ser un competidor negativo para la Argentina.
En el caso de los “Precios Cuidados”, las empresas compensan aumentando el precio de los demás productos. Entonces lo que te rebajan por un lado, lo incrementan por otro. La canasta de consumo en Buenos Aires aumentó casi un 40%, y nadie tuvo un aumento de sueldo en ese porcentaje, por lo que se compra cada vez menos.
Los antecedentes no ayudan: el Pescado para todos (marzo de 2010),Milanesas para todos (febrero de 2011), Carne para todos (abril de 2011), Cerdo y Lácteos para todos (julio de 2011), LCD para todos (julio de 2011) y Ropa para todos (mayo de 2013) fueron un absoluto fracaso.
En el primer trimestre se vendió un 40% menos de autos, casi 59% menos de motos y 17% menos de electrodomésticos, recuerda Rosendo Fraga, director de Nueva Mayoría.
Este es el peor momento de consumo desde la crisis de 2009, y en algunos indicadores es peor que entonces.
El plan anunciado para reanimar la venta de autos no tiene entidad para revertir esta situación. El mismo INDEC acaba de informar que la mitad de la población está cobrando salarios menores a $ 4.500, y el 70% menos de $ 6.000.
El plan anunciado por la Presidenta, entonces, alcanzaría al 15% de la población de mayores ingresos.
Investigación: 
JL/María Eugenia Duffard/Amelia Cole

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