Inadmisible discriminación de Capitanich y Kicillof a medios online

Que lo expliquen las webs que defienden a los K: proyecto de ley del Ejecutivo Nacional que discrimina a los medios de noticias online, a quienes les desconoce su condición de medios de comunicación ya más poderosos que la prensa gráfica convencional. Para Urgente24 otro motivo más para dejar atrás cuanto antes una etapa nefasta de la historia argentina.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Los inefablesJorge Capitanich y Axel Kicillof son los autores de la siguiente definición: "Los medios gráficos constituyen un pilar indispensable y primario para el enriquecimiento cultural de la población y el afianzamiento de la estructura democrática, que es deber del Estado Nacional fomentar y apoyar".

 

¿Los medios online no son indispensables en la sociedad contemporánea, donde las nuevas generaciones ya no acuden a los medios gráficos, ni siquiera a los medios electrónicos convencionales tales como son la radio y la TV?

 

¿Los medios online promueven el embrutecimiento cultural de la población?

 

¿Los medios online no afianza las estructuras democráticas? Pregunten a quienes promovieron la llamada "Primavera Árabe". Consulten en China, donde el Estado autoritario se desvela por controlar a los medios digitales y a las redes sociales.

 

¿El Estado Nacional fomenta y apoya a los medios gráficos, discriminándolos respecto de los medios digitales?

 

¿Y cómo lo explican las webs kirchneristas, que ellos terminan siendo el capítulo descartable de la Administración K?

 

Capitanich y Kicillof agregaron: "(...) el Pacto de San José de Costa Rica establece en su Artículo 13 que "Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística o por cualquier otro procedimiento de su elección".

 

O sea que Capitanich y Kicillof interpretan o que el Pacto de San José de Costa Rica excluye a los medios con soporte en Internet o que los medios digitales no expresan el derecho a la libertad de pensamiento y expresión.

 

Pamplinas. Internet es la trinchera de la libertad, y es o ignorancia o mala fe la que exhiben tanto Capitanich como Kicillof en su redacción.

 

Pero hay algo aún más grave en el jefe de Gabinete de Ministros de la Nación y el ministro de Economía. Es esa frase que dice: "(...) la actividad desarrollada por los medios gráficos coadyuva a la satisfacción de las necesidades de información y comunicación social de las comunidades en las que éstos se arraigan, las cuales en muchos casos no cuentan con otros canales de comunicación a través de los cuales se informe sobre las particularidades y problemáticas locales".

 

Injusto. Inconstitucional. El concepto no puede excluir a los medios digitales.

 

¿En qué contexto lo afirmaron Capitanich y Kicillof? En un proyecto para la modificación de la Ley de Impuesto al Valor Agregado, a efectos de que las ventas y las locaciones de diarios, revistas y publicaciones periódicas, así como la locación de espacios publicitarios, estén alcanzados por una alícuota diferencial en función al importe de facturación anual de los respectivos medios.

 

O hay subsidios para todos los medios de comunicación o no corresponde el subsidio. Porque Capitanich y Kicillof están pidiendo que los medios digitales subsidien a los medios gráficos. Son tan delirantes que pretenden que el futuro pague los problemas del pasado.

 

El plan de Capitanich y Kicillof prevé disminuir las alícuotas que gravan dichas actividades en aquellos casos en que se trate de empresas de menor envergadura, previéndose 1 alícuota de 2,50% para quienes posean una facturación anual de hasta $63 millones, inclusive.

 

Y 1 alícuota intermedia entre la alícuota máxima prevista para cada una de las actividades mencionadas y la del 2,50%, cuando la facturación de los últimos 12 meses calendario inmediatos anteriores al inicio del cuatrimestre del que se trata, supere los $63 millones y no exceda los $126 millones.

 

Va siendo hora que los medios digitales se hagan escuchar, reclamen su espacio e impidan semejantes discriminaciones.